Preocupación

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Presidenta...¿Por qué no me besaste?—preguntó Kioko avergonzada al ver como Amaya se alejaba de ella.

Kioko estabas muy nerviosa y tensa, así que mejor pare, no quería que te sintieras mal—dijo Amaya con amabilidad en busca que de una película en el cajón—tenemos....mi novio es un zombie, antes de ti,  ¿Quien eres?, una voz silenciosa...esa es la que tengo que soy algo romanticas, las otras son de terror y creo que te pueden dar miedo.

Kioko se acerco y tiro las películas—¿ Puedo besarte?, no sé me despertó un deseo—dijo seductoramente.

Amaya la miro detenidamente—“Esta no es Kioko"—pensó y detuvo su beso con su mano, la abrazo y vio un pequeño duende travieso que le estaba susurrando en el oído, lo atrapo—esperame un poco Kioko, creo que se me quedo algo afuera—sonrió amable y salio rápido.

Que agresiva presidenta—dijo molesta el duende al verla—presidenta ella tiene sentimientos oscuros por ti...sé cuidadosa, no es lo que parece.

Por favor Mariel, sé que te da celos ella, pero por favor no te metas y deja de lado tus hechizos...te pueden sancionar por eso—dijo preocupada Amaya—No sé si pueda defenderte lo suficiente.

Mariel apareció frente a ella—Amaya, entiende esa chica es rara, su presencia esta cambiando, no quiero nada que te pase, eres una de mis amigas queridas y no quiero perderte.

Lo sé mi lobi linda, pero por favor no hagas esto de nuevo...prometo que me estoy cuidando con respecto a la novata—dijo Amaya al abrazarla—por favor deja de usar esos hechizos por tu bien o sabrán que eres mitad demonio y te mataran—susurro preocupada.

Mariel dio un suspiro—Bien...lo haré por ti Amaya, solo prometeme que si pasa algo entre ustedes dos me lo dirás directamente, porque sabes que me molesta que me ocultes cosas.

Sí lo haré—dijo Amaya besándole la frente—Vete a tu habitación, mañana paso a verte—Mariel salio de allí y camino hacia su pieza que estaba a cinco espacios a la derecha de ella—Listo...no era nada—dijo Amaya al entrar.

Que bueno—dijo Kioko sentada en la cama viendo ¿ Quien eres?—es bonita esta peli.

Amaya se acomodo y se puso al lado de ella—Perdón si paré, si te sentiste mal porque no te bese.

Sabes presidenta quería ese beso tuyo—dijo avergonzada Kioko—luego no recuerdo que paso.

Ah...eso...creo que casi te desmayas, supongo por la impresión, no quiero que te sientas mal por algo o incomoda—dijo mirándola de reojo Amaya.

Kioko le puso pause a la película y la abrazo—Lo sé, te preocupas mucho por mi y eso es lo que me gusta de de ti presidenta...¿ Puedo decirte por tu nombre?.

Amaya asintió avergonzada—Solo dime Amaya cuando estemos a solas, no puedo tener tanta familiaridad contigo o con cualquiera de tu facción...hasta que pueda cambiar algo de este sistema.

Entiendo Amaya—dijo algo triste—¿Por qué? tu no pudiste nacer un PNN o yo unos de los tuyos...eso me frustra.

Amaya la abrazo y le acaricio la cabeza—Lo sé, pero quizás en algún momento seremos una para la otra.

Deseo que ese momento llegue pronto—dijo algo triste Kioko.

Kioko...¿ Te puedo besar?—preguntó Amaya al mirarle los labios.

Sí, no seas tan brusca, este sera mi primer beso—susurro avergonzada Kioko.

Amaya sonrió amable, le toco la cara con delicadeza, se acerco a los labio despacio y planto su boca suavemente en los de Kioko, abría y cerraban la boca lentamente como si el tiempo no pasase, disfrutando la suavidad y el sabor de la boca de cada una. Kioko quedo sin aire y se separo.

Besas excelente Amaya, lo aprendiste tu sola—dijo Kioko algo radiante.

Pues...algo así, estaba con alguien antes de ti, pero era algo arrogante y no era lo que yo esperaba, así que termine esa relación y no he estado con nadie mas—dijo Amaya incomoda.

Osea...ya te habías besado con alguien antes—dijo incomoda Kioko—¿,Cómo era esa persona?.

No hablemos de eso...no me gusta recordar a personas que han sido mala en mi pasado...quiero vivir el presente de la mejor manera que pueda—dijo Amaya.

Esta bien, solo tenia curiosidad—dijo Kioko mirando hacia la película—sigamos viéndola.

Amaya la abrazo y se quedo quieta—Lo siento, pero cuando sea el momento te diré lo que pasa y mi pasado—dijo al poner su cabeza en el hombro.

Kioko sonrió—¿ De verdad?—preguntó feliz.

Claro— sonrió Amaya, bajo la cabeza y la volvió a besar, siento algo fuerte haciendo que marcara sus besos en su mente.

Golpearon la puerta—Kioko no salgas, ya vengo por ti—dijo Amaya al sentir a su padre afuera.

Kioko asintió asustada. Amaya salio  con tranquilidad.

Una loba al asecho.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora