capitulo 32

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Pero no desaparece. No es que Inuyasha no lo intentara, porque lo hizo. Pharos eliminó la historia al día siguiente, después de que ir Inuyasha los amenazara con demandarlos. Pero no sirvió de nada, porque ahora está en todos los otros sitios de farándula conocidos por el hombre. Él hizo que su publicista pusiera una declaración en sus redes sociales, dando a conocer los hechos, pero excluyendo la participación de Naraku. Odio que el imbécil pueda salir tan fácilmente de esta, pero Inuyasha me aseguró que no lo haría. Tampoco puede culparlo de forma pública por apartarlo de nosotras, no sin una pelea desastrosa. Y, ya que está ligado a él por contrato hasta la pelea con Dimitrov, todo es mucho más difícil.
Entonces, la declaración salió, diciendo qué hechos atenuantes jugaron un papel en el hecho de que Inuyasha no conociera la existencia de su hija hasta hace poco, pero que no era de ninguna forma mi culpa. Y que no soy stripper. Pero no le importó a la prensa. Unos pocos sitios pequeños de deportes publicaron su declaración, pero no es jugoso en cuanto a lo que querían las redes, así que no llegó a los titulares importantes y simplemente cayó en el resto de las cosas sin importancia.
Que yo sea stripper y una madre terrible es mucho más jugoso. Inuyasha cree que todo esto es su culpa. Cree que por no protegerme de esto o no ser capaz de arreglarlo, de alguna forma él es un fracaso. Le he dicho que no puede protegerme de todo. La gente puede creer que él es un dios, pero no lo es. Es humano. Sangra como el resto de nosotros. A pesar de ello, no está acostumbrado a perder una pelea, así que esto ha sido duro para él. Para mí también. Empecé a preguntarme si esto era alguna especie de augurio. Justo volvimos a estar juntos y pasó esto. Pero Inuyasha rápidamente me convenció de que no era así. Por supuesto, la prensa vino hasta aquí. Fotógrafos me seguían cuando llevaba a Moroha a la escuela. La única cosa buena sobre trabajar en la comisaría es que ahí cuidan de los suyos, ya sea si piensan que eres una stripper o no. Puedo no ser policía, pero cuando trabajas en la comisaría, eres uno de ellos.
Entonces, la policía de Port Washington le ha dejado bien claro a la prensa que no son bienvenidos aquí. Ha pasado más de una semana ya y la prensa parece estar perdiendo interés, lo que es bueno para mí. Pero, lamentablemente, las otras mamás en la escuela no parecen estar perdiendo interés y sigo siendo la historia principal del momento. No sé si es por quién es Inuyasha, porque piensan que soy stripper, porque creen que quise alejar a Inuyasha de su hija o todas las anteriores.
En cualquier caso, mi paciencia se está agotando. Nadie me ha dicho algo directamente aún, pero recibo las miradas fijas y desaprobadoras de las madres junto con miradas lascivas de algunos padres y he estado escuchando los susurros cuando creen que no puedo escucharlos. Inuyasha quería ir a dejar a Moroha a la escuela conmigo, así yo no estaría sola, pero le dije que no. Ya es lo suficientemente malo cuando no está. ¿Se imaginan las miradas que recibiría si estuviese conmigo? No quiero que Moroha reciba atención innecesaria. Ella está bien. Por supuesto, preguntó por qué la gente quería tomarnos fotografías. Simplemente le dije que era porque papi es un boxeador famoso y se quedó satisfecha. Incluso empezó a saludar a los fotógrafos y no la detuve. Hablé con su profesora del preescolar cuando la historia recién salió. No fue la conversación más agradable, pero quería que lo supiera. Reaccionó genial y, aparentemente, es una gran fan del boxeo. O sea, una gran fan de Inuyasha. Inserten ojos en blanco aquí. Y no tuvimos ningún problema... hasta ayer. Bueno, no fue tanto un problema, sino una pregunta cuando aseguré a Moroha en su asiento del carro y fuimos a casa.
—Mami, ¿qué es una stlipper? Me tuve que controlar de golpear los frenos. Y comenzar a llorar. Me contuve y seguí manejando. —¿Dónde escuchaste esa palabra, bebé? —pregunté
—Bueno, en el reckeo, Bentley Parsons me dijo que escuchó a su mamá decidle a su papá que tú eres una stlipper. Sentí a mi corazón romperse en dos.
—¿Bentley te dijo que mami es una stripper?
—Mi mami, no la suya. Dijo que su mami es una olganizadora de eventos. ¿Qué es una olganizadora de eventos?
—Alguien que planea y organiza fiestas para otras personas. —Y chismosea sobre otras personas y le da a su hijo un nombre estúpido.
—Quiero ser una olganizadora de eventos cuando sea glande.
—Creo que serías una organizadora de eventos excelente, Moroha bebé. —Le sonrío por el retrovisor. Me quedé callada por un momento y pensé que había evitado la bala, hasta que dijo:
—No respondiste mi plegunta, mami. Mi corazón se hundió.
—¿Qué pregunta? Suspiró y puso los ojos en blanco.
—Dije ¿qué es una stlipper? Sabía que no había forma de evitarlo y no le iba a mentir, así que respiré profundamente y le conté la verdad.
—Bueno, una stripper es una persona que trabaja bailando en frente de las personas, como mami hacía en el club, pero la diferencia es que una stripper se saca la ropa y mami nunca hizo eso cuando bailaba. La volví a ver por el espejo retrovisor y vi que sus ojos estaban abiertos como platos.
—Se desnudan —susurró.
—No, no se desnudan completamente. Se quedan en ropa interior. Vale, mentí un poco. No la quería traumar de por vida. —Entonces, Moroha, si Bentley Parsons o alguien más dice que tu mami es una stripper, diles que se equivocan. —Oh, lo hice, mami. Dije que era una mentira. Dije que mi mami es la bailarina más helmosa del mundo. Ahí sí lloré. No porque estuviese triste. Bueno, sí un poco porque estaba triste. Pero más que nada porque tenía la mejor hija del mundo.
Inuyasha me llevó a cenar. Me dijo que necesitábamos salir y pasar algo de tiempo juntos. Tía kaede se ofreció a cuidar a Moroha. Tienen una noche de mimarse y ver una película. Vinimos al Bar de ostras y parillas de Louie. Hacen mariscos geniales y estamos sentados en una mesa que nos da privacidad y una vista genial de la bahía de Manhasset.
Pero parece que la privacidad no es suficiente, porque poco después de pedir nuestra orden, alguien que estaba comiendo ahí se levanta de su mesa y se nos acerca para pedirle un autógrafo a Inuyasha. Y eso atrae a más personas. Inuyasha los complace y firma autógrafos e incluso posa para algunas fotografías. Intento no enojarme, pero después de tener una cámara en mi cara por una semana, mi paciencia se está empezando a agotar.

