26.

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Jueves.

Estaba sentada delante de un acantilado con Kevin a mi lado. Me había convencido de sentarme al borde, pero yo accedí solo cuando me dijo que no iba a soltarme.

Me tenía agarrada por la cintura y aunque sabía que si algo pasaba no iba a poder rescatarme, yo me sentía segura.

-Ahora es cuando me tiras. - Bromeé.

-Nunca haría eso.

Se le notaba apagado, miraba al frente pero no decía nada. Me estaba preocupando.

-¿Estás bien? - Me giré para mirarle directamente.

-Sí angelito. - Me dedicó una sonrisa poco convincente y yo le sonreí de vuelta, pero no estaba nada convencida.

-¿Nos veremos mañana? - Pregunté.

-Tengo que preparar un par de cosas del sábado. - Me dio un besito en la nariz y otro en la frente. - Pero el sábado estaré todo para ti.

-Desde las 9.

-Desde las 9 angelito. Podemos ir a dormir a la cabaña. - Sonreí ante la idea, amaba como se sentía dormir a su lado, daba una tranquilidad que asustaba.

-Por mí perfecto. - Apoyé mi cabeza en su hombro y él me apretó contra su cuerpo.

-¿Sabes? El primer día que te vi no pensé que ibas a ser tan importante. Me llamaste mucho la atención con esa manera tuya de ser, me mandaste a la mierda nada más conocerme. - Solté una pequeña carcajada. - Recuerdo el día que te vi en la cola de aquella tienda, ese día me dedicaste una sonrisa por primera vez.

-¿Y esto?

-Quiero que sepas que siempre recordare tu sonrisa Alison, pase lo que pase con nosotros, tu sonrisa será siempre la octava maravilla del mundo a mis ojos. - Le abracé y él depositó un beso en mi mejilla.

-Te quiero.

-Y yo angelito, y yo. No lo olvides nunca.

-¿Estás bien Kevin? - Dije con un tono preocupado.

-Claro que sí, es solo que me puse melancólico.

-Todo un machote eh. - Dije de broma.

-Cierra el pico.

-Igualito que cuando te conocí.

-Ali sh. - Reí más fuerte y él negó con la cabeza. - No te hago cosquillas porque sé que tendré que ir a recogerte al fondo del acantilado.

-No quieres perderme osito melancólico. - Me fulminó con la mirada y yo reí más fuerte.

-No me llames así. - Se cruzó de brazos como un niño pequeño y yo empecé a toser de la risa. Él me empezó a dar palmaditas en la espalda mientras se reía de mí. Estúpido. - No te mueras torpona.

-¿Qué me dijiste? - Pregunté, y mi tos se cortó de repente.

-Torpona. - Fruncí el ceño de broma y él me acarició la pierna. - ¿Sabes? Siempre quise hacerlo al aire libre.

-Ni de coña. - Él me miró con ojos de cachorro degollado y yo rodé los míos.

-Pero no te dije nada.

-No hace falta, sé por donde van los tiros.

-Si quieres, no seré yo quien se oponga. - Alzó y bajó las cejas varias veces con una gran sonrisa en su rostro.

-Kev no, a saber como terminamos de arena. - Hizo un mohín.

-Había que intentarlo.

(***)

-Os odio. - Dije dando un portazo, mi madre gritó como treinta palabrotas seguidas y entró en mi cuarto, casi derribando la puerta.

-Alison, te he dicho que lo siento.

-Mentira, no lo sientes.

-Solo quiero lo mejor para vosotras. - Rodé los ojos, siempre me decía lo mismo y yo siempre le contestaba igual.

-Lo mejor para nosotras es que estéis aquí, no que os vayáis cada 2 días.

-Pero tenemos reuniones importantes. - Solté una risa irónica y le miré desafiante, ella me miró con esos intensos ojos azules, que yo había heredado.

-Pues cancelad la jodida reunión y pasad una tarde con nosotras. - Ella me miró horrorizada.

-Esa boca Alison joder.

-No eres la más adecuada para hablar. - Mi padre entró, mirándome con pena. Con la mirada le supliqué que me ayudase pero él de encogió de hombros.

Cobarde.

-Ali sé que es difícil entender esto. Pero eres la mayor, admito que tu hermana me monte estas pataletas pero no me lo esperaba de ti.

-¿Y qué esperaban? Solo llaman para saber por mis notas, para saber si me porté bien, solo vienen cada mucho tiempo y encima me regañan si no estoy. Lo siento pero esto está muy lejos de ser una familia, por vuestra culpa.

Y sin esperarlo, su mano impactó contra mi mejilla derecha, escuché a mi padre gritarle y yo me llevé la mano a la cara, acariciando la zona. Mi padre agarró a mi madre del brazo y se la llevó, pero antes de que desapareciese por la puerta le grité.

-Y tú estás muy lejos de ser mi madre.

Eso pareció dolerle, ahogó un grito y mi padre me fulminó con la mirada. La relación con ellos se había ido a la mierda definitivamente.

Llamé a Kevin, y al tercer tono me respondió.

-Hola angelito, ¿me echas de menos?

-Kev...

-¿Estás llorando? Joder Alison, ¿a quién tengo que matar?

-Me peleé con mi madre Kev, le dije que esto  estaba muy lejos de ser una familia y me dio una bofetada.

-Alison… ¿Estás bien?, ¿te ha hecho daño? - Se notaba preocupación en su voz, yo me sequé las lágrimas y me aclaré la voz.

-No me ha dolido, al menos la bofetada no.

-¿Y tu padre?

-Se la ha llevado y listo.

-Alison, cariño, relajate. - Escucharle llamarme de esa manera me relajó. - Todo estará bien ¿si angelito?

-Te quiero mucho. - Dije terminando de secarme algunas lágrimas.

-Y yo angelito, y yo.

Aviso que el próximo capítulo será el último 🤭

La Última Noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora