Hola! Mil gracias por seguirme hasta aquí. En serio lo valoro demasiado. Sin más que decir, a leer.
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En aquel pequeño privado donde las luces estaban apagadas, Izuku fue el primero en despertar. Quien imtentaba enfocar la vista para poder ver algo o saber donde rayos estaba. Recordando poco a poco todo lo que había echo la noche anterior y con quien.Al mirar a un lado y ver a su rubio amantes aún dormido, se alivio un poco. Así que con movimientos sigilosos se quito el brazo y pierna de Bakugou de encima para poder salir de la cama.
Aliviado de ver que el rubio no se despertó por ser movido, al contrario, este se acomodó mejor para seguir durmiendo.
--Bien, ahora sólo falta saber donde está mi ropa -- susurro al agacharse y empezar a tantear el suelo, sin prender la luz por miedo a despertