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-No me puedo creer que vayas a ir a su casa, apenas hace 1 semana que lo conoces. - Gritó Valerie a la vez que se tiraba en mi cama, yo estaba delante del armario viendo qué ponerme.

La verdad no sabia por qué me comía tanto la cabeza pensando en qué ponerme. Solo iba a casa de un idiota a hacer un trabajo estúpido, mientras antes me lo quitase de encima mejor.

-Valerie, es solo un trabajo. - Ella se encaminó hacia uno de mis cajones y sacó un conjunto de lencería rojo. - Guarda eso.

-Póntelo, nunca se sabe cuando podrás echar un buen polvo.

-Valerie... Guarda eso.

-Tú verás, en cuanto te quite los pantalones y vea que llevas bragas de monja se le irá el calentón de repente. - Rodé los ojos y saque unos vaqueros cortos negros junto con un top blanco de tirantes, iba a ser un día caluroso.

-Cierra el pico Valerie, no voy a hacer nada con él.

-Pues yo sí haría algo con él la verdad, osea míralo. - Me enseñó una foto de su instagram en la que salía sonriendo, la verdad era bastante guapo.

-Es guapo, pero imbécil.

Me vestí y me peiné, eran las 4 cuando terminé así que me tumbé en la cama con Valerie, ella seguía acosando a Kevin por Instagram y me dio curiosidad, tenía solo 3 fotos, aparte de la foto en la que salía sonriendo tenía otras dos, una era mirando a otro lado y serio y la última con un piano, me asombre al pensar que podría tocar el piano.

-Admite que no está nada mal.

-No, no lo está pero eso no significa que me lo vaya a tirar.

-Pero al menos admite que te pone cachonda. - Le pegué riendo y negué con la cabeza.

-Ni en sus mejores sueños, bueno tía me voy.

(***)

Llegué a la dirección y me sorprendí, era una casa de 2 plantas bastante sencilla. Con vergüenza llamé al timbre y una mujer de ojos azules y pelo negro como Kevin me abrió, me miró sonriente y me invitó a pasar.

-Oh, tú debes de ser Alison, soy Marie la madre de Kevin, es un placer. - Dijo dándome 2 besos.

-El placer es mío.

-Yo ya me iba, Kevin está arriba pero ya baja.

La mujer salió por la puerta y me quedé observando el salón, era bastante amplio, tenía el piano que vi en la foto de Kevin, sus muebles eran blancos y negros para combinar las paredes grises, había fotos de la madre de Kevin con él, pero de nadie más, por lo que supuse una mala relación con el padre. Al oír el crujido de las escaleras me giré, Kevin llevaba unos pantalones de deporte negros y una camiseta de tirantes blanca, que dejaba ver ciertos tatuajes en sus hombros, se acercó a mi con varios papeles y dos bolis y se sentó en el sofá.

-Puedes sentarte, no muerdo. - Me senté y noté que se pegaba a mí, lo que hizo que me tensase, él pareció notarlo pero no le dio importancia, me pasó un papel y un boli y me miró. - ¿Cómo lo hacemos?

-No tengo ni idea.

-Había estado pensando en hacernos preguntas y tal, y así nos conocemos más.

-Me parece bien. - Asintió y puso en la hoja "Trabajo", tenía una letra bastante linda. - ¿Empiezo yo?

-Eh, claro.

-¿Por qué te mudaste? - Inquirí, era algo que me daba bastante curiosidad.

-Empiezas fuerte. - Dijo sonriendo y con un tono burlón. - Trabajo de mi madre.

Asentí y lo apunté. Él me fue preguntando cosas y yo a él, eran cosas tontas pero me ayudarían a conocerle un poco más, al cabo de unas horas sabía más de el que de Trevor casi.

- ¿Qué quieres estudiar? - Pregunté tomando un sorbo del zumo que me había traído, de manzana, mi favorito.

-No lo sé realmente, ¿y tú?

-Análisis de conducta de la policía. - Dije orgullosa, él encarnó una ceja mirándome y lo apuntó.

-Entonces serás capaz de hacerme un perfil... O intentarlo. - Le miré sonriente.

-¿Es un reto? - Pregunté encarnando una ceja, él asintió. - Reto aceptado.

-A ver si consigues sorprenderme. - Dijo echándose para atrás y poniendo sus brazos tras su cabeza.

-Vale, empiezo. El primer día de clases entraste totalmente serio, no sonreíste a nadie y no llamaste para nada la atención, o al menos eso intentabas porque solo hiciste que el interés de muchas creciese. Me trataste como si fueras un playboy pero no te he visto mirar a ninguna chica más, eso solo me hace acrecentar mis sospechas de que tienes serios problemas de seguridad. - Me miró asombrado y yo le sonreí. - He mirado tu salón de manera rápida y no veo a ningún hombre, por lo que debo pensar que tienes una mala relación con él.

-¿Algo más? - Preguntó apoyándose en sus rodillas.

-Te gusta tu perfil izquierdo. - Sus ojos se abrieron mucho. - En tus fotos de Instagram solo sales de ese perfil.

- ¿Me has stalkeado? - Oh mierda.

-No... Fue mi amiga, Valerie. - Él soltó una carcajada negando con la cabeza, se reía lindo.

Alison no

Cierra el pico conciencia.

-Ya claro, ahora trata de excusarte.

-Oh vamos no era una excusa. - Miré el móvil y vi que eran las 9. - Debería irme.

-Te llevo. - Dijo levantándose.

-No hace falta, puedo tomar el bus. O irme andando. - Dije levantándome y cogiendo mis cosas, pero él hizo caso omiso y se acercó a la puerta, cogiendo unas llaves.

-Ya claro, y si apareces en una cuneta me sentiré culpable. - Rodé los ojos, ya sabía algo más sobre él. Era un cabezota.

El camino hasta casa fue silencioso, le observé conducir, la manera en la que apretaba las manos al volante, me gustaban sus manos. Le miré de reojo un par de veces, estaba con el ceño fruncido, totalmente concentrado, cuando llegó a mi casa aparcó enfrente.

-Bueno, gracias por traerme. - Dije saliendo del coche, a lo que él hizo lo mismo y me acompañó a la puerta.

-Nos vemos mañana. - Dijo acercándose a mí, le miré con el ceño fruncido cuando se acercó a mi oído. - Te queda demasiado bien ese top.

Se alejó en dirección al coche y yo me quedé mirando como se alejaba en coche.

La Última Noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora