Diana Prince mejor conocida como Wonder Woman, ha tenido una vida larga protegiendo a los inocentes, ha perdido a su primer amor pero lo que menos se imagina es conocer a su verdadero amor, su alma gemela, su ángel, la que hará que su mundo cambie d...
-Buenos días hermosa-. Dijo una voz ronca y sexy, unos brazos rodean mi cintura haciéndome suspirar.
-Feliz día cumpleañera-. Dijo Diana dándome besos en el cuello.
-No me lo recuerdes, hoy cumplo veintiocho años-. Dije con un puchero para después girarme en la cama y quedar frente a frente con Diana.
-¿Por qué no? Eres una sexy mujer de veintiocho años, demasiado sexy-. Dijo Diana acariciando mi espalda desnuda.
-Mmmjum-. Dije cerrando los ojos para sentir las caricias que mi novia me daba.
-Vamos amor, aunque quiero hacerte el amor, necesitamos prepararnos, recuerda que prometimos festejar este día en Themyscira-. Dijo Diana besando mi cuello.
-¿No podemos quedarnos en cama?-. Dije abriendo los ojos para ver a Diana reir.
-No, vamos-. Dijo y yo gruñi, levantándome de la cama.
Fuimos directamente a la cocina, desayunamos, arreglamos nuestro desastre, compartimos el cuarto de baño y cuando estuvimos listas, fuimos al lugar indicado para subir al Jet, mis amigas ya estaban abordo, Diana despegó y sonreí al ver la isla.
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Themyscira seguía siendo hermosa y por más veces que viniera eso jamás iba a cambiar, era espectacular, Sam y Andrea habían venido dos veces, incluso Kara, la prima de Clark había venido para ser entrenada con las Amazonas, cosa que ella de verdad necesitaba.
Miré a mi hermosa novia, la mujer que se había convertido en mortal por mi, nadie había hecho algo tan grande por mi, algo tan significativo, Diana no se arrepentía de nada, tenía que admitir que fue gracioso cuando los demás miembros de la liga se enteraron, fue una locura, Diana dijo que podía ayudarlos con planes y ese tipo de cosas pero que no volvería al campo, mientras que yo les ayudaría con tecnología, todos los miembros al final del día estaban felices por nosotras, sabía que Clark ahora pensaba en su inmortalidad junto a Lois.
Diana tuvo algunas complicaciones al ser mortal ya que a veces hace cosas que antes hacía pero que ahora la lastiman, ella solo se reía y decía que aprendería con el tiempo, verla tan feliz me hacía sentir bien, sabiendo que el ser mortal no le había quitado su felicidad, pero siendo sinceras para mí era emocionante poder envejecer con ella, por qué me hubiera sido doloroso dejarla.
-No se que hacer, Donna ha estado hablando de este tema de la inmortalidad, estoy en un dilema por qué entre nosotras, sabemos que Donna adora ser inmortal y tener poderes-. Dijo Dawn cuando estuvimos en el palacio, las demás habían ido a un lugar que la verdad no puse atención por estar en mis pensamientos.
-Asi que ella te dijo que podía ser mortal... ¿Qué lo haría por ti?-. Dije y ella asintió con la cabeza.
-Pero creo que ella sería infeliz así, no como Diana que es feliz-. Dijo Dawn y yo frunci el ceño.
