𝖕𝖗𝖔𝖑𝖔𝖌𝖔

5.1K 331 19
                                    

Odio, rencor, poder

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Odio, rencor, poder. Tres palabras comúnmente usadas y tan desperdiciadas.

Si había una persona que sabía lo que era odiar con tanta fuerza que era temido allá donde fuera, que recordara cada palabra, gesto o acción hacia él para luego hacer pagar a quien lo mereciera, que quisiera tanto el poder como para desafiar al mago más grande de todos los tiempos, ése era Tom Marvolo Riddle.

Entre todos los niños poseedores de magia que Dumbledore había encontrado, ninguno le llamó tanto la atención como Tom. Ojalá pudiera decir que en el buen sentido, mas la primera mirada con cruzó con aquel niño de ojos negros fue el inicio de un recelo creciente a medida que los años pasaban.

Desde su primer día en Hogwarts ese niño se encargó de producir el mismo efecto que en el orfanato donde le había encontrado, el lograr ser temido y respetado a iguales proporciones entre el resto de los alumnos. Por otro lado, la mayoría de los profesores le adoraban, a él y a su perfecto comportamiento, notas y educación. Nadie se imaginaba los ambiciosos planes que se estaban formando en su mente. Nadie, salvo el propio Dumbledore.

Esperaba muchas cosas de esa generación. Veía muchos magos y brujas con capacidades asombrosas. Harry Potter, Ron Weasley y Hermione Granger eran un ejemplo como tantos otros. Sólo esperaba que alguien pudiera detener el mal presentimiento que le susurraba en la nuca cada vez que veía al chico.

Y sus esperanzas se vieron cumplidas. Lo pudo ver claramente el último día de curso. Tom no quería participar en las celebraciones por haber acabado primer año. En su lugar se dirigía a la biblioteca, seguramente el lugar más desierto de todo el castillo en aquel día. Esa equivocación le supuso el cambio de todo su futuro.

Había una chica de su año. Le conocía porque era la segunda mejor de su curso tras él, la hija de muggles Hermione Granger. Al entrar no fue esa bruja la que detuvo todos sus movimientos, fue lo que hacía con una ligera sonrisa lo que le hizo ver algo diferente. Una pila de libros descuidadamente amontonados se había caído sobre una pequeña serpiente, su serpiente. Aquella bruja se había agachado y había recogido los libros rápidamente, liberando al animal aunque se la notara que no era muy fan de los reptiles. Aun así le sonrió y soltó una pequeña risa cuando la serpiente hizo una ligera inclinación en agradecimiento. Nagini vio a su amo y rápidamente se dirigió hacia él. Desde su posición Hermione no podía ver ni al mago ni al nuevo brillo de curiosidad en su mirada, así como Tom tampoco pudo ver la esperanza en un también escondido Dumbledore.

 Desde su posición Hermione no podía ver ni al mago ni al nuevo brillo de curiosidad en su mirada, así como Tom tampoco pudo ver la esperanza en un también escondido Dumbledore

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐔𝐍𝐀 𝐒𝐎𝐋𝐀 𝐄𝐏𝐎𝐂𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora