[𝑶𝒋𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒔𝒐𝒍 𝒚 𝒐𝒋𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒖𝒏𝒂]

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—¡Caramba! , ¡Dios,mira esto!

La pequeña de cabellos negros corrió hacia el exterior quien la llamaba con ansiedad,el sol se encargó de darle una cálida bienvenida a su piel,el pasto se postró ante sus pies para que su estadía fuese cómoda,pero sin duda alguna lo que más destacó fueron los arces.

—¡Con cuidado Hee! -intentó alcanzarle el paso -. ¡No vayas a caerte!

Su vista pronto fue deslumbrada por tanta naturaleza,aunque aquella chica siempre había tenido una vida en el campo y al aire libre,el inesperado encierro le hizo olvidar lo que era ver el cielo lleno de nubes esponjosas.

No había melodía más hermosa que el canto de los pájaros y la risa de alegría de una niña.

—¡Jin! , ¡Aquí hay un río! -dijo con gran sorpresa-. ¡Pronto, ven!

—¿No lo sabías? , Es el que lleva directo al acantilado,que nunca se te ocurra venir a jugar por aquí -advirtió-.

—¿Un acantilado? -asintió-.

El mayor posó su dedo índice entre sus labios y señaló sus oídos,pronto dejaron de hablar para prestarle atención al carcajeó de la corriente.
Era estrecho,el agua era cristalina y si tenías buena vista podías ver a uno que otro pez saltando por ahí.

A los oídos de Hee llegó aquel sonido,ése que nunca supo cómo interpretar, fue en una noche de insomnio que el viento parecía derrumbar el techo y en ése momento se oyó el quejido de algo grande,ahora no había duda alguna,si que era un rió lleno de agua.

Aquel muchacho no tenía que preocuparse por que saliera a jugar,pues me sería imposible.

—¡Que bello que es! -sonreí de oreja a oreja-.
Me parece que este es un lugar perfecto para poner la manta , ¿No te parece?

—¿Aquí? -quejó-. No prefieres..

—¡No! -se apresuró a decir-. Me gustaría comer aquí,solo mira,todo aquí es hermoso..

Y claro que lo era,Hee estaba deslumbrada ante tanta belleza,lo verdoso del bosque le hacía recordar que estaba viva,y el sol reflejado en el manantial mantenía sus ojos ocupados en no perderse ni el más mínimo detalle.

Sin embargo,así como existían bellos momentos,también había los malos recuerdos y ella estaba dentro del bosque en donde una noche fue perseguida,y por más que intentara borrar ese episodio le era imposible,encontrar una nueva faceta del bosque hacía que dejara de verse menos terrorífico.

—¿Quieres una rebanada de queso en tu pan?
-asentí-. Veo que te gusta la comida

—¿A ti no? -rió-. ¿Entonces que te comes?
¿Burbujas?

—Claro que no tontuela -acarició mi cabello-.

Untaron mermelada en sus panes,se sirvieron un poco de jugo en vasos de cristal,y como postre se acabaron las frutas que habían traído como provisiones.Las risas no faltaron en sus platillos,y aunque en momentos el tema de conversación entre ambos parecía morir,las miradas hablaban por ellos.

—Mira que árbol tan más alto -lo miré de arriba a bajo-.

—Park Hee , ¿Si pudieras ser un árbol lo serías? -asentí-. ¿No te aburrirías?

—¿Cómo podría? ,Claro que tendría que ser de buena altura para ver cada amanecer,atardecer y anochecer -suspiré al sentirme atada-.

—No sabía que recitabas poesía -cortó sus palabras al sentir una extraña melancolía-.
¿Trajiste el libro? -asintió-. Ven,vamos a leer un poco

La muñequita de un demonio |JJK (+15)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora