~Elizabeth ~
Caroline se había separado de Edward y lo estaba evitando a lo cual yo no entendía ya que si eran compañeros tenían la necesidad de estar juntos. Pasaron treinta minutos hasta que ella decidió hacer a ese a él y empezaron a hablar, ella le contó algo y los comenzaron a reír así que aproveche ese momento y les tome una fotografía. Seguí haciendo mi tarea ya que si los seguía observando nunca la terminaría.
—La respuesta es 2π. —comento Caroline.
—Gracias, pero y Edward, por qué no estas con él. —comenté.
—Cristian lo llamo y él se fue. Así que decidí venir donde ti, no es bueno espirar o entrometerse en la vida de los otros a veces puedes enterarte de algo que te destrozara Elizabeth. — expreso con una mirada triste.
—Olvidándonos de que los espía dime porque te estabas alejando de él. —pregunté.
— ¿Él tiene otra compañera verdad?, su mate. —a lo cual yo asentí con la cabeza.— Él la quiere mucho aunque intente ocultarlo y el amor que siente por ella es más grande que el lazo que tengo con él. No me importaría quedarme sola con tal que él sea feliz pero que aquello me destrozaría y no podría con ese dolor. Siempre pensé en tener una familia pero ahora mi sueño se está desvaneciendo y temo que sea para siempre. Iré a pasear me hará bien dejar de pensar en ello.
—Puedo pedir a alguien que te acompañe.
—No, estaré mejor sola necesito pensar en que a haré sin él y otros aspectos de mi vida. No me gustaría que cuando el de su elección y no sea lo que yo espero demostrarme indefensa y no tener un lugar al cual irme. —comento para acto seguido ir a dar su paseo.
Intente terminar mi tarea lo más rápido posible para ir a buscar a Caroline, al terminar mi tarea me di cuenta que había rompido mi propio record en tiempo para hacer tarea esta vez me había demorado 30 minutos y normalmente me demoraba 2 o 3 horas ya que me distraía muy fácil.
—¿A dónde vas?—me pregunto mi padre.
—A buscar a Caroline, ha ido a caminar pero tengo miedo de se pierda.— lo cual mentí.
—Esta bien pero no tardes mucho ya tendremos una cena con la familia de Alexter, por esa razón Eiden se ha ido pero te ha dejado un libro en tu cuarto, dijo que se llevaría la copia ya que nadie notaria la diferencia.— comentó mi padre.
—Okay llegaré rápido, chao papá.— lo dije y acto seguido ir a buscar a Carolina.
La estaba buscado durante 18 minutos y no la encontraba ya estaba a punto de regresar a la manada pero en ese momento capte el olor Alexter, escondí mi olor y seguí aquel rastro ya que quería darle una sorpresa.—«sin saber que la que se llevaría la sorpresa seria yo».
Me escabullí por los arbustos lo mas silenciosa que podía hasta que pude escuchar a Alexter hablando con alguien más, agudice mi oído y me hacer que un poco más a ellos pero no mucho para que no me descruban. En ese momentó las palabras de Carolina vinieron a mi mente «No es bueno espirar o entrometerse en la vida de los otros a veces puedes enterarte de algo que te destrozara Elizabeth.»—Tienes que decircelo, yo no pienso ser madre soltera Alexter. No me interesa que ellos te declaren la guerra mi padre también puede hacerlo y creeme que con la ayuda de nuestros aliádos te destruiríamos.—Me alce un poco y pude observar a Melanie quien le reclamaba eso a Alexter pero porqué.
— Se lo diré pero necesito tiempo Melanie entiendeme. No puedo decirle de la nada que estas embarazada y ese hijo es mío, la amo y no quiero lastimarla.—lo dijo Alexter mientras yo sentía como la vista se me nublaba y las lágrimas bajaban por mis mejillas. Sentí unos brazos alrededor de mi cuerpo y luego solo oscuridad.
~♦~
Me dolía la cabeza sentía como si me hubiera dado un golpe en la cabeza, sentía que estaba viviendo una pesadilla o despertándome de un mal sueño. Intente levantarme pero el dolor de cabeza me lo impidió y volvió a acostarme, no quise abrir mis ojos. Solo quería que todo sea un mal sueño y que lo que dijo Alexter fuera mentira.
—Tranquila todo estará bien Lizzy, Caroline esta aquí para cuidarte para agregar tu vida.— reconocí esa voz inmediatamente era la voz de mi madre, intente abrir mis ojos para poder verla pero fue inútil.
Pasaron algunos minutos, tal vez horas desde que intente abrir los ojos y levantarme; todavía sentía como una última lágrima rodada por mi mejilla. Sentía los cálidos brazos de alguien alrededor de mi cuerpo y como intentaba calmarme con una canción. Por su olor diferencie que era Caroline me aferre más a ella no quería soltarla, no quería estar sola; Caroline había sido como una madre para mi hermano y yo, ella fue quién nos cuido desdé que llegamos a el templo.
—Tranquila Lizzy todo estará bien, solo tenemos que levantarnos con la frente en alto y encararle a la vida. Tranquila estoy aquí para ti. Para ayudarte.—decía Caroline mientras acariciaba mi cabellera.
— Yo soñaba en tener un cuento perfecto, una vida con los dos, no una vida así... No puedo.—dije, con la voz entrecortada.
— Las dos soñamos con un cuento perfecto que no se haría realidad; nos aferramos a una vida, un sueño que no nos pertenecía.— expreso Caroline dejando escapar un suspiro.— Pero el lazo que tu y él tienen es muy fuerte. Su amor es muy fuerte.
— Creo que esta vez te equivocas. Él y yo no tenemos un futuro, y ahora que lo veo es muy tarde... porque me ilusione con algo que no era para mi.
—Basta Lizzy esta no eres tu, dónde esta la Elizabeth fuerte que conocía esa mujer que le daba batalla a los cuatro vientos. Quiero que esa Elizabeth hable conmigo.— lo dijo alejándose de mi.
— Esa Elizabeth sigue aquí.—lo dije señalándome.— En alguna parte pero asomara cuando me sienta mejor.—lo dije con una débil sonrisa situado me a su lado apreciando el bello paisaje que nos rodeaba.
Sabia que sería difícil para mi el recuperarme de esta noticia pero había encontrado un hombro en el cual apoyarme, alguien que me ayude a salir de esto. Había encontrado una amiga, una segunda madre.
¡
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Mi Mate El Lobo Negro
Kurt AdamBlanco y negro dos colores totalmente distintos pero fundamentales, que siempre han existido. Lo mismo pasa en esta historia, dos manadas una del norte regida por los lobos negros y otra manada en el sur gobernada por los lobos blancos. Como todo re...