Diana Prince mejor conocida como Wonder Woman, ha tenido una vida larga protegiendo a los inocentes, ha perdido a su primer amor pero lo que menos se imagina es conocer a su verdadero amor, su alma gemela, su ángel, la que hará que su mundo cambie d...
-Andrea, ya te dije que se llama senderismo-. Dije negando con la cabeza mientras metía algunas cosas que me faltaban a la mochila.
-Si, ya entendí... ¿Y a que irán?-. Dijo Andrea haciendo que riera fuertemente.
-Vamos a ver la belleza de la naturaleza, eso harías tú si no fueras tan floja-. Dije rodando los ojos haciendo que ella me mirará mal.
-Bien, hablemos de Diana-. Dijo Andrea recargandose en el marco de la puerta y cruzandose de brazos.
-¿Y qué quieres hablar de ella? Ya se que eres fan de ella-. Dije divertida mientras alzaba mi ceja izquierda.
-Si, si, no te burles de eso, lo que quiero saber es que se traen ustedes dos, ambas coquetean todo el tiempo, se ven de una manera tan cursi, siempre te sonrojada cuando ella te halaga, ¿Te gusta Diana?-. Dijo Andrea mirándome fijamente a los ojos.
-¿Y tú como te has dado cuenta de todo eso? Solo has comido dos días con nosotras por qué estás más ocupada con tu nuevo novio llamado Jacob-. Dije cruzándome de brazos.
-¡Oye! Pues solo me bastaron esas dos veces para ver cómo se miran como tontas enamoradas, además tu llevas toda una semana haciendo todo a un lado para pasar tiempo con Diana Prince-. Dijo Andrea y yo la miré mal.
-Solo le estoy enseñando los lugares más geniales de Londres, además no puedes culparme y si... Si me gusta Diana, ¿Algún problema con eso Rojas?-. Dije y Andrea se hecho a reír, pero antes de que dijera otra cosa, tocaron a la puerta y una sonrisa se formó en mi rostro.
-¡¿Lo ves?! Has puesto la sonrisa de tonta enamorada-. Dijo Andrea y yo la miré de mala manera, la ignore y abrí la puerta solo para quedarme estática al ver a Diana Prince en todo su esplendor.
-Hola Lena, te ves bien, ¿Estás lista?-. Dijo Diana con una enorme sonrisa en su rostro.
-Si, estoy lista, te ves estupenda, solo deja voy por mi mochila-. Dije mientras mi corazón latía como loco, Diana dijo que me esperaría afuera mientras me daba un guiño sexy.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dios mío, controlate Lena, toma un respiro, ingresé y fuí por mi mochila mientras que una Andrea todavía en pijama me miraba divertida, le hice una señal grosera con mi mano y me marche, aunque tenía que darle crédito a Andrea, se había dado cuenta rápidamente de mi enamoramiento por Diana, aunque creo que es más que enamoramiento, nunca me había sentido así por nadie en tan poco tiempo, ni siquiera por Jack o Victoria y esto me hacía poner muy nerviosa.
Diana y yo nos conocemos desde hace una semana y cada vez aprendo más de ella y sus gustos, eso hace que sea imposible no enamorarse de ella, Diana simplemente es especial, única, acelera mi corazón cada vez que estoy cerca de ella, sabía que amaba el helado de vainilla, los croissants, amaba el arte, le gustaba la música clásica pero también otros géneros, entre ostras cosas, ella es una mujer muy elegante sin siquiera proponérselo, era una diosa.
