Sabuduria

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Amaya miro a Arwen que estaba preocupada—Tranquila Arwi soy yo—se levantó de la cama—necesito aire—dijo distraída y en shock de la información.

Ami te acompañó—dijo Arwen preocupada—vamos juntas al sótano allí pensaras con calma.

Si vamos—dijo Amaya saliendo, le seguía Arwen, caminaron en silencio hasta que se topo con Fernanda.

Hola sempai...me puedes enseñar a transformar solo mi mano en una garra, todavía no lo puedo hacer—dijo Fernanda.

Lo siento...tengo compromiso con alguien—dijo Amaya amable— quizás otro día...pídele ayuda a la Sempai Mariel, ella te ayudar—sonrió amable.

Esta bien sempai—salio corriendo con alegría.

Ami...no haz dicho ni una palabra sobre tu viaje, eso me preocupa mas...¿ En qué tanto piensas?—dijo Arwen preocupada.

Tengo tres demonios...dicen que soy la mas poderosa de todos los tiempos,  me contaron que los Alfas solo tiene un demonio o dos...eso me preocupa—dijo Amaya.

Arwen la abrazo—entonces practica no crees para ser una gran loba...para estar a la altura de tu poder—dijo entusiasmada.

Lo frustrante de esto...es que si me inestabilizo emocionalmente, puedo herir a mi alrededor como paso con Kioko—dijo Amaya preocupada.

Puede que lo hagas Ami, pero también puedes estabilizarte...eres una mujer muy fuerte, haz podido controlar a los tres demonios sin problema, ya que eres muy poderosa y no te dejas controlar por nadie...bueno me refiero a tus demonios, porque eres una boba al lado de Kioko.

Amaya rio levemente—Gracias Arwen, ahora sé lo que soy, aún así no dejo de sentirme vulnerable, así que creo que debo pasar lejos de Kioko por una o dos semanas, aunque es obvio tengo que entrenarla, pero nada más que un entrenamiento—dijo volviendo a ponerse seria.

No creo que lejos de Kioko estarás mas o menos estable—dijo Arwen mirándola con seriedad—Ella te hace bien, deberías hablar de esto con ella, es tu pareja ¿No?, quizás sea más madura de lo que piensas—sonrió débilmente.

No puedo decirle, me hace sentir débil al depender de ella, no quiero lastimarla, no no entiendes—dijo frustrada Amaya.

Dio un suspiro Arwen—estás actuando como una niña en este momento, juré que lo habías superado esa etapa—dijo Arwen arqueando una ceja en medio del patio— que mas da si no eres perfecta para ella, todos tenemos nuestros defectos—dijo con voz sabía.

No quiero tener defectos para ella, más que se asusto al ver a mis demonios, no quiero que pase por eso de nuevo—dijo Amaya preocupada.

Sí que hoy estás mas preocupada de lo habitual—dijo Arwen seria y autoritaria— Ami...escucha—dijo tocándole el hombro—Kioko no le da miedo tus demonios si no se hubiera alejado de ti corriendo desde que la soltaste, en cambio se quedo esperándote porque sabía que lo iba a detener, ella sabe tus habilidades y cuanto la quieres, para tu ángel es más que suficiente, no solo ella cree en ti, sino todas las personas que saben que eres más fuerte que esos demonios juntos. ¿Por qué no dejas de ocultarte ante ella? Ya asumiste que eres un Alfa.

Amaya se quedo callada por un instante—No lo sé, la quiero tanto que no quiero que se preocupe por mi y no sentirme vulnerable al lado de ella, deseo protegerla  de todo.

Arwen le dio un chape—Las parejas están para ayudarse y de seguro Kioko quiere que la veas como su pareja que te puedas apoyar en ella como lo haces conmigo y Mariel, se debe sentir frustrada que la veas como una niña, solo es un año menor que tú, no hay gran diferencia—dijo molesta—tu eres mas que una niña que ella...deja de actuar así por amor a Dios o al diablo depende de quién creas—sonrió algo molesta.

Amaya dio un suspiro—bien hablaré con ella después—dijo accediendo—pero si ella duda de lo que quiere  o me da respuesta muy insegura, no le diré nada y  seguiré como he actuado últimamente.

Eso es algo positivo—dijo feliz Arwen al empujarla un poco—quieres pelear un poco para liberar el estrés—dijo entusiasmada.

Amaya la miro—¿Segura que eres un ángel?—preguntó dudosa por la forma en que se puso para pelear.

Sí lo soy, quizás sea un ángel militar, preparada para la guerra—dijo con seriedad Arwen con la mano derecha en la frente, luego se río—vamos o no a pelear.

Esta bien, pero no seré ruda —dijo Amaya—ya que no quiero lastimarte.

Aquí la que va a salir lastimada eres tú—dijo Amaya con los ojos amarillos.

Eso crees—dijo Arwen con los ojos de color plata. Amaya comenzó con golpes leves, no le pudo dar porque las alas las ocupaba como escudo, Arwen le golpeo un par de veces en la costilla, pero no le dolió.

Mira—dijo Fernanda a Kioko— la  presidenta con la sempai Amaya están peleando—Vamos a ver.

Está bien—dijo Kioko con voz débil

Amaya transformo la mano derecha en garra para despejar las alas del cuerpo de Arwen, pudo abrir un hueco, pero de la nada mira a Kioko, se distrajo y Arwen la golpea en el estómago haciendo que volara y chocara con la pared.

Arwen voló hacia ella—A ¿estás bien?—preguntó.

Amaya sonrió con algo de sangre en la boca—estoy bien, solo me distraje—sonrió.

Ami...tienes los ojos amarillos en vez de rojos—dijo preocupada Arwen—por eso estás débil, te afecto un poco el golpe.

Kioko corro a su lado—¿ Estás bien?—preguntó preocupada.

Ya tengo la idea del porque te distrajiste—sonrió Arwen maliciosamente—Veré tus órganos, no deberías haber sangrado por esa trayectoria, en especial si eres un alfa—dijo preocupada Arwen.

Vamos a su habitación—sugirió Kioko.

Arwen miro a Amaya que comenzó a temblar—esto no es normal—susurro preocupada—Kioko quedate aquí, debo ir a ver la enfermera...esto se va a poner peor—la tomo y salio volando.

Una loba al asecho.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora