Una loba al asecho.

Discusion.

Señor ¿ Que hace aquí?—preguntó seria Amaya—me estaba a punto de dormir.

Hija...puedes ser mas cortes con tu padre—dijo Karl serio.

Lo soy...enserio ¿ Qué quieres ?—preguntó seria Amaya cruzando los brazos—no te vasta con la marca que me dejaste.

Hija...supe que torturaste a un estudiante—dijo Karl.

Vamos a tu oficina...no es el lugar para hablar de eso aquí—dijo Amaya sería al caminar.

Mientras que Arwen estaba leyendo un poco el libro de curación que tenia en si loker, de la nada siente un leve dolor en el hombro haciendo que se pare y camino hacia el espejo se miro la marca de mordida que le dejo Amaya para cuidarla—Ami esta en problemas—susurro al ver que su marca latía fuerte.

"Arwi, puedes cuidar a Kioko por mi, esta en mi pieza viendo tele, mi padre quiere discutir algo conmigo y vamos directo a su oficina"—le hablo Amaya telepaticamente a Arwen.

Arwen dio un suspiro—" tendré que ser la niñera de la novata, bueno me debes dos"—dijo Arwen molestándola.

"Bien, te debo dos favores"—dijo Amaya telepaticamente

Hija...vamos al laboratorio de tortura—sonrió malvadamente Karl, era mas bien un demonio que un lobo .

No seré mas sometida a tus maltrato, ya tengo carácter—dijo seria Amaya.

Arwen salio de inmediato a la habitación de Amaya, golpeo la puerta—Kioko, soy la vicepresidenta, Amaya me dijo que te hiciera compañía, ya que salio a resolver un asunto con el director.

Kioko escucho y abrió la puerta—Hola—dijo algo intrigada—La presidenta te dijo eso.

Sip, ella tiene que resolver un asunto para un evento—sonrió Arwen al pasar.

En vez de hablarlo mañana en la tarde, ¿,Tan urgente es?—dijo sorprendida Kioko.

Si algo así, ella quiere darle un regalo a los novatos de nuestra facción y nosotros estamos muy feliz, ya que han logrado cambios muy rápidos y notorio—dijo Arwen—esta tratando de convencerlo.

Entiendo—dijo Kioko, ambas se sentaron el la cama y vieron la película.

Mientras tanto Amaya y Karl estaban en el sótano de la tortura—¡ Ya te dije que no torture a nadie!—grito molesta Amaya—¡ No soy el monstruo que quieres que sea!.

Lo eres niña...soy tu padre, mi sangre corre por tus venas—dijo Karl transformando una mano en una garra de lobo.

Aun así no quiero ser tu sombra—dijo Amaya esquivando el golpe—Tampoco pelearé contra a ti, es absurdo.

Eso crees, tendrás que hacerlo—sonrió malvadamente, mira hacia la silla—dijo serio Karl.

Amaya dio la vuelta y vio a Mariel asustada—Si quieres que su poder de demonio este bien, entonces pelea contra mi hija.

Amaya se sentía débil al no pensar que podía ser—¿,Por qué me a tormentas así?—preguntó molesta—ella no es Mariel, es una ilusión.

¿Eso crees?—pregunto Karl sonriendo malvadamente, se acerco a ella y le quito la venda de la boca—Amaya...este es tu padre—dijo decepcionada y dolida—este maltrator es tu padre.

Amaya miro hacia el suelo—Lo es, lo siento Mariel...no soy lo que tu piensas—dijo caminando hacia su padre—No soy tu muñeco y Jamas lo seré...protegeré a cualquiera que este aquí—dijo seria—ocupare su lugar...dejala libre.

No va a poder ser mi querida e inocente hija...debes torturarla con tus propias manos y quitarle sus poderes por ser impura, los demonios y los lobos no se deben cruzar, no debe existir los hijos de distintas especies...es algo innatural.

Amaya sonrió malvadamente, sin controlar su demonio—" Ami, me gusta que seas preocupada por lo demás"—recordó el rostro de Kioko su ángel—¡ No soy como tu!—tiro la cuchilla, desato a Mariel, la puso atrás de ella—si quieres me puedes odiar, pero no te alejes de mi si no salimos de este sótano, espero que aunque me tengas odio y miedo, no cuentes esto...sera malo para todos—susurro al poner sus ojos en amarillos y rugió—padre...tendrás que derrotarme si quieres quitarle el poder a Mariel y no te lo permitiré—dijo, saco sus dientes y despejo el cuello.

No lo hagas, seras igual que ella si la muerdes...los lobos que muerden a otros seres mitológicos absorben el poder de los que prueba su sangre quedando impuros—dijo angustiado Karl.

Amaya sonrió y la mordió con brusquedad para saciar su sed de sangre—¡ Ah!—grito de dolor Mariel, luego se separo—Ya soy impura no—dijo Amaya con la sangre en la boca.

Karl se enojo y comenzó a transformarse, Amaya sonrió malvadamente evitando los golpes—No soy como tu y jamas lo seré aunque seré de por vida un monstruo repulsivo—dijo sería al salir le las alas de ángel—para tu información ya no puedes lastimar a nadie de mi facción—le golpeo la cara con fuerza—soy la loba Guardián y los protegeré de mis demonios y los tuyos padre—dijo volando.

No eres mi hija...¡ Haré todo lo posible para desterraste de este mundo ya sea por mis propias manos, monstruo!—rugió y le goleo la cabeza, Amaya no sintió ningún dolor—¿ de verdad quieres seguir peleando?—preguntó malvadamente.

Por primera vez en años Karl sintió miedo de su propia hija—No mas, vámonos.

Amaya bajo volando y oculto sus alas, volviendo todo a la normalidad, espero que saliera el director y luego ellas.