—¿S-sigues ahí? ..-pregunté en voz alta-.—Si bonita -respondió al instante-. ¿Puedo entrar?
—Aguarda.. -me aseguré de que todo estuviera bien acomodado-.
Y cuando le di luz verde,se hizo presente en el baño.
—Voltéate -dijo-. Solo tienes que subir el cierre -explicó y lo hizo-. Ahí está,te queda muy bien
Aún parada,tomó un cepillo café y empezó a peinar mi cabello por todo su largo,me pregunté si le gustaba,pues algunas personas hacían ver el cabello como pobre y sin estilo.
No hizo nada mas,solo se encargó de quitarle el exceso de agua y dejarlo sin nudos.
—Listo.. -se recargó en el lavabo,justo enfrente de mi-. Anda mírate
Presté atención al espejo de cristal,en el había un reflejo completamente distinto a lo que era yo,aquella señorita portaba un vestido rosado de seda y con unas linda mangas blancas,el cabello a su longitud sin duda era lo que más resaltaba.
—Mira esto -observó mi cara-. No se ve lindo en ti -volví a verme en el reflejo,por poco olvidaba el moretón que tenía-. Esto no volverá a suceder si me obedeces -cerré los ojos con fuerza al sentir su dedo índice por la herida-.
Sentí una pomada fresca que estaba quitando la hinchazón.
Me estaba cuidando,cual bebé,me había dado un baño,ropa nueva e incluso sanó la herida que el mismo había provocado,grande fue mi sorpresa al darme cuenta de que sus manos si podían hacer algo mejor que dar azotes.
—Gracias.. -respondí a todas sus acciones-.
¿Puedo saber tu nombre?.. -le miré atenta-.—Jeon -peinó su cabello hacia atrás-. De ahora en adelante deberás llamarme Sr.Jeon
—¿Sr.Jeon? -pronuncié-. ¿Así está bien?
—Si princesa,así están bien -tocó mi frente con una sonrisa-. Ahora ponte las bragas,no quiero te andes paseando sin ropa interior
Se giró en señal de que yo pudiera vestirme sin vergüenza,pero claro que ya la tenía,aunque ahora dudaba de mis pensamientos,alguien que quisiera casarse no le hablaría así a su prometida.
Y pude ponerme el calzón de tela sin preocupación.
Mi entrepierna sintió un alivio al estar cubierta por una fina tela de encaje,no era rasposa ni estorbosa,me hacía sentir fresca y ligera.
Luego de terminar con mi arreglo personal me abrió la puerta del baño y me ayudó a bajar las escaleras para no caer y poder llegar a la mesa.
—Buen provecho bonita -me abrió la silla-.
Era un omelette de huevo con queso,quería saber lo que hacía para poder tener un platillo como este en la mesa,pero ya sabía yo que este hombre no era normal,al menos no como los pueblerinos.
Me vi apenada al no tener el control entre un tenedor de plata y mis dedos,era pesadísimo y jamás había usado uno.
—¿Tan pobre eras que ni cubiertos ocupabas?
-preguntó al ver mis absurdos intentos-.—Lo lamento.. -bajé la mirada,parecía ser ya un acto inconsistente-.
—Pues vas a aprender -dejó a un lado su asiento y se posó atrás del mío-. Cuchillo,cuchara y tenedor -fue señalando cada uno-. El huevo como ves,es una comida suave
-comentó cerca de mi oído-. Por lo cual no es necesario el cuchilloQuizás era mi imaginación,pero su voz se volvía más pesada al pronunciar esa palabra.
—Usa el tenedor -acurrucó mi mano en la suya y tomamos el utensilio-. No temas de agarrarlo con fuerza Hee -apretó el agarré-.
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La muñequita de un demonio |JJK (+15)
FanfictionEl señor Jeon, se aprovecha de la obligación establecida en el contrato y comienza a cuidar de la mujercita como si fuera suya. Convirtiéndola en su niña consentida, protegiéndola del mundo exterior. Hee, queda embelesada con la actitud paternal del...