25.

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Alison.

La vuelta a clases era horrible, pero ayudaba entrar cogida de la mano del puto Kevin Frost.

Creo que eso se convertirá en mi mantra de tanto pensarlo.

La gente nos miraba, cuchicheaban entre ellos y murmuraban dios sabe que, pero a mí no me importaba, lo único que en ese momento me importaba realmente era que estaba de la mano del mejor chico del mundo. Las chicas me miraban con envidia, no ocultaban sus caras de envidia ni de asco y yo solo les sonreía, dándoles donde más le dolía.

Kevin y yo estábamos en un punto raro, no éramos novios pero estaba claro que éramos mucho más que amigos. Estaba esperando a que lo hiciésemos oficial y pienso que tendría pensado hacerlo en la cita del sábado.

Cuando nos tuvimos que separar ya que teníamos clases diferentes me dio un suave y pequeño beso en los labios, posando sus manos en mis mejillas.

Entré en clase y me senté al lado de Val, la cual me miraba totalmente seria, creo que seguía un poquito molesta por que me fui con Kevin, aunque me dijo que lo entendía.

Todos sabemos que es una mentirosa.

Conciencia estúpida cierra el pico.

-Se te ve enamorada. - Dijo Val sonriendo.

-¿Qué tal con Trevor?

-Ha quedado con una chica. - Hizo un mohín con la boca y parecía que fuese a llorar.

Qué sutil cariño.

Oh cállate.

-Será para darte celos.

-Admítelo tía, nunca conseguiré que se fije en mi, le gustan rubias y yo soy morena, con ojos oscuros y yo los tengo claros. Se va a tirar a Sidney.

-¿Con ella ha quedado? - Pregunté con incredulidad.

Sidney era odiosa y todos lo sabíamos, no había manera de que te llevarás bien con ella, era una víbora.

-Si tía, encima con esa. - Dijo con resentimiento.

-Estará confuso.

-Confuso mis pelotas. - Le miré con las cejas alzadas.

-Las que no tienes.

-Cállate.

Al terminar esa hora de clase me fui a la siguiente clase que tenía, inglés. Me senté al lado de Kevin, que me saludó chocando mi mano en una especie de saludo que hicimos hace unas semanas.

-¿Lista para el sábado angelito?

-Claro. - Me mordisqueé la parte de dentro de la mejilla nerviosa, él me apretó la mano y sonrió.

-Te recogeré sobre las 9.

-Me parece bien. - Me sonrió y dejé un beso en su mejilla, su sonrisa se amplió.

Esa clase pasó rápido, sobretodo porque estuve la mitad de ella mirando a Kevin y la otra mitad haciendo tonterías con él.

(***)

-Ya estoy en casa. - Grité dejando las llaves a un lado, mi hermana bajó corriendo y me miró mal.

-A buenas horas, me moría de hambre. - Rodé los ojos y tras soltar la maleta fui a la cocina a calentar lo que tocaba hoy de comer.

-Podrías haber calentado tú la comida, no es un trabajo tan difícil que una niña de casi 14 años no pueda hacer. - La vi ir cogiendo cosas para poner la mesa y entonces me acordé. - ¿Qué tal con Andrew?

Ella paró en seco y me miró, tuve que reprimir una sonrisa al ver que estaba colorada. Ese chico tenía que gustarle bastante.

-Bien, hemos quedado el viernes. - Levanté mis cejas y le di una mirada cómplice.

-¿Dónde?

-No te lo diré, seguro que tú y Kevin os pasáis por allí a verme. - Solté una pequeña carcajada y llevé la comida a la mesa.

-No somos así.

-Kevin me dijo que como me viese con él le cortaba las bolas. - Solté una carcajada más grande, eso era totalmente cierto.

-Solo cuidamos de ti, apenas tienes 14 años cielo. - Ella resopló molesta.

-Tu primer novio fue a los 15.

-Duramos 2 semanas, no cuenta. - Ella me sacó la lengua en un acto muy infantil y se sirvió comida, yo hice lo mismo y seguimos charlando.

Kevin: Estoy fuera.

Me termine de preparar corriendo y avisé a mi hermana; la cual creo que estaba hablando con Andrew, de que me iba.

Al salir lo vi apoyado en su coche, con los brazos cruzados y mirando hacia el frente, llevaba unos pantalones grises y un chaleco de cuello vuelto negro. Al verme sonrió y se acercó a mí.

-Que guapo vas. - Dije justo antes de que uniese nuestros labios en un dulce beso, cogiéndome por la cintura.

-Para guapa estás tú angelito. - Dejó otro beso en mi cabeza y me abrió la puerta del coche.

-Qué caballeroso. - Dije entrando en el coche, él lo rodeó y se sentó en el asiento del copiloto.

-Hoy me ha dado por serlo. - Arrancó y nos dirigimos hacia dios sabe donde, porque no me había dicho a donde íbamos.

-¿A dónde vamos? - Pregunté sonriente.

-No te diré. - Dijo Kevin poniendo su mano en mi muslo. Yo le agarré la mano y lo intenté de nuevo.

-Por favor. - Dije pestañeando muy seguido, él sonrió y negó con la cabeza.

-No te diré. - Mi mano soltó la suya y fue a su rodilla, fui acariciando hacia arriba mientras le miraba, llegué a su muslo y él tragó fuerte. - Alison.

-Dime. - Negó y se aferró con fuerza al volante, mi mano acarició su muslo por la tela del pantalón, acercándose cada vez más a su entrepierna.

-Para o paro el coche aquí mismo.

-Dime el sitio al que vamos. - Llegué al punto clave y acaricié por encima de los pantalones.

-Tú lo has querido. - Se desvió hacia un lugar en el bosque y frenó. Me cogió de la cintura y me sentó en un abrir y cerrar de ojos en sus piernas. - Ahora intenta detenerme.

La Última Noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora