EL PRIMER AULLIDO

PRIMERAS BAJAS

NARRA MEGAN.

Cuando el ataque de los vampiros empezó, salí de mi casa para combatir a 80 vampiros que había que habían enterado al poblado, al ver la cantidad de rivales me quedo muy claro que mi madre quiere aumentar el número de vampiros para una guerra contra los licántropos. Sin pensarlo dos veces decido hacer una demostración de fuerza y recitó un hechizo para invocar a un gran número de híbridas que habían caído en batalla también un dragón,  para ver sí con eso era suficiente para entendieran que no tenían posibilidades de ganar, pero los vampiros no retrocedieron.

Durante la batalla me di cuenta de que atacantes  estaban usando  armas nuevas hechas de plata que resultaron letales para los licántropos igual que las fechas. Pasados unos minutos note que la plata también hería a los vampiros, busque con la mirara a Anna para ir a contarle lo que había descubierto y la vi luchando con vampiros al mismo tiempo después de lanzarles un hechizo para quitárselos de encima luego me acerco a ella para saber sí esta bien después le informo todo lo que había descubierto, luego sugiero una retirara táctica para poder reguparnos lanzar un contra ataque Anna acepta después de pensar por un momento acepta  y comenzamos a salir del poblado mientras las híbridas  nos cubrían en la retirara pude tomar varias armas usadas por los enemigos.

Después de alejarnos del poblado recite un hechizo para copiar todas las armas, segundos después de haber terminado los vampiros comenzaron acercarse, Anna le ordenó a los pocos arqueos seguían vivos que dispararan causando varias bajas. Pasados unos minutos ambos bandos estaban usando sus espadas mientras tanto yo le hacía algunos cambios al hechizo de invocación para que tanto las híbridas como el dragón pudieran superar todas las defensas que mamá Madison había puesto a la distancia sólo con recitar el hechizo mientras usaba uno para hechizo para comunicarse con mamá Amelia.

Cuando termine de modificar el hechizo les ordené a las híbridas caídas que se lanzarán al ataque, todas obedecieron mi orden menos una, eso me dejó con la boca abierta por  unos segundos, cuando recupere la compostura le volví a ordenar que atacara pero negó con la cabeza, su actitud me dio un poco de curiosidad y le pregunté Martina  porque no quería obedecer mí orden.