Cambio de dieta.

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Al llegar al comedor estaba Mariel hablando con un chico muy simpática  y amable, vio de reojo a Amaya, Arwen y Kioko, se inclino al despedirse, corrió hacia ellas—¿,Cómo están el par de heridas?—preguntó al mirara a Arwen y Amaya.

Si estamos bien—sonrió Amaya.

Ami...sabes que tienes los ojos amarillos intensos—dijo preocupada Mariel.

Sí lo sé, digamos que mis poderes están algo anulados por una semana—dijo al caminar, le seguía su grupo de amigas y su polola.

Osea eres una débil mundana—concluyó Mariel molestándola.

Sí supongo—sonrió Amaya levemente—pero puedo ver las alas de Arwen, tu piel de demonio, así que ciega como ellos no estoy, pero si soy muy débil en fuerza física y resistencia—sonrió al caminar al caminar.

Te cuidaremos—dijo Mariel al abrazarla—seras nuestra mascotita—dijo seria al acariciarla la cabeza.

No abuses sabes que soy más fuerte—dijo desafiante Amaya, dio un suspiro—por la semana me tendrán que cuidar hasta que me recupere.

¿Qué le paso a la loba?—preguntó con ironía Belcebu—eres débil.

Amaya sonrió seriamente— solo me enferme...nada importante.

Si claro, tus ojos están débiles de seguro no puedes tener ni una pelea—dijo riéndose Belcebu.

Y tan arrogante como siempre...me retiro me aburre esta discusión innecesaria—siguió el camino Amaya.

Belcebú se molesto y le dio un golpe en el rostro haciéndola sangrar—¿Qué te pasa?—preguntó molesta Kioko al ponerse al frente de Amaya.

No te metas Beta—dijo serio Belcebú—esto es entre la alfa y yo.

Amaya dio un suspiro—No puedo pelear, así que me retiraré—siguió su camino.

Hay por favor, tan enferma estás—dijo Belcebú con sarcasmo al sostenerle la manga para molestarla y luego puso su mano en el hombro de Amaya.

Arwen le toco el brazo de Belcebu con fuerza al quitarlesela del cuerpo de su amiga—No se permite peleas aquí—dijo desafiante—Vete ahora—ordeno apretando el brazo.

Esta bien—dijo serio al mirar a Amaya—No te salvarás de una pelea alfa, es decepcionante que dejaras la presidencia por una estúpida beta—dijo molesto y desapareció.

Kioko la limpio la nariz—¿Estás bien ?—preguntó preocupada

Sí lo estoy, solo fue un golpe suave, aunque para mi cuerpo mundano fue letal—dijo alejándose de Kioko al sentir la presencia de su hermano.

Hermana, supe que no puedes pelear...quiero cuidarte—dijo Yerald preocupado.

No...nosotras lo haremos—dijo Mariel al mirarlo—No es necesario tu presencia.

Arwen miro a Amaya—esta bien, no te preocupes—sugirió.

Bien—dijo Yerald serio, luego miro a Amaya—si necesitas de mi ayuda ya sabes donde encontrarme hermana—desapareció.

Por fin las amigas quedaron solas y fueron a comer. Mariel, Arwen y Kioko sacaron su plato de comida especial, se fueron a la mesa que estaba lo mas lejos posible de la multitud para que nadie mas sepa lo que paso con Amaya.

Amaya llevaba su plato normal de carne cruda, se sentó en la mesa. Mira el plato sin apetito—¿ Sucede algo?—preguntó preocupada Arwen al comer.

No tengo apetito de carne cruda, me esta dando asco—dijo Amaya corriendo el plato—creó que iré por comida mundana—se paro y camino hacia la cocinera—Buenas me puede pasar un plato mundano, es que mis  habilidades se bloquearon.

Tranqui, no hay problema el director nos dijo de tu situación—dijo la cocinara pasándole arroz con pollo cocido.

Gracias—dijo Amaya al tomar el plato y dirigirse a la mesa donde estaban sus amigas. Se sentó y comenzó a comer tranquilamente, sus  amigas la miraban detenidamente—¿ Por qué me miran así?.

Solo es extraño que uno de nosotros coma esto—dijo incómoda Mariel.

Recuerda que antes de transformarnos comíamos exactamente lo mismo que un mundano—interfirió Arwen al comer.

Mariel quedo en silencio y siguió comiendo, por lo menos nadie noto la extraña situación de la alfa, solo Belcebu que estaba molesto por la elección de Amaya al dejar la presidencia por Kioko, él no le encontraba sentido a su prioridad que era la chica de primer año que casualmente vive con ella.
Pasaron tres día enteros y ya el apetito de Amaya volvió a la normalidad, igual que los primeros días dormía mucho, al principio a Kioko le preocupo, pero al ver que tenía buenos resultados y que de a poco los ojos se estaban mejorando el color.

Que bueno que ya te volvió el apetito—dijo Mariel tranquila—pensé que tendríamos que verte comer comida mundana por toda la semana, eso me da asco para ser sincera.

Amaya  se puso la carne cruda que estaba sujetos la tenedor, se lo puso a la boca, comió y luego hablo—Mary, era un proceso que debía pasar, de seguro la mayoría  de los alfas le sucede al ir a su subconsciente—sonrió y volvió a poner el tenedor en su boca con otro trozo de carne semi cocida.

Sí eso supongo—dijo Mariel pensativa al comer—Haz mejorado tu físico un poco—dijo al analizarla—y tus ojos se están volviendo amarillos opacos.

Sí y ya estoy durmiendo menos de lo que dormido la primera vez—dijo Kioko aliviada.

Chicas paren, saben que Ami estará bien—interfirió Arwen— es molestoso que recalquemos los mini cambios que tiene.

Sí tiene razón Arwi—dijo Amaya sería—ya han pasado solo tres días y es incomodo esta situación—dijo algo molesta—por favor paren con ese tema—comió y se paro de la mesa con el plato, lo dejo y se fue de allí.

Arwen negó con la cabeza—Dejenla pensar, es complicado su estado, no sean hostigosas con ella—dijo seria al ver que ambas estaban parándose— Sientense.

Las dos hicieron caso a Arwen. Mientras que Amaya recorrí el patio pensando—“ Es molestoso este contratiempo"—pensó molesta—pero no puedo entrenar y me carga que las chicas me protegan de Belcebu que esta molesto conmigo.

Hermana ¿ Qué te trae por aquí?—preguntó preocupado.

Hola...solo estaba pensando y analizando mis frustraciones, para no molestar a nadie con mis problemas—dijo distraída Amaya.

Hay hermana, si quieres podemos ir a hablar a mi cuarto—sugirió.

Espera este no es mi hermano"—pensó al mirarlo—“siento su esencia diferente, pero no puedo deducir quien es"—se dio la media vuelta—No gracias—camino tranquila y luego apuro el paso al sentir la presencia de esa persona que decía que es su hermano, choca con Kioko.

Cariño—dijo Kioko al verla agita—¿ Estás bien?.

No pasa nada—dijo Amaya al ponerse seria—solo estaba caminando y me asuste—“ No dejare que se preocupe total me falta pocos días para volver a ser yo”—pensó preocupada.

Te ves preocupada, odias esto no—dijo comprensiva.

La verdad sí lo odio, pero esto lleva tiempo...en fin quiero ir a dormir—dijo Amaya con un bostezo.

Está bien, vamos a descansar—sonrió y la abrazo—no te preocupes, te voy a cuidar si pasa algo—le beso la frente y ambas caminaron a la habitación. Las dos se acomodaron en la cama, Kioko le hizo cariño y se quedo dormida Amaya hasta el otro día.

Una loba al asecho.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora