Luna llena.

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El consejo estudiantil y los estudiantes se subieron cada a uno de ellos al autobús, afuera de la institución estaba tres autobuses.

Karl esta al frente de la entrada del vehículo, espero que se acerca a su lado Amaya—hija—susurra

Amaya camino hacia el con seriedad—¿,Qué sucede?—pregunta al detenerse.

Ten cuidado—dijo preocupado Karl, como si presentarse algo malo.

Estaré bien, dejame ir—dijo fría Amaya, el conductor toco la bocina, Amaya subió tranquilamente y se sentó al lado de Arwen.

¿ Todo bien?—preguntó preocupada Arwen.

Sí...solo que me dijo que tuviera cuidado, no sé con qué—dijo Amaya pensativa—en fin solo quiero divertirme.

Te entiendo, yo igual quiero olvidar lo que somos, solo quiero pensar que somos un grupo de jóvenes pasándola bien—dijo Arwen tranquila, ambas se pusieron a dormir en el autobús, mientras que escuchaba musica tranquilamente.

Al llegar a la zona del camping, los autobuses pararon, bajo todos los estudiantes. Los presidentes de los PSN se dividieron en dos grupos.

Ustedes dos vean la organización de los PSN—dijo Amaya mirando al vampiro y al demonio.

Sí presidenta—dijeron al unisono y caminaron al grupo sobre natural.

Nosotras organicemos al grupo PNN—dijo con seriedad Amaya.

Solo quieres ver a Kioko...si es así, yo me encargo del orden de estos chicos—dijo Arwen.

Primero esta mi deber de presidenta—dijo Amaya con seriedad—además no puedo dejarte todo el peso a ti...no por ahora—susurro preocupada en la ultima frase.

¿ Que dijiste?—preguntó Arwen al caminar al lado de Amaya.

Nada—sonrió Amaya y camino hacia el autobús, solo vinieron los novatos del PNN, ya que los de segundo año se negaron todos. Mejor para los PSN no habría mucha discusión ni tensión para ellos.

Al llegar allí, todos estaban en fila—Señorita presidenta, ¿ Por qué no vinieron nuestros senpais?—pregunto confundida una chica rubia con piel blanca.

Se negaron al viaje, pero nos vamos a divertir juntos—sonrió Amaya, Kioko la miraba muy detenidamente—Vengan siganme...por aquí estarán su cabaña que se quedaran 4 de ustedes en cada uno de ellos.

Arwen se acerco al oído de Amaya—Vete a su lado yo me encargo del resto—susurro.

No puedo—dijo seria Amaya al mirar la lista—Karen Ginterns, Laura Gofunes, Atenea Casares y Dominga Flores—las cuatro chicas pasaron al frente—instalence, después pasaremos a ver si están bien.

Así estaba toda la tarde Amaya y Arwen distribuyendo la cabaña, al terminar dio un suspiro—Esto es agotador, a penas comienza la noche—dijo Amaya con los ojos rojo sangre por la luna llena.

Ami, ¿Puedes controlar tus instintos?—dijo preocupada por la luna llena.

No lo sé, tendríamos que ver si con los mundanos puedo...espero que sí—dijo Amaya seria al ir a su cabaña con Arwen.

Entonces no me alejaré de ti, para evitar problemas...mañana si quieres puedes estar a solas con Kioko—dijo Arwen preocupada.

Tranquila te tomare la palabra—sintió Amaya—mejor que este un poco alejada de los novatos, no quiero hacer algo que después me arrepienta por no controlar mis habilidades de alfa.

Entraron a la cabaña y todavía los compañeros no llegaban—deben estar todavía con la lista...pero en fin ellos se van a divertir con los novatos, son simpáticos, a lo contrario de nuestra generación.

Se escucho un grito, Amaya salio rápido de la cabaña. Ella miro y vio un vampiro externo tratando de chupar la sangre de un chico moreno.

¡Alejate!—dijo Amaya con los ojos rojos intensos, corriendo hacia él.

El vampiro la miro y se río—enserio un alfa pequeño me detendrá.

Amaya se enojo, empujo al novato mundano, Arwen lo tomo—Ami, él esta bien, no le alcanzo a chuparle la sangre...lo llevaré a la cabaña para que descanse.

Bien—dijo Amaya aliviada, sin dejar de mirar al vampiro externo—vete...estos tres días estaremos aquí...no te acerques a estos mundanos—dijo con seriedad.

Bien...me iré solo porque tu eres nueva y si no me alejo me mataras—dijo el vampiro al desaparecer.

Una loba al asecho.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora