Diana Prince mejor conocida como Wonder Woman, ha tenido una vida larga protegiendo a los inocentes, ha perdido a su primer amor pero lo que menos se imagina es conocer a su verdadero amor, su alma gemela, su ángel, la que hará que su mundo cambie d...
Miré el paisaje por los ventanales de mi oficina, hoy es un día bastante tranquilo así que me tomaría las cosas con calma, mi celular sonó y lo tomé para ver un mensaje de Diana, mi hermosa novia, nuestra relación va muy bien, Diana es la mejor persona que he conocido en mi vida, es muy romántica y me trataba de la mejor manera, la amaba demasiado y se lo demostraba todos los días, conteste el mensaje para después bloquear mi celular, reí mirándo el fondo de pantalla, le había tomado esa foto cuando estaba entrenando en su departamento.
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Se veía tan hermosa, bueno, Diana es hermosa en cualquier aspecto y nadie puede decir lo contrario, guarde mi celular y me tomé un segundo para pensar en las cosas que han estado pasando en estos últimos dos meses, la primera de ellas es que Dream Corporation había abierto, Donna había sido la encargada de tomar las fotos y algunas grabaciones, las cosas se habían vuelto una locura desde que el mundo supo de mi.
Aunque tenía que admitir que la entrevista que Clark me había hecho había sido de mucha ayuda a pesar de que él ni siquiera era de París pero si bastante reconocido e incluso conocía a un reportero muy reconocido aquí y él también me entrevistó, siendo sincera, el apoyo que tenía de Sam, Andrea, Donna, Clark, Bruce y Diana me hacía sentir muy bien, sabiendo que tenía su apoyo y confianza, el mundo entero supo que los Luthor's tenían una hija pequeña y que muchos no sabían que yo existía, los primeros días fue difícil ya que pensaban que sería igual pero abiertamente dije que no estaba de acuerdo con lo que mi familia había hecho.
Después de tres semanas, tenía que decir que la gente en París me trataba bien, claro que había gente que llegaba a insultarme pero sentía que la mayoría sabía separar las cosas y darme una oportunidad, lo agradecía enormemente por qué así podría hacer mi propio camino del bien.
-¿En qué tanto piensas que has puesto esa cara?-. Dijo una voz cerca de mi, giré un poco para ver a Sam mirándome fijamente.
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-Me has asustado, en nada en particular, bien, no me veas de esa manera, estaba pensando en Diana pero también pensé en la abertura de la empresa y como me ha tratado la gente de París y en otros países-. Dije encogiéndome de hombros haciendo sonreír a Sam.
