La muñequita de un demonio |JJK (+15)

[ 𝑱𝒖𝒈𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒂 𝒍𝒂𝒔 𝒆𝒔𝒄𝒐𝒏𝒅𝒊𝒅𝒊𝒍𝒍𝒂𝒔 ]

Era una nueva mañana,un día más lleno de cosas nuevas,y probablemente de nuevos intentos de salir en proceso.Sin embargo,algo hermoso me estaba esperando al abrir los ojos.

—¿Y esto?.. -tallé mis ojos,pensé que no estaba viendo bien-.

Una hada madrina había pasado por aquí.

Aproveché que nadie me podía ver y con delicadeza tomé el vestido que se encontraba sobre la cama,se sentía igual que como se veía,la tela de este era tan fino,que a mis dedos le costaba trabajo dejar de tocarlo.

Admito que mis ojos lo querían solo para ellos y mi piel se enchinaba al pensar en tenerlo puesto.Volví a la realidad y lo dejé justo como lo había encontrado,al verme a mi misma.

Podía oír la risa del vestido de fina tela hacia el mío de tela barata y desgarrada,al menos eso era lo que me decía aquel hombre.Con ayuda de mis manos lo planché al momento en que oí la perilla girar.

—Buen día Park Hee.. -la puerta dejó pasar a semejante cuerpo y la cerró a su paso-.

—Buenos días.. -balbuceé al verlo acercarse-.

—¿Porque no te has cambiado? -parado,ahí frente a mi me preguntó;me extrañé-. ¿Qué no te ha gustado el color? -pronto entendí a lo que se refería-. Lo escogí pensando en ti,sé que el color te asentará bien -me dedicó una diminuta sonrisa-.

—¿Uhm? -¿había entendido bien?,¿sería yo la afortunada de portar un vestido así?-.

—Si princesa,el vestido es para ti -lo tomó y a ojo de buen cubero lo midió en mi-. Anda,es tuyo -me lo ofreció-.

—¿De verdad?.. -mi lengua se tropezaba de la emoción que sentía-.

—Ya te digo que si..-lo puso en mis manos-. Anda,póntelo,te esperaré en la sala

Llevó sus manos a mi cabeza y le brindó una cálida caricia,yo,cual cachorro me opuse al principio pero no puse más resistencia al ver que no tenía malas intenciones.No dudé en aceptar su propuesta y dejé caer el vestido roto para darle paso a uno nuevo.

—Vamos..-pronuncié al ver que éste no pasaba de mis pechos-.

Me costó un poco de trabajo hacer que asentara,una talla más no me vendría mal.Era una hermosa prenda de estampado floreado con mangas de globo y un hermoso escote.Y a pesar de que me quedaba justo al cuerpo no perdía encanto.

Sentía como si hubiera renacido,la sensación era de frescura total,solo me hacía falta el sol y un sombrero de jardín.Cogí mi anterior prenda y la doble en cuatro para ponerla en la esquina de la cama.

Peiné mi cabello con mis dedos esperando tener una buena apariencia,digna de compartir la mesa con él.Mis zapatitos blancos de piso,mi mejor accesorio.

Asomé la cabeza por la puerta y miré a los lados asegurándome de salir sin ningún impedimento,cerré la puerta sin hacer ruido y me encaminé a la cocina.

—Park Hee.. -encongí mis hombros y detuve mis pasos-. ¿A dónde vas cariño?

Su figura se encontraba sentada en la gran mesa de mármol,sin duda era el amo de esta casa y aunque no lo fuese,hacía que todo lo que lo rodeaba y tocaba pareciese ser de su propiedad.

A diario estaba cerca mío,¿Yo también parecía estar bajo su custodia?

—Yo.. -desvíe mis ojos hacia la cocina y volví a él-. Estaba por preparar algo de comida.. -le molestaría que tocara sus instrumentos de cocina,eso sería seguro-.

—Te mandas tu solita por lo que veo.. -pasaba sus dedos por su bien delineada barbilla-. Ven acá princesa

A pesar de su melodía,aún no lograba fiarme del todo,no sabía si su llamado era para llevarme al paraíso o para restregarme contra el piso.