[ 𝑼𝒏 𝒂𝒏𝒈𝒆𝒍 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒐𝒔𝒄𝒖𝒓𝒊𝒅𝒂𝒅 ]

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—Los pueblerinos son tan ingenuos..

—Ni se te ocurra decir eso frente a ella

Bufé al recordar su tonta reacción,sus mejillas coloradas y ese patético intento por hacerse ver molesta.

—¿Porqué? -preguntó intrigado-.

—No soporta que hablen mal de sus allegados

Sonreí descaradamente.

—Y supongo que tú lo descubriste -ambos reímos-. Bueno en resumen -retomó-. No hay mucho jugo dentro de esto -se acomodó en la silla-. Son personas sin mucho que ofrecer

—El jugo lo tiene otra persona -reí para mi interior-.

—¿A qué te refieres? -frunció el ceño-.

—¿Has visto a la niña? -deslicé mis dedos por el borde de mis labios-. A comparación de sus tíos,ella si tiene mucho por ofrecer -lo miré-.

—No estarás pensando en.. -titubeó-.

—¿Y porqué no?,Es una buena forma de recuperar lo perdido

—¿Qué carajos estás diciendo? -su cordura volvió dejando la diversión para mi solo-.

—Vamos Namjoon,no te hagas el inocente

Le miré con una sonrisa,todo sería más fácil si no estuviera con el protector falso de la justicia.
Aquél adulto que ante todos se mostraba como una persona recatada para después ir a hundir su mente en la lujuria.

—¿Crees que sea virgen? -pensé-.

—Eres un idiota -escupió-. Sigue siendo una niña,¿Cómo se te ocurre?

Su semblante se mostró enojado,mientras que el mío seguía con la misma frialdad de siempre.
Era un lastima que nadie pudiera compartir mis ideas.

—Es mejor cuando son vírgenes -inconsciente cubrí mis labios con una fina capa de saliva-.

—Suenas igual que tu padre.. -fijó su mirada-.

Finalmente soltó lo que tanto trató de callarse desde que entró,al parecer se había olvidado de ciertas cosas que estaba prohibido mencionar ante mi presencia.

—Hay una clara diferencia entre el bastardo de mi padre y yo -apreté mis puños-.

El silencio invadió la oficina,ninguno de los dos era capaz de entablar una conversación sin querer matarnos.Y si él creía estar en lo correcto,no se escucharía una disculpa de su parte .

El oído hacía mi progenitor era irreversible.

—¿Enserio? -burló-. Pues dímela,porque no encuentro más que parecidos

—Eso es algo que no te incumbe -respondí-. Ya puedes irte

—Como tu consejero,me veo obligado a decirte que un pequeño roce con la menor y podría ser una de tus peores demandas -sonrió-. Traes  cola que te pisen Jeon,imagino que no tengo que recordártelo

Los recuerdos invadieron mi mente,tanto que llegue a sentir mi cabeza abrumada por tanta mierda.Los años habían pasado,pero estos no tenían piedad conmigo.

Así como yo no tuve piedad con ella.

El alcohol no fue suficiente para ahogar los gritos que aún seguían audibles en mi cabeza.
Me bastaba con cerrar los ojos para ver mi reflejo apuntándole a la niña de mis ojos.

Y sin pensar me encontraba deambulando en mi propia casa como si no la conociera,como si estuviera en busca de un anillo perdido,pero un anillo era más fácil de encontrar a diferencia de lo que mi alma deseaba hallar.

La muñequita de un demonio |JJK (+15)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora