Me desperté sin ganas de levantarme pero no podía perder un día de instituto y más siendo el primero. Así que muy a mi pesar me levanté, fui al baño y me lavé la cara, al volver a mi habitación cogí unos vaqueros largos azules con rotos y un top negro de banda, peiné mi pelo dejándolo suelto y bajé a la cocina, topándome con mi hermana pequeña, Aria.
Era una niña de 13 años con las hormonas revolucionadas, tenía el pelo rubio como yo, pero a diferencia mía el suyo estaba cortado por los hombros. Sus ojos eran de color marrón, heredado de mi padre, mientras que los míos eran azules como los de mi madre.
-Buenos días mocosa. - Me miró rodando los ojos y volvió a mirar la pantalla de su móvil, se lo quité y me miró muy mal.
-Ey, devuélvemelo. -Dijo ella molesta, yo negué con la cabeza y me lo metí en el bolsillo del pantalón.
-Ya sabes que a papá y mamá no les gusta que comas con el móvil.
-Pero ellos no están. - Dijo mientras tomaba una cucharada de su bol con cereales.
-En ese caso la que manda soy yo, y como a mí tampoco me gusta te aguantas. - Puso los ojos en blanco y siguió comiendo, yo cogí otro bol con cereales y me puse enfrente suya, tratando de intimidarle para ver si de esa manera conseguía que me hablase, pero solo me gané una mirada de asco por su parte.
Tras terminar mi desayuno le devolví el móvil a Aria, ella lo cogió corriendo como si su vida dependiese de ello y volvió a meter su vista en él, yo le avisé de que tenía que ir ya al instituto o llegaría tarde pero como de costumbre pasó de mí.
Siempre había sido una niña reservada, ahora se había vuelto más molesta que otra cosa, sobre todo porque le molestaba que nuestros padres no estuviesen en casa apenas, y yo tenía que cuidar de ella por las mañanas ya que por las tardes venía mi tía y se la llevaba, pero le faltaba amor parental. Yo por mi parte estaba bien.
Fui caminando con música hasta el instituto, donde me encontré con Valerie, mi mejor amiga. Era una chica morena de ojos miel con pecas a la que conocía desde hacía 15 años, la conocí al entrar en la guardería y era una de las chicas más fieles que conocía.
-¿Lista para el último y mejor año de nuestras vidas? - Preguntó mientras nos dirigíamos al interior del instituto, el ambiente era el mismo de todos los años, gente riendo por todos lados, parejas demasiado acarameladas, chicas demasiado plásticas, un instituto normal.
-Por favor que sea leve. - Ella rió mientras negaba con la cabeza y entramos a la clase, tomamos asiento en cuarta fila y nos pusimos a hablar del verano hasta que la clase se fue llenando y la profesora entró.
-Buenos días a todos, me llamo Jane y voy a ser vuestra tutora durante el curso, y también vuestra profesora de matemáticas. Antes de nada me gustaría decir que este curso no es tan horrible como parece, y que intentaré que... - Un ruido en la puerta le interrumpió y tras decir "pase" un chico entró, dejando a media clase boquiabierta y haciendo que varias chicas suspirasen.
Era un chico de pelo negro y ojos azules, se veía bastante atlético, la profesora le dejó pasar y se sentó en última fila tras pedir perdón por llegar tarde.
-Ese chico se ve demasiado bien. - Me giré hacia mi amiga y la vi mirándole mientras se mordía el labio.
-Dame pañuelos. - Me miró extrañada.
-¿Por qué?
-Para limpiar el rastro de baba que estás dejando babosa. - Me pegó un pequeño puñetazo en el brazo y rió, la profesora siguió presentándose y yo la atendí sin ganas, tras darnos nuestro horario y desearnos mucha suerte salimos de la clase y nos dirigimos a la cafetería donde nos encontramos con Trevor. Era nuestro mejor amigo desde hacía años.
-Hola preciosas.
-Hola bichito. - Le saludé con un beso en la mejilla y él sonrió.
La manera en la que Trevor y yo nos conocimos era curiosa, me dejó su barra de chocolate en primaria ya que a mi madre se le había olvidado darme desayuno, desde ese momento supe que íbamos a ser amigos por mucho tiempo.
-¿Y ese tío? - Dijo señalando al nuevo, el cual tenía sus ojos clavados en el móvil, subió su mirada, conectando sus ojos azules con los míos y yo aparté la mirada.
-Kevin, es nuevo. - Dije volviendo la mirada a él, el cual no había despegado su mirada de mí.
-Es guapo. - Dijo Trevor encogiéndose de hombros.
-Es todo un portento de chaval. - Dijo Valerie mordiéndose el labio mientras le miraba, yo rodé los ojos mientras reía y nos sentamos a charlar animadamente.
(***)
Llegué a casa y vi que no había nadie, tras soltar la maleta en el salón me fui a la ducha, tras tomar una larga ducha de agua fría me puse un top de tirantes negro y unos pantalones blancos de algodón y me fui al salón a ver la tele.
Tras eso la curiosidad me pudo y entré en Instagram, busqué todos los Kevin Frost que hubiese y no me costó mucho encontrarle. Tenía la cuenta pública y un par de fotos subidas, pero tenía muchos seguidores. Me hice la cena y cené con mi hermana, tras eso me fui a dormir ya que mañana tendría que despertarme temprano para ir a clases.
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La Última Noche
RomanceIdiota, prepotente, egocéntrico y estúpido. Podría pasarme todo el día hablando mal de él, va por ahí con sus aires de superioridad creyendo que va a impresionar. Kevin Frost es la definición de todo lo que está mal, pero por alguna extraña razón no...