Capitulo 9

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Te despertaste y miraste la hora, eras las 12 de la mañana. Fuiste levantándote y a preparar el desayuno. Estabas tomándotelo cuando te sonó el móvil.

-¿Quién es? –dijiste adormilada

-Soy yo –dijo Raúl

Te diste cuenta de quién era y te pusiste tensa

-Qué

-Ya he llegado, te veo a las y media al lado del lago del Hyde Park. Adiós

Colgó. Soltaste el móvil, y seguiste comiendo, pero no podías parar de pesar. ¿Tendrías que ir? ¿Serías mejor no ir? Esas dos preguntas no dejaron de sonar en tu cabeza todo el día. Ya habías cambiado de opinión mil veces, pero eran las 6, tenías que decidirte, tras mucho pensarlo elegiste una, irías.

Ibas andando por la calle, el Hyde Park estaba cerca de tu casa. Cuando llegaste, te sentaste en un banco y esperaste.

Al rato llegó, con un ramo de flores, y no pudiste aguantar no reírte en voz baja. Te levantaste y el te dio el ramo.

-¿De verdad crees que con esto conseguirás que te perdone? –le preguntaste

-Pues…

No le dejaste terminar y le tiraste el ramo en  la cara. La verdad es que te quedaste muy a gusto.

-Veras… dijo mientras te cogía la mano

-No me toques

Suspiro

-Haber, quería pedirte perdón por todo lo que hice, me comporte como un idiota, pero he entendido que me equivoqué, y que te quiero a ti, solo a ti.

-¿Ya está?

-Supongo

-¿De verdad? ¿En serio crees que te perdonaré tan fácilmente?

-Pues…

-¡Me engallaste con mi mejor amiga! Y no tuviste valor ni de decírmelo, ni de pedirme perdón, ¿y crees que por venir aquí con una ramo de flores lo solucionaras?

-No es lo que tú crees

-¿Cómo qué no? ¿Piensas que soy idiota? ¡Yo lo vi!

-Pero…

-No, no busques escusas, fuiste un asqueroso cobarde, y nunca te perdonaré, ¿me has oído? ¡NUNCA!

En ese momento te dio una bofetada en la cara. Tú te quedaste sorprendida, notaste con la mejilla se te hinchaba y como algunas lágrimas caían de tus ojos.

-Lo siento… -dijo intentando tocar tu mejilla

-No me toques… no vuelvas a acercarte a mí en tu vida…

Te empezaste a alejar de él.

-¡Espera! –dijo mientras andaba hacía ti.

-¡No te acerques!

Dicho esto empezaste a correr hasta tu casa, mientras un montón de lágrimas ibas cayendo de tus ojos sin parar. Llegaste al piso en nada, abriste la puerta y empezaste a llorar como una cría. Nunca llegaste a pensar que Raúl te pudiese hacer algo así. Tu móvil empezó a sonar, era él.

-¡DEJAME EN PAZ!

Dicho esto, colgaste. Apagaste el móvil y lo tiraste. Seguiste llorando durante un rato, pero alguien llamó a la puerta. Paraste de llorar y abriste. Era Niall. Habías olvidado por completo la cita.

-¿Qué te ha pasado? –preguntó asustado

-Nada –dijiste mientras intentabas sonreír

-¿Cómo que no? ¿Y tú cara?

Claro, no habías caído en eso, ¿tan mal estaría tu cara? Sin poder decir nada, empezaste a lloras de nuevo. Y le abrazaste mientras llorabas. Él te abrazó con fuerza.

Cuando conseguiste parar un poco de llorar, entrasteis en el piso, y os sentasteis en el sofá. Tú te apoyaste en él.

-¿Qué te ha pasado? –comenzó hablando él

Tú le empezaste a contar toda la historia, desde el principio hasta el final. Se te cayeron algunas lágrimas contándosela pero la terminaste.

-Lo que no entiendo es, ¿por qué te pego?

-No sé, nunca pensé que me pudiera hacer nada así

-Bueno, pero ahora estas bien, ¿no?

-Sí –dijiste con una pequeña sonrisa

-Vamos a curarte la cara

Niall fue a por el botiquín. Y tú aprovechaste para mirarte la cara. En cuanto te viste comenzaste a llorar de nuevo. ¿Cómo te podía haber hecho eso? Tenías toda la mejilla hinchada y roja, el ojo también hinchado y del labio te salía un poco de sangre.

Niall te vio en el espejo y corrió hacia ti.

-¿Qué te pasa? –preguntó

-No me había visto como tenía la cara –dijiste sollozando

-Anda ven –te dijo

Os sentasteis de nuevo en el sofá. Y Niall comenzó a curarte un poco las heridas

-Escuece –te quejaste

-Tranquila –te dijo sonriendo

Al rato ya había acabado, te miraste de nuevo al espejo y tenías mejor aspecto.

-Muchas gracias –le dijiste

-No me las des –te dijo y luego te dio un beso.

Te volviste a apoyar en él y está vez el empezó a tocar tu pelo, te relajaste mucho, tanto que te quedaste dormida.

Un choque de amor [NIALL HORAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora