La muñequita de un demonio |JJK (+15)

[ 𝑼𝒏 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒒𝒖𝒊𝒐 ]

—Como digas.. -solté un suspiro al ver que poco a poco empezaba a caer-. Entonces vamos al sótano -le miré-. Se supone que yo no debía permitir que salieras de ahí por nada

—Y así ah sido durante semanas.. -respondió-.

La miré una última vez esperando a que se arrepintiera de sus palabras,ella quería salir de aquí,la miraba y lo único que podía notar era miedo,terror en sus ojos,terror en su cuerpo,terror al caminar,pero al parecer no supe expresarme y en vez de hacerla entrar en confianza,la alejé.

—Voy a pedirte entonces una última cosa,olvida esto -me referí a la biblioteca sin libros-.

Su semblante no cambió,decía tener su propio plan,uno con el cual lograría escapar de aquí.
Y desde el fondo de mi alma le deseé suerte,que lograra tener un golpe de suerte con el cual no volviera a pisar esta cárcel.

Pero yo mejor que nadie sabía que eso era imposible.

—Gracias Jin.. -me miró ya adentro-. Pero quiero ayudar a mi familia..

—Park Hee -me recargué en el marco de la puerta-. No se cuando pueda volver a verte..

Sentí una pulsada en el pecho al imaginarme que la próxima ves no la vería con moretones en las muñecas,dentro de un mes podría faltarte un diente.

—¿A qué te refieres? -me acerque a ella-.

—Escóndelo debajo de la almohada -le ofrecí el libro-.

—Caramba.. -se llevó las manos a la boca-. Yo no puedo aceptarlo.. -se negó-.

—Anda Hee -insistí-. Te ayudará a ir a otro mundo,lejos de aquí -señalé su al rededor y sonrió-. ¿O me dirás que no tienes tiempo? -bromeé-. La próxima vez que te vea,quiero que me digas cuál era el código entre Romeo y Julieta

Le tendí una vez más el libro y gustosa lo aceptó,quise jugar con ella,quizás un poco de emoción le hacía falta,yo me ofrecía a darle todas esas emociones para asegurarme de que no reprimiera sus sentimientos.

—Gracias..

Me dedicó una hermosa sonrisa y en mi cabeza grabé la imagen de una niña con los ojos grandes y negros,el cabello hasta la espalda y una sonrisa de oreja a oreja.Cada que viniera tendría que ver a la misma niña sonriente.

(..)

Me asomé por la ventana,oí como el portón se encargó de avisar que por fin había regresado.
Eran más de las nueve de la noche,quizás hasta podría ser una de las primeras horas de un nuevo día,pero eso no me importaba.

Lo que importaba era que había llegado y había prometido contestar a mis preguntas.

Ansiosa por verle entrar por esa pequeña puerta,peiné mi cabello con ayuda de mis dedos y planche el vestido tan bonito que me había regalado.A decir verdad,me daba cosquillas en la barriga de solo pensar que portaba un vestido tan fino como este.

Al fin se oyeron los primeros pasos cerca del sótano,de la puerta se pudo percibir el destello de unas luces,imaginé que ya estaba cerca así que esperé paciente hasta que decidiera entrar,pero se estaba tardando en abrirla.

La curiosidad mata al gato.

Me arrastre por el piso hasta llegar a la puerta y me asomé por la rendija,no pude ver nada más que una luz blanca,pero no sabía de dónde era,¿En qué parte de la casa podría estar?