Capítulo 25 - Peleas entre hermanos

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Aviso: El capítulo contiene spoilers de "Compañeros de Delitos". Ambas son novelas independientes, pero siendo Jayden [CDD] y Asher [LPDA] hermanos, lo que pasó allí le afectó a Asher y se refleja aquí.

Asher nos contará todo lo necesario, no se requiere haber leído CDD, pero, si teníais pensado leerla, os recomiendo hacerlo antes que seguir con este capítulo por spoilers ❤️

Asher + mucha info = Palomitas y a darle mucho amor ; )

25 | Peleas entre hermanos

Asher Bremen

Jueves, 2 de julio

—¿No crees, Asher?

"Ignórala y se callará", me digo y sigo haciendo pedazos la servilleta entre mis dedos. La destrozo como he destrozado tres más desde que me he sentado en esta mesa del restaurante porque compartir tiempo con Madeline es peor que echarle sal a una herida. Por desgracia, ella estaba en la puerta del edificio cuando Sammuel y yo hemos bajado y, en cuanto nos ha dicho que iba a ir a comer a Vapiano con una amiga suya, Sammuel ha golpeado mi espalda y ha dicho: "Justo íbamos hacia ahí".

Hay dos problemas con eso, el primero es que, por mucho que quiera, no puedo ser más cortante de lo "cortésmente adecuado" con Madeline porque ella se lo diría a mi madre y no tengo ganas de que mi madre -o mi tío- me devuelvan a Estados Unidos a patadas. Mi madre sería más que capaz de eso si empieza a pensar que estoy siguiendo los pasos de mi primo Dominic y sé que, para ella, estoy moviéndome por una fina cuerda con mis respuestas y comportamiento.

Así que, con Madeline, debo tener cierto cuidado, uno que me hace morderme la lengua con rabia con cada una de sus respuestas porque tiene la manía de actuar como si tuviera derecho a juzgarme. Eso hace siempre; juzgarme. Mirarla es ver una crítica constante en su mirada y encontrar molestia en sus ojos verdes con cada uno de mis comentarios. Su "Deberías ser más como tu hermano" está implícito en cada reacción y, a veces, explícito sobre sus labios.

Sammuel sabe eso, sabe que hay una razón por la que, cuando Madeline vino a Le Nouvel Institut con una amiga suya y se unió a nuestra mesa, mi "Voy a por otra cerveza" seguido de escaparme del bar tenía una razón. No preguntó, nunca lo hace porque sabe que no obtendrá respuesta, pero lo supo. El segundo problema, y que viene con Sammuel, es que ahora está disfrutando viendo cómo me revuelvo en silencio porque me la tiene guardada desde que, el lunes, tiré su móvil a la fuente de la explanada al salir de clase y ver que estaba respondiendo los mensajes de su ex-novia.

Le hice un favor, él no quiere verlo así.

Así que esta ha sido su forma de devolvérmelo.

—Te estoy hablando —se queja Madeline, añadiendo por lo bajo un: "¿Puedes creerlo?" hacia su amiga. Los rizos pelirrojos de Madeline golpean su rostro al moverse pero ni siquiera eso puede ocultar su forma de rodar los ojos.

Me yergo en mi asiento, listo para saltarle a la yugular y destrozarla en menos de dos frases, listo para mandar todo a la mierda dándole donde más le duele; en lo poco que ella le importa a mi hermano. Porque si algo sé es observar, y habría que estar ciego para no saber que Madeline sigue tan colgada por Jayden como lo estuvo en la niñez.

Antes de poder decir nada, Sammuel me empuja de nuevo contra el asiento. Un "cállate y compórtate" que me devuelve el control con brusquedad.

Bajo la mirada a los campanelle*con salsa carbonara que siempre pido al menos tres veces cuando paso por la ciudad, eso que ahora son todo menos apetecibles.

La promesa de AsherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora