Una loba al asecho.

Quiero estar contigo y tus demonios

Amaya y el consejo estudiantil se fueron a la sala de reuniones—Ahora ¿ Cómo te podemos llamar?, ya no eres la presidenta—dijo Carantheir avergonzado.

Solo diganme Amaya...saben a pesar que ya no formaré parte de esto, pueden contar conmigo—dijo al abrir la puerta y vio la mesa llena de comida—Chicos esto es...

Hay que despedir bien a la presidenta, quiero decir Amaya, de verdad fuiste una excelente presidenta y nos demostraste muchas cosas y aprendimos de ti—dijo Adze con seriedad y una leve sonrosada en la comisura del labio.

Esto es magnifico—dijo feliz Amaya, abrazo a todos—saben que los extrañare como mis compañeros...no solo mis compañeros si no mis amigos—dijo Amaya algo triste.

No hay que ponerse triste—dijo Arwen feliz— además no creo que Amaya deje de visitarnos en la sala y no nos dejaras abandonados o ¿,si?—dijo preocupada Arwen al mirar a Amaya.

Claro que no—dijo Amaya con una sonrisa—si me necesitan siempre estaré para tofos ustedes.

Lo sabemos Amaya—dijeron al unisono los tres amigos—Ami...me gustaría que me enseñes mas a controlar temperamento—dijo Adze—me has ayudado mucho este ultimo tiempo y no he lastimado a ningún mundano.

Eso son buenas noticia tesorero—dijo Amaya orgullosa.

Dime Adze...eres una buena amiga a pesar que seamos de distintas especies...creó que te subestime—dijo Adze avergonzado.

Si creo que lo hiciste, pero eso esta en el pasado—dijo Amaya y se sentó a comer—Vamos a comer que se ve delicioso y me dio un hambre.

Sí—dijo Adze al sentarse en la silla y luego los otros dos compañeros

Comieron y hablaron los cuatro toda la tarde como si no hubiera brecha entre ellos, Amaya se sentía muy feliz y tranquila que el ambiente se dio así. Al terminar toda la comida y hablar por horas, se levantaron de la mesa.

Ami...te tenemos un regalo—dijo Arwen con amabilidad, le paso una caja a Amaya—es por parte de todo en e consejo.

Amaya lo recibió y lo abrió, era un collar que tenia una piedra color celeste con un cuero delgado que afirmaba la piedra— es muy lindo chicos...gracias—dijo feliz al ponérselo en el cuello.

Esta gema es de suma importancia para los vampiro y demonios—aclaro Adze— simboliza nuestra unión como amigos, esta piedra absorbe toda la energía malvada y sabemos que tu estás constante con esas esencias...todos nosotros la tenemos—dijo y saco la piedra, los otros dos también lo hicieron.

Cuando nos necesites puedes pensar en nosotros y la piedra brillara—dijo Carantheir— y estaremos allí para ti Ami

Amaya se acerco les tomo la muñeca a Adze, saco sus colmillos y los mordió levemente sin dejar salpicar mucha sangre, ni moderlos tanto— Esta es una marca de protección anti Alfas de mi especie, si necesitan ayudan solo piensen en mi, tranquilos no lo verán sus especies, solo nosotros los alfa podemos verlos—dijo Amaya sonriente—es un regalo de agradecimiento. Luego mordió a Carantheir— sugerencia mantengan se alejados de mi padre...es peligroso si los consideran una amenaza para el y sus planes...yo mantendré alejado de ustedes, pero no se arriesgen.

Adze y Carantheir no vieron la marca—¿ Por qué no esta?.

Porque no están en un verdadero peligro, si llega el caso la marca comenzara a salir y a parpadear, en ese instante tratare de llegar a ustedes ...pero espero que no llegue ese momento— se paro de la mesa y comenzó a ordenar en silencio, todos ayudaron a limpiar.

Ami—susurro Arwen—¿ Cuándo lo aprendiste eso?—preguntó.

Una vez vi a mi padre marcar a alguien de esa forma...pero la única manera de lograrlo si eres un verdadero alfa, como mi padre no me había marcado para ser esto, tuve que convertirles a ti y Mariel en mis betas, para poder protegerlas...prometo que cuando tenga a mi manada y sepa revertí el efecto de la marca, te librare— dijo Amaya al botar la basura.

Bien Ami—dijo Arwen, aunque no sabía porque tenía un sentimientos de tristeza.

Al terminar de ordenar los cuatro salieron de la sala y se fueron a sus respectivas habitaciones en su zona.

Amaya se despidió de Arwen con un abrazo y un beso en la mejilla—Hasta mañana presidenta—bromeo y entró a su pieza.

Llegaste—dijo Kioko  en pijama algo revelador, haciendo que Amaya se pusiera algo nerviosa. Llevaba un short que solo le cubría los glúteos y una camisa que dejaba  descubierto su cuello que dejaba al descubierto levemente sus mamas.

Sí...disculpa si te deje preocupada—dijo Amaya al tomar su pijama e ir al baño, cerro la puerta con llave—¿Cenaste?.

Sí, te deje un poco de carne cruda en la mesa para que comieras, de seguro no comiste nada en la sala del consejo—dijo Kioko apoyada en la puerta.

Te equivocas...si comí, aunque fue pura porquería de comida chatarra, ya que me dieron como un bufet de despedida y me dieron regalaron, un colar muy lindo—dijo Amaya al vestirse.

Que bueno me alegro que la hayas pasado bien con los chicos—dijo Kioko feliz—¿ Cómo te sientes al dejar el consejo?.

Amaya se quedo un rato pequeño en silencio— algo doloroso, porque quería cambiar el sistema, pero sé que Arwi lo hará bien, quizás después pueda retomar el consejo—dijo al salir del baño con el pijama, se sentó a la cama y le tomó la mano de Kioko—primero quiero que seas una excelente loba, que aprendas lo que necesites y ser...algo mas que tu amiga, me gustaría que pololiaras conmigo...pero...no sé si tu me aceptas con todo y mis demonios, no quiero presionarte ni nada, solo quiero que sepas que mis sentimientos son sinceros...tomate tu tiempo en decidir...yo te espero—dijo Amaya al tocarle el rostro de Kioko.

Kioko la beso con pasión—Quiero estar contigo y tus demonios, me gustas mucho y no quiero estar con nadie mas que tú...es verdad aveces me dan miedo tus demonios, pero sé que nunca me lastimarías y que me quieres lo suficiente para no lastimarme...eres una persona que eres sincera y amorosa, te preocupas por todos y su bienestar.

Amaya sonrió amablemente—Supongo somos pololas desde ahora—dijo feliz al abrazarlas— vamos a dormir...estoy cansada.

Si vamos—dijo Kioko al meterse debajo de las tapas. Amaya hizo lo mismo y se durmieron abrazadas hasta el día siguiente.