9.

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Estaba en casa intentando entrar en la dichosa camiseta de tirantes que me había dejado Valerie para el disfraz de ángel, todavía no sabía de qué iba a ir Kevin pero habíamos quedado en 15 minutos en mi casa ya que él nos llevaría en coche a la fiesta.

Mi pelo estaba suelto y llevaba una corona típica de ángel, a ambos lados de la cara purpurina blanca y estrellitas del mismo color, un top blanco de tirantes muy ajustado, un tutu del mismo color y calcetines largos, acompañados de botas blancas.

Valerie iba vestida exactamente igual que yo pero en rojo, con cuernos y una cola.

-Buenas angelito. - Dijo Kevin en cuanto nos vio salir por la puerta de mi casa.

-Buenas. - Iba de chico de la purga, con una careta y una pistola brillante y todo vestido de negro, le quedaba demasiado bien a decir verdad.

-Pero qué mono vas Kevin. - Valerie sonrió y se metió en el coche, yo me monté en el asiento del copiloto y fuimos a la fiesta, nada más entrar nos dieron ya vasos con cerveza.

-Pero mira al angelito si bebe y todo.

-Tú no puedes beber, tienes que conducir. - Me sacó la lengua y yo reí.

-No me lo recuerdes.

Y cuando me giré, Valerie ya no estaba, como de costumbre. Kevin cogió una coca cola y al pasar por un grupo de chicas vi como le miraban y se susurraban cosas entre ellas, Kevin pareció no inmutarse pero yo no pude evitar poner una mueca molesta.

¿Celosa Aspen?

-¿Eres consciente de como te miran? - Dije cuando vi que se acercaba.

-¿Ese grupo de allí? Si bueno llevan intentando ligar conmigo desde que llegué, es un poco incordio.

-Es lo que tiene ser guapo. - Oh dios, ¿realmente había dicho eso?

Lo has dicho nena.

Me miró divertido y una sonrisa se asomó en su rostro, yo intenté no mirarle ya que mis mejillas estaban rojas por la vergüenza. Noté un aliento en mi cuello y me dio más miedo mirar.

-No sabía que tu cara era de demonio, angelito. - Dijo Kevin, yo me puse aún más roja y él rió, pasó un brazo por mis hombros y me giró. - ¿Ves a ese chico de allí?

Señaló a un chico rubio que apartó la mirada de nosotros en cuanto Kevin le señaló.

-Sí.

-Lleva mirándote desde que llegamos.

-Oh.

-Ve a hablar con él anda angelito. - Sin esperar a que le respondiese me empujó en su dirección, me acerqué dudosa al chico y comencé a hablar con él, cuando me giré Kevin ya no estaba así que seguí hablando con él casi toda la noche.

Valerie me arrastró con ella a bailar, me hice fotos con todos menos con Kevin que decía que no le gustaban. Tras mucho suplicarle aceptó hacerse una foto conmigo.

-¿Te acuerdas del rubio de antes? - Le pregunté dándole un trago a mi cerveza.

-Sí, el que no dejaba de mirarte.

-Te miraba a ti, no a mí. - Casi se atraganta cuando se lo dije y yo me empecé a reír, el rubio pasó por delante y le guiñó un ojo, haciendo que yo riese más fuerte.

-Wow, me habían tirado los tejos muchas chicas pero nunca un chico.

-Siempre hay una primera vez para todo.

(***)

Me desperté con un dolor de cabeza increíble, me moví en mi cama pero note un cuerpo, vi a Kevin dormido y me levanté de un salto.

Oh dios, ¿qué hice ayer?, me miré y vi que llevaba todavía mi ropa puesta, la misma de la fiesta. Me tomé un ibuprofeno y levanté a Kevin.

-Kevin despierta joder. - Le zarandeé el brazo y se despertó.

-¿Qué cojones pasa?

-¿Qué haces aquí? ¿Qué pasó ayer Frost? - Se rió y yo le miré todavía más molesta.

-Joder nada, simplemente me pediste que me quedase a dormir aquí, te prometo que no te toqué. - Suspiré aliviada pero me alarmé al escuchar una voz, era mi hermana, mierda.

-Corre métete en el baño.

-¿Miedo a que nos vean juntos muñeca?

-Cierra el pico y vete al baño. - Levantó las manos en señal de rendición y entró al baño cerrando la puerta.

-¿Alison estás hablando sola?

-Algo así. - Le abrí la puerta y ella entró, revisó mi cuarto con la mirada y me miró extrañada.

-Huele a chico.

¿Es enserio?

-Ya claro, lo que digas Aria. - Soltó una carcajada.

-Solo venía a ver si te habías vuelto loca, aunque creo que llego tarde. - Salió de la habitación y yo cerré la puerta con pestillo, le abrí a Kevin y él salió.

-¿Qué pasa ahora? - Le miré divertida y él me miró asustado. - ¿Qué es lo que tramas angelito?

-Tienes que irte por la ventana.

Su cara era increíble, pero por desgracia no lo decía en broma.

-No pienso bajarme por ahí, ¿acaso quieres que me mate?. - Dijo con horror.

-Pues claro, es broma. - Dije dándole en el hombro. - Ahora fuera.

Me miró riendo y se puso en el pequeño techado que había tras mi ventana, me miró con mala cara y yo reí, la verdad era bastante divertido verlo en esta situación.

-Nos vemos angelito. - Saltó de una manera totalmente ágil y se fue corriendo.

La Última Noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora