La muñequita de un demonio |JJK (+15)

[𝑳𝒂 𝒎𝒂𝒏𝒐 𝒅𝒆 𝒖𝒏 𝒄𝒂𝒃𝒂𝒍𝒍𝒆𝒓𝒐]

La mesa estaba puesta,aquel hombre de fuerte personalidad se había levantado una hora antes de lo usual para arreglarse antes de las ocho de la mañana y luego bajar a poner un servicio completo en dos asientos.

Cubiertos de plata,servilletas de fina tela y dos copas de cristal.

—¿Las fresas están listas Young Mi?.. -preguntó sin interés-.

—Desinfectadas,cortadas en flor y servidas,sí están listas -sonrió complacida-.

—Bien,llámala,dile que venga a tomar el desayuno

La anciana asintió e hizo una reverencia antes de bajar las eternas escaleras que daban al sótano,sacó la llave de su delantal y la encajó en la cerradura de la puerta para que un rayo de luz iluminara a un cuerpo echó bolita en el suelo.

—Señorita Park.. -le habló-. Buen día señorita -dio un paso dentro de su jaula-. ¿Cómo amaneció? -no hubo respuesta-. ¿Señorita Park?.., Quería avisarle que el desayuno está listo

Intentó acercarse a ella para después tocar su hombro de manera delicada y como si fuera alguien repulsivo,la niña de cabellos largos alejó su mano con rudeza,estaba a la defensiva y sin querer dejó a la luz sus ojos rojos.

—Dios mío.. -llevó sus manos a la boca aterrada-. ¿Qué le sucedió?.. -ocultó la mirada entre las piernas-. Linda, ¿Qué sucede?..

—No voy a tomar el desayuno Señora Mi -aclaró su voz-. Ni ninguna comida de esta casa,yo no soy ni una visita,ni una prisionera..

—Linda..

—¡Déjeme! -gritó sin temor a ser escuchada-. Por favor,vállase..

Estaba enojada,con ella más que con otra persona de este infierno,porque la señora Mi pudo evitar aquello,bien pudo detenerme y decirme que él era un hombre egoísta que no se tentaba el corazón.

Pero eso yo ya lo sabía bien.

—Señorita Park,lo lamento,pero debo llevarla a la mesa -insistió-. Es una orden

—¿Y de quién? -bufé-. ¿Del Señor Jeon?

—En efecto

—Sí tanto le gusta que acate sus órdenes,quiero que venga él mismo y me lo diga -la valentía se me pasó luego de cerrar la boca-.

—Bien,con permiso -calló y salió del sótano-.

La señora Mi,soltó un gran suspiro antes de subir las escaleras,se sentía culpable,así como Hee lo había dicho,ella también se sentía una pecadora,se culpaba a sí misma de haberla dejado tratar con semejante hombre al saber cómo reaccionaría.

En cuanto los pasos de la mujer se oyeron cerca de la sala,el señor Jeon aprovechó para arreglarse la corbata y verificar que su imagen siguiera prolija,giró su cuerpo con el objetivo de verse deslumbrante solo para toparse con una sombra faltante.

—¿Y Park Hee? -carraspeó-. ¿Dónde está?, Te pedí que la trajeras

—La Señorita Park no quiso salir -contestó-.

—¿Qué dices?, ¿Le dijiste que es la hora del desayuno? -asintió-. ¿Y entonces?, ¡¿Por qué no está aquí?!

—Dijo que no aceptaría ninguna comida de esta casa -respondió-.