Pelea interna.

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Amaya sintió que volvió al subconsciente—¿Qué hago aquí?—pregunto a sí misma, miro un lugar oscuro y de la nada se alumbra un espejo y camino hacia ella.

Hola—dijo su reflejo malvado de color morado—dijame libre esta noche—dijo tétrica. Mientras que su cuerpo se encontraba sentado meditando eso parecía.

No te dejare...no soy esto—dijo Amaya sería dándose la vuelta.

El demonio comenzó a golpear hasta que se libero—Acepta lo que eres...no podrás vivir sin mi.

Te equivocas—dijo Amaya controlando su desesperación—puede que me parezca a mi padre, pero no soy igual a él.

Mentira...eres yo, yo soy tu máximo poder, te lo demostraré si me dejas ayudarte—sonrió malvadamente al susurrarle. El cuerpo aveces en los ojos de Amaya se ponían rojo morado que significaba el mal y otras veces rojo amarillo el bien.

Arwen dejo el novato de los PNN en su cabaña correspondiente y entro—Hola chicos...disculpen, su amigo se desmayo.

Gracias...vicepresidenta, quiere quedarse un ratito—sonrió amable un chico de aspecto simpático.

No gracias...debo resolver un asunto—dijo Arwen tranquila saliendo de la cabaña, busco a Amaya con la mirada y la vio en sus rodillas en la arena.

En el subconsciente Amaya comenzó a pelear consigo misma—No te permitiré poseerme demonio—dijo Amaya con los ojos rojos.

Crees que saber tus virtudes y poderes es mas que suficiente—dijo el reflejo de Amaya con los ojos morados tratando se cubrir su esencia. Amaya se les estaba poniendo los ojos rojos morados.

Espíritu de Amaya lucha por desatarse y liberarse—No...soy esto...mis padre puede que si...pero yo no, mi madre lucho para que hiciera el bien—dijo Amaya rugiendo transformando su espíritu en lobo.

Arwen encontró a Amaya  sentada en la arena—Vamos Ami...es hora de comer.

Pero el cuerpo de Amaya no le respondía—Ami...vamos levantate—dijo algo preocupada Arwen—necesitamos tu permiso para sacar las cosas.

Aún así no  hubo respuesta, ambos espíritus en el subconsciente seguían luchando.

Arwen pudo presenciar el cambio de las pupilas y esencia de Amaya que cambia constantemente.

No la muevas—sugirió Yerald serio—Ella esta luchando con su demonio...en la luna llena siempre pasa hasta que uno de ellos tome el control total—dijo acercándose—dejala que tome su tiempo, si la mueves no sabrás que la poseída la maldad o la bondad—mostró sus ojos morados rojos intensos con una malvada sonrisa.

Y tu eres maldad—dijo poniéndose en guardia para proteger a Amaya—alejate...yo me encargo de Amaya—dijo desafiante.

Tienes razón...soy la maldad pura—dijo mirándola con los ojos transtornados—pero no te lastimaré...sé que mi hermana querida tomara el mismo camino que nosotros.

Arwen se quedo callada al mirar preocupada a Amaya—Ella es una Fernsegs y nosotros somos los reyes de la oscuridad...no puedes cambiar eso ángel, por mucho que quieras ella es lo que es—dijo Yerald tranquilo

Te equivocas —dijo  Arwen—su amor es infinito y por eso la hace distinta a ustedes, jamas se rinde por lo correcto y yo estaré a su lado hasta que ella me diga que basta, la defenderé.

El espíritu malvado estaba a punto de ganar hasta que Amaya recordó a su amada y sus amigas que por ellas lucha. Amaya secreta una esencia celeste y roja para  vencer a su maldad encerrándola en el espejo—luches y luches, te derrotarle—dijo Amaya seria al encerrar en el espejo.

Dentro de  tres meses me librare Amaya y seré tu, tu seras yo, vamos a unirnos y nadie nos detendrá—dijo riéndose.

Amaya volvió en su cuerpo—Yerald—dijo parándose de la arena—deja en paz a Arwen, vámonos—sonrió a Arwen al tomarle de la mano.

Sí vamos—dijo aliviada Arwen al caminar a su lado—¿ Cómo pudiste vencer a tu maldad?.

Eso no fue fácil, tendré esa misma pelea en tres meses mas en luna llena—dijo pensativa Amaya con sus ojos rojos amarillos—pensé en ustedes tres, sabes que me mantiene cuerda.

Arwen se puso a llorar en sus brazos—pensé que te iba a perder y ocuparías mis poderes para el mal—dijo entre sollozos.

Amaya le acaricio el pelo—No...nunca me daré por vencida, ustedes tres son las personas mas importantes—sonrió al besarle la frente.

Kioko estaba buscando a Amaya quería verle. Al darse cuenta que Amaya estaba siendo muy cariñosa con Arwen se molesto un poquito y se dio la media vuelta.

Amaya lo notó, pero no quería dejar a Arwen en ese estado, así que  la dejo irse.

Arwen la percibió—¿ Por qué no fuste con ella?—preguntó confundida al secarse las lágrimas—pensara que soy tu amante o algo así.

Estás mal, después arreglo las cosas con ella, primero quiero que estés relajada...sabes me bajo hambre vamos a comer—sonrió.

Bien vamos—dijo Arwen caminado hacia la fogata—pero después de comer te hablas con Kioko, debe estar algo celosa.

Una loba al asecho.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora