Ruin (Adaptada) (InuKag)

capitulo 10

Nos quedamos en el parque por otra hora, y nadie molestó a Inuyasha por una foto de nuevo, lo cual fue bueno. Ahora estamos de vuelta en su auto y de camino al restaurante Landmark, que es el lugar favorito para comer de Moroha, ya que le encanta sus panqueques. También parece que le gusta mucho Inuyasha. Ha estado absorbiendo su atención toda la mañana. Él está totalmente enamorado de ella. Puedo verlo en sus ojos. Pero la verdad, Moroha es fácil de amar. Heredó eso de su padre. Ver a Inuyasha con Moroha me hace feliz, porque finalmente tiene a su padre en su vida, incluso si no lo sabe exactamente. Pero hay un dolor permanente en mi pecho. Creo que es el dolor de lo que pudo haber sido. ¿Y si inuyasha nunca me hubiera engañado y abandonado? Habríamos sido una familia. Juntos todo este tiempo. 

Pero es estúpido pensar en qué hubiera pasado. No te lleva a ninguna parte más que a la ciudad de la tristeza. La vida ocurre de la forma en que está destinada. Y nunca se suponía que estuviera con Inuyasha de por vida. Podría haber pensado que era el amor de mi vida. Y no puedo negar que todavía tengo sentimientos. Es el padre de Moroha y mi primer amor, así que siempre voy a tener un vínculo emocional con él. Lo que tiene sentido. Pero, aparte de eso, no hay nada más. Inuyasha y yo estuvimos hace mucho tiempo.

 —¿Este es el lugar? —comprueba Inuyasha mientras se detiene en el estacionamiento del restaurante. 

—Sí. Es este. 

—Se ve bien —comenta mientras aparca el auto en un espacio. 

—Es mi favorito —le dice Moroha por décima vez. Él le sonríe por el espejo retrovisor.

Moroha insiste en desabrocharse sola. Me doy cuenta de que Inuyasha no se pone su gorra esta vez. Tal vez porque la última vez no lo ayudó a pasar desapercibido. Inuyasha sale del auto, y hago lo mismo. Abre la puerta para Moroha. Sale del auto con la princesa Twilight Sparkle debajo del brazo. Todos empezamos a caminar hacia el comedor. Moroha y Inuyasha están al frente, y yo solo estoy un poco por detrás. 

—¿Vas a comel panqueques, inulasa? —pregunta Moroha. 

—Hacen los mejores panqueques aquí, ¿verdad? 

—Sí. —Asiente. 

—Entonces, voy a comer panqueques. Entonces, ella hace algo inesperado. Estira el brazo y toma la mano de inuyasha. Su paso vacila. Lo observo mientras mira fijamente su manito en la suya. Sus ojos se vuelven hacia mí. La mirada en su rostro me mata, y por un segundo, siento que podría estallar en lágrimas. Esos llamativos ojos azules suyos brillan con emoción. Le doy una sonrisa trémula. Es todo lo que puedo manejar. Y moroha no tiene idea de lo que significa una acción tan pequeña para ese hombre enorme a su lado. moroha tira de su mano. 

—Vamos, inulasa. ¡Panqueques! Él se traga una sonrisa y sigue moviéndose con ella hacia el restaurante. Levanto mi corazón del suelo y camino por la puerta que inuyasha me tiene abierta. 

—Gracias. —Sonrío. moroha ya está corriendo hacia una cabina y metiéndose allí. Coloca a la princesa Twilight Sparkle a su lado izquierdo. Me siento frente a ella. inuyasha duda, pareciendo inseguro de dónde sentarse. Pero moroha toma la decisión por él. 

—Siéntate aquí, inulasa. —Acaricia el asiento a su lado. Se desliza en la cabina. Sus largas piernas chocan con las mías debajo de la mesa. Mis ojos suben hasta los de él. Solo el toque de su pierna vestida de jean hace que el calor suba por mi piel. 

—Lo siento —dice, pero sus ojos no parecen decirlo en serio.

Mueve sus piernas hacia un lado, por lo que están estiradas justo afuera de la cabina. 

—Hola, señorita moroha, kagome —dice Megan, una de las camareras, acercándose a nosotros. Conocemos a todos aquí bastante bien, ya que venimos a menudo. Veo que sus pasos vacilan cuando ve a inuyasha sentado allí. Observo cómo sus ojos lo recorren, y no me gusta la sensación que deja en mi estómago.