Entiendo que estas personas lo apoyan. Pero también podrían ser quienes escuchan los chismes y ayudan a esparcirlos.
—Voy al baño —le digo a Inuyasha, empujando mi silla hacia atrás mientras habla de boxeo con esta treintañera demasiado emocionada. Me tomo mi tiempo ahí, reaplicando mi lápiz labial y arreglando mi cabello. Básicamente estoy desperdiciando tiempo antes de volver a nuestra cena para dos y todos los que quisieran aparecer. Salgo del baño y me sorprendo al ver a Inuyasha apoyado contra la pared, esperándome.
—¿Estás bien? —pregunta. Asiento. —Déjame volver a preguntar. ¿Estás bien? Y no mientas esta vez. Entrecierro los ojos
—No —le respondo honestamente—. Hemos tenido una semana de mierda y se supone que estamos aquí, pasando tiempo juntos, pero la única vez que efectivamente lo hemos hecho esta noche fue en el carro de camino aquí, porque desde que llegamos todos han estado demandando tu atención. Y sé que no es tu culpa, pero me encuentro enojada y estoy irracional ahora mismo, así que te culpo a ti.
—Entonces... ¿asumo que no estás disfrutando esto? Mis ojos van a los suyos y el imbécil está sonriendo.
—Imbécil. —Lo golpeo en el hombro. Toma mi muñeca y me lleva hacia su gran cuerpo, envolviendo sus brazos a mi alrededor. Roza mis labios con los suyos y me relajo con su toque... con su sabor.
—Lo siento —dice, apoyando su frente en la mía—. Yo también quería que esta noche fuésemos solo nosotros. Suspiro.
—Lo sé. Apesta en este momento. —¿Quieres que nos vayamos de aquí a algún lugar que apeste un poco menos?
—O apeste mejor —bromeo. Se ríe profundamente. Siento la vibración de su pecho en el mío. Muevo un poco mi cabeza hacia atrás y lo miro a los ojos. —Ya pedimos nuestra comida. —digo con tristeza.
—La están envolviendo en este minuto, así la podemos llevar. Levanto mi ceja.
—¿Entonces ya nos vamos? Me da una sonrisa juvenil.
—Te conozco bien, Paloma.
—Claramente. Vuelve a presionar sus labios contra los míos.
—Estaba pensando que podíamos llevar la comida a mi casa y podría usarte como mi plato.
—Este es un restaurante de pescados. Arrugo la nariz y se ríe.
—Estoy seguro de que hay una mala broma sobre sexo en alguna parte de eso —dice. Le frunzo el ceño juguetonamente. —Vale, nada de comer de tu cuerpo, entonces —Pone sus labios contra mi oreja, haciéndome temblar
—. Supongo que simplemente voy a tener que comerte a ti. —Desliza su mano entre nuestros cuerpos y me ahueca con ella, sobre mi vestido, presionando sus dedos dentro de mí. Gimo suavemente y me vuelve a besar, hundiendo sus dientes en mi labio inferior, tirando de él. —Vamos —gruñe. 

Ruin (Adaptada) (InuKag)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora