Un choque de amor [NIALL HORAN]

Capitulo 32

-¿Por qué has hecho eso? –preguntó de nuevo el chico

-Lo siento mucho de verdad, ¡no sabía que eras tú!

-¿Entonces qué vas dando bófetas a la gente que no conoces?

-¡Claro que no! Es solo que me tenían harta por culpa de este estúpido disfraz

-¿Y qué haces con el puesto? ¿No tienes frío?

-¡Claro que tengo frío! ¡Estoy muerta de frío!

-¿Entonces por qué te lo has puesto?

-No sé, estaba en casa y decidí salir a la calle disfrazada así, ¿tú nunca lo has hecho? –dijiste irónicamente

Él se rio

-¡Vamos Niall, no te rías de mi!

-Es que es gracioso -siguió riendo- Pero sigo sin entender que haces así

-Estoy trabajando –dijiste mientras señalabas la perfumería

-¿Cuándo sales?

-No sé, dentro de media hora creo, ¿por?

-Por si querías venir conmigo a tomar algo

-La verdad es que no tengo muchas ganas…

-¡Vamos! Me lo debes, por el golpe que me has dado

-¡Es verdad! ¿Estás bien?

-Sí, ¿entonces vienes?

-¿No me queda otra, no?

-No –dijo mientras sonreía

-Está bien… ¿Dónde te veo dentro de media hora?

-Te espero aquí

-¿En serio?

-Claro, no tengo nada mejor que hacer

-Bien, como quieras

Seguiste paseándote un poco por la puerta de la perfumería. Cuando terminó tu turno entraste y te cambiaste, te colocaste tu ropa cómoda y calentita.

Al salir estaba Niall esperándote allí.

-¿Vamos?

-¡Claro! –sonreíste

Comenzasteis a andar. Empezó a anochecer, llevabais mucho tiempo andando, demasiado.

-¿A dónde me llevas?

-Tranquila, merece la pena

-No te digo que no, pero seguro que merecía la pena ir en coche en vez de andando –te quejaste

.-Quejica…

-¡No soy quejica! Es que estoy cansada

-Pues eso, QUE-JI-CA

-¡QUE NO!

-Como tú digas…

-Como yo diga entonces –sonreíste satisfecha

Después de otro rato andando, llegasteis a una calle y Niall paró.

-¿Qué pasa? ¿Por qué paras? –preguntaste

-Porque ahora no puede mirar

-¿Cómo? Niall James Horan, ¿a dónde me llevas?

-Tranquila, confía en mí

-Ese es el problema, no me fio de ti –reíste

-Ja, ja ¿Qué graciosa, no? Anda, quédate quieta

-Está bien, pero que no me pase nada, ¿entendido?

-Que sí pesada

Niall te puso una venda en los ojos y comenzó a andar. Estabas un poco insegura, pero Niall te guiaba bien. Entonces volvió a parar.

-¡Avísame cuando vayas a hacer eso! –dijiste a punto de caer

-Lo siento –rio

-Ya veo como lo sientes

-Bueno, ¿estás preparada?

-Supongo… -dijiste muy insegura

-¡YA HEMOS LLEGADO! –gritó mientras te quitaba la venda de los ojos