Diana Prince mejor conocida como Wonder Woman, ha tenido una vida larga protegiendo a los inocentes, ha perdido a su primer amor pero lo que menos se imagina es conocer a su verdadero amor, su alma gemela, su ángel, la que hará que su mundo cambie d...
Caminé tranquilamente por las calles de Londres, había mucha gente riendo y siendo felices, algunos comían en los balcones de los establecimientos, habían otros que tenían mesitas afuera, una sonrisa se plasmó en mi rostro por qué a pesar de que he visto tanto horror en el mundo del hombre, también hay luz y esperanza, además es un buen día, el sol calentaba un poco pero me gustaban estos climas, miré por la avenida para después cruzar.
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Miré a una pequeña niña jugando con una muñeca de madera, se veía muy linda con su vestido de color verde coral, sonríe levemente al escuchar la risa de la niña, seguí caminando por la calle, observando cada detalle que encontraba fascinante.
Mis ojos escanearon a las personas tomando café en las mesitas que estaban afuera de un establecimiento, mis ojos se detuvieron en una mujer, la misma mujer que en estos días no salía de mis pensamientos, estaba sentada tomando café y leyendo un libro en sus manos, se veía tan hermosa, sonreí mientras la miraba fijamente y caminaba hacía ella.
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-Buenos días Lena, parece que el destino nos vuelve a juntar-. Dije quedándome detrás de las pequeñas vallas que separaban las mesas de la calle.
-Diana... Es un gusto volver a verte-. Dijo Lena con una hermosa sonrisa mientras se levantaba de su asiento.
-¿Quieres tomar un café? Yo invito-. Dijo un poco nerviosa y sonreí de lado.
-No quiero molestarte, solo pasaba por aquí y al verte, decidí saludarte-. Dije con sinceridad mirándola a los ojos.
-Oh... No, no molestas, por favor, toma un café conmigo-. Dijo Lena haciendo una señal a su mesa.
-Bueno, si insistes-. Dije asintiendo con la cabeza y caminando hacía la entrada para después llegar a la mesa de Lena. Ambas tomamos asiento y sentí como mi corazón se acelero un poco al tenerla nuevamente enfrente de mi, antes de que ambas dijéramos algo, un chico se acercó para darme la carta que tome con una sonrisa.
-¿Así que solo estabas caminando por aquí?-. Dijo Lena dándome una sonrisa y una mirada que me puso algo nerviosa.
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