Diana Prince mejor conocida como Wonder Woman, ha tenido una vida larga protegiendo a los inocentes, ha perdido a su primer amor pero lo que menos se imagina es conocer a su verdadero amor, su alma gemela, su ángel, la que hará que su mundo cambie d...
-No puedo creer que estés aquí, ¿Era esto lo que tenías oculto verdad? ¿Por eso no respondías mis llamadas?-. Dijo Diana alejandose un poco para poder mirarme fijamente a los ojos.
-Tenia que guardar bien mi fachada, ¿No? Lamento no contestarte pero en en realidad, Andrea me quitó el celular, tenía ganas de llamarte y cuando se hartó, me lo quito-. Dije encogiéndome de hombros.
-No puedo creerlo-. Dijo negando con la cabeza divertida.
-Pues creelo, estoy aquí para quedarme, te amo Diana y no pienso alejarme de ti, me haces feliz y me siento muy bien a tu lado-. Dije posando ambas manos en su rostro, acariciando con mis pulgares.
-Yo también te amo Lena, me haces sentir de una manera que nunca había sentido y creo que ambas estábamos destinadas para estar juntas-. Dijo Diana con ojos brillantes mientras mi corazón se llenaba de amor.
Diana sonrío sexy para después colocar sus manos en mi cintura, acercándome a ella mientras mis manos bajaban hasta posarse en sus brazos, nos miramos por unos segundos hasta que nuestros labios se volvieron a juntar, el beso empezó lento, tranquilo y lleno de amor pero un segundo después, nuestro beso comenzó a subir de tono rápidamente.
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Ambas soltamos un pequeño gemido, me aferre a sus brazos, ambas cambiamos un poco el ángulo y entré abrí mis labios, Diana aprovecho para adentrar su lengua en mi boca, sacándome un gemido, mi corazón latía rápidamente mientras sus manos acariciaron mi espalda de arriba hacia abajo, ambas perdidas en nuestra pasión, solté un pequeño suspiro cuando sus manos bajaron y sus labios se separaron de los míos, abrí los ojos para verla sonreír y un momento después, me levanto en sus brazos, rápidamente rodeé con mis piernas su cintura mientras me sujetaba y envolvía mis brazos en sus hombros, acarciando su cuello para después volver a besarnos.
Sentí como Diana comenzaba a caminar y sinceramente no sabía a dónde iba pero no importaba, estaba siendo adicta a sus labios, eran los que me tenían perdida, ella abrió la puerta de una habitación y después la cerro dejándome en el suelo, eché una mirada rápida al lugar pero no pude observar todo con claridad, solo distingui una cama, volví mi vista a Diana quién me miraba fijamente haciéndome poner un poco nerviosa pero a la vez atrevida, así que me quite la chaqueta bajo su atenta mirada.
Diana rápidamente se acercó a mi, nuestros labios se volvieron a juntar con pasión, enrede mis manos en su cabello, quitando la pequeña liga de su trenza para después deshacerla, sus labios se alejaron de los míos y comenzó a besar mi cuello, haciendome gemir, estiré mi cuello para darle mayor acceso a el, mi excitación comenzaba aumentar, así que me aleje para quitarme la blusa que con ayuda de Diana, se descartó y cayó al suelo, segundos después ambas nos quitamos la ropa, quedando solo en ropa interior, mi pecho subía y baja con rapidez, cuando mis ojos se encontraron con Diana, mi corazón dio un vuelco, la mirada que ella tenía era demasiada para mí, sus ojos eran más oscuros y llenos de lujuria.
