[𝑹𝒆𝒄𝒖𝒆𝒓𝒅𝒐𝒔 𝒆𝒏𝒄𝒂𝒅𝒆𝒏𝒂𝒅𝒐𝒔]

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—Annie..

Desperté de un sobresalto al oír como la puerta chocó contra la pared,recuperé el aire ya sentada al darme cuenta de que no era mucho.Pronto,el aire que empezaba a viajar por mis pulmones detuvo su recorrido al verlo parado en la puerta.

—Annie -pronunció casi inaudible-.

—¿Annie? -me extrañé-.

Su sombra se aproximó hacia mi,pero había algo raro en todo esto,estaba arrastrando el cuerpo,a penas duras si pudo dar los siguientes tres pasos.

—¡Dios mío! -corrí hacia él-. ¿Qué te sucedió?..

A penas lo tomé por el torso y mi nariz resongó por el penetrante aroma del alcohol,estaba echo un lío,tenía los cabellos alborotados y el saco desabotonado.

—¿Qué haces aquí Annie? -me miró-. Deberías estar en tu cuarto

Por tu bien olvida ese nombre.

Hace unas horas se me había advertido no recordar ese nombre,pero este hombre lo mencionaba cada cinco segundos.

—Estás ebrio.. -intenté quitarle la botella de alcohol que traía en las manos,pero me fue imposible-.

—Ves lo que me haces hacer Annie -se acercó hacia mi-. Mírame,soy un completo desastre por ti

Quería gritarle que yo no era Annie,yo era su prisionera,la niña de cabellos azabaches,a la que encadenó en el sótano como a un animal.Y con esa rabia,mi cerebro ideó una idea malévola.

Anda,escucha sus secretos,uno con el que lo puedas tener a tus pies.

—Ya es tarde para que estés despierta Annie -un escalofrío recorrió mi cuerpo al sentir la parte trasera de su mano rozar mi mejilla-. ¿Acaso no podías dormir linda? , ¿Qué pasa Annie? , ¿Por qué no me contestas?

—Uhm..,si yo.. -pensé-. Te estaba esperando.. -solté lo primero que creí prudente-.

—¿Estabas esperándome? -le ví sonreír-. Lo lamento linda,no quise hacerte esperar,sé lo mucho que te enoja -rió-. Ven vamos a jugar quieres

—¿Jugar? .. -pasé saliva-.

—Si Annie,arriba tengo tus cartas,aún las guardo,vamos -me tomó de la muñeca y me apegó a su cuerpo-.

—Yo no puedo salir de aquí -dejé de pensar como Annie y volví a centrarme en mi-.

—¿Qué dices? , ¿Por qué no? , Ni si quiera deberías estar aquí linda

En un descuido suyo o mío,me atrapó entre sus manos atrayéndome a su pecho,no sabía hacia dónde mirar,no sabía porque se comportaba así,pero estaba ebrio,había consumido una cantidad de alcohol impresionante para estar en este estado.

En el estado de no golpearme ni reconocerme.

—El sótano es frío -dijo-. ¿Y qué hay aquí Annie? ,ratas y polvo,no es lugar para que mi niña esté aquí

Sentí una fuerte punzada en el corazón,quise llorar,porque ahora me daba cuenta de que él sabía lo feo que era el sótano,incluso sabía de lo que se padecía aquí.¿Entonces qué era yo?
Una persona tan insignificante para convivir con las ratas,él pensaba que este era un lugar digno para mi.

—¿De verdad es tán horrible el sótano? -pregunté con esperanzas de que dijera que no-. Nadie debería de estar aquí, ¿No crees?

—De lo que estoy seguro,es que no quiero que mi Annie esté aquí -le dió un golpecito a mi nariz-.

La muñequita de un demonio |JJK (+15)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora