Diana Prince mejor conocida como Wonder Woman, ha tenido una vida larga protegiendo a los inocentes, ha perdido a su primer amor pero lo que menos se imagina es conocer a su verdadero amor, su alma gemela, su ángel, la que hará que su mundo cambie d...
-Metrópolis no es una ciudad en donde me gustaría vivir pero crecí aquí-. Dije haciendo una mueca mientras miraba los edificios.
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-¿Por qué no vivir en Metrópolis?-. Pregunto Donna haciendo que suspirara.
-Tengo malos recuerdos viviendo aquí, los Luthor's no son personas amables, Lionel era un poco amable o eso era lo que pensaba cuando tenía siete años pero también es un manipulador como los otros dos, Lex siempre se mostró egoísta incluso cuando era niño y Lilian siempre se encargo de decirme que no era una Luthor-. Dije mordiendo mi labio inferior, echándole una mirada a Diana.
-Ahora que tenga la oportunidad, le daré un gran puñetazo en el rostro a Lilian de tu parte-. Dijo Donna haciéndome sonreír.
-Eso sería muy bueno-. Dije haciendo que Diana me viera divertida.
-Los Luthor's son malas personas pero malas con letras mayúsculas, todos ellos deberían ser encerrados bajo tierra sin acceso a nada, excepto tú, tu eres genial, muy diferente a ellos-. Dijo Donna haciendo que mirará hacía atrás para verla alzar sus pulgares.
-Donna tiene mucha razón cariño, eres la única Luthor buena y sinceramente para mí es un honor ser tu compañera en este camino, te amo-. Dijo Diana dándome una sonrisa mientras Donna se quejaba de ser tan cursis.
Seguimos hablando por un tiempo, ambas diciéndome que yo haría muchos cambios con el apellido Luthor, ellas tenían demasiada fe en mi al igual que Andrea y Sam, yo les mostraré que así será, el mundo tiene que darse cuenta que no todos somos malos como Lilian, Lex y Lionel aunque esté último lo hacía más escondido y no todo mundo sabe de sus atrocidades.
-Estamos aquí... La Mansión Luthor-. Dijo Diana haciendo que saliera de mis pensamientos y mirará hacía alfrente.
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Mi corazón comenzó a latir rápidamente, mordí mi labio inferior mientras veía como Diana aterrizaba enfrente de la mansión, siempre pensé que jamás volvería a pisar este lugar y ahora estoy aquí... De nuevo.
-¡Muy bien! Hay que acabar con esto-. Dijo Donna levantándose de su lugar.
-Lena, recuerda que estoy junto a ti todo el tiempo, si es demasiado, dímelo y te sacaré de ahí lo más rápido que pueda-. Dijo Diana levantándose de su asiento para colocar su palma derecha en mi mejilla.
