Un choque de amor [NIALL HORAN]

Capitulo 14

Despertaste en el sofá. Te diste una ducha, desayunaste y te vestiste. Al rato ya ibas para el bar. Ya tenías una rutina, y eso era bueno, pero también un poco aburrido. Tú querías llegar a ser reportera, por eso te habías mudado allí. Ya tenías un trabajo con el que empezar, pero tenías que ir buscando pequeños periódicos o cosas por el estilo para llegar a conseguir tu meta. Cuando te diste cuenta ya habías llegado al bar. Entraste ya había llegado Sophie, te cambiaste y empezasteis a trabajar.

Los chicos ese día tampoco fueron, pero recibiste una llamada de Niall, lo cogiste.

-Hola –dijo él

-Hola

-Oye, como hoy no te he visto, ¿qué te parecería que diésemos una vuelta luego?

-Vale

-¿Te veo en la columna de Nelson a las 6?

-Perfecto, hasta entonces.

-Un beso

Colgaste y esperaste a que llegase la hora. Cuando saliste del bar fuiste directamente para el lugar donde habíais quedado. Eran las cinco y media, pero no te importaba. Esperaste a que llegase sentada, entonces un chico se acercó, te sonaba su cara.

-Hola, ¿te acuerdas de mí? –dijo

-Esto... no

-El chico del bar

Entonces te acordaste

-¡Claro! Hola -sonreiste

-Hola

Estuvisteis un rato hablando

-Bueno me tengo que ir

-Adiós

Te acercaste para darle dos besos en la cara. Él se movió y acabaste dándole uno en la boca. Te quedaste parada por unos segundos y te despegaste de él.

-¿Qué haces? –le preguntaste alterada

-Bueno, pensé…

-¡Estoy esperando a mi novio!

-Ah, perdón, no lo sabía…

El chico se marchó, y tú te quedaste esperando allí a Niall. Llevabas allí un rato, miraste la hora en el móvil, ya eran las seis y media. Le llamaste por teléfono pero no te lo cogió, esperaste un poco más. Cuando te diste cuenta ya eran las siete, llevabas dos horas esperándole, volviste a llamarle varias veces y no te lo cogió. Te levantaste y te fuiste de allí. ¿Cómo te podía haber dejado plantada de esa forma?

Llegaste a tu casa y le volviste a llamar, sin suerte, tampoco te lo cogió. Enfadada, te preparaste la cena y te dormiste.

Pasó una semana y Niall no te cogía el teléfono ni se pasaba por el bar, era como si hubiera desaparecido. Probaste a llamar a Harry, pero decía que no sabía nada. Empezabas a preocuparte, ¿y si le hubiese pasado algo?

Aquella duda desapareció de tu cabeza cuando Harry te dijo que estaba bien. Pero esto te hizo pensar otra cosa, entonces, ¿por qué no respondía tus llamadas ni nada? ¿Se habría enfadado por algo? Eso era imposible, no habías hecho nada.

Estabas muy preocupada, así que decidiste ir a las tiendas que había cerca de tu casa, eso te olvidarías un tiempo de todo. Te compraste muchas cosas, pero te arrepentiste mucho de ello cuando tuviste que llevarlo todo a casa andando. Cuando llegaste estabas agotada. Lo guardaste todo y volviste a llamarle como hacías todos los días, pero nada.

Al día siguiente tuviste una idea. Llamaste a Harry antes de ir al trabajo y le preguntaste la dirección de Niall, él te la dio. Después del trabajo irías. La mañana se te paso rápida, y cuando saliste cogiste un taxi y te llevo hasta su casa.

Era muy bonita, no demasiado grande, pero muy bonita. Pegaste a la puerta y esperaste a que te abrieran. Nadie lo hizo, miraste por una ventana y viste que no estaba allí. Desilusionada te marchaste.

Empezaste a andar por las calles sin saber muy bien a donde ibas, no conocías aquella zona. Llegaste a una gran plaza y te pareció verle, te acercaste y te fijaste mejor, sí era él. Fuiste corriendo y le llamaste.

Imaginaste que te recibiría con una de sus bonitas sonrisas y que te diría lo que había pasado mientras le mirabas aquellos preciosos ojos. Pero todo eso se desvaneció cuando se dio la vuelta. Te miraba serio y no tenía aquel brillo en los ojos.

-¿Qué te ha pasado? –dijiste intentando mantener la sonrisa

Él te ignoró y dio la vuelta. Notaste una gran punzada en el corazón. ¿Por qué te hacía eso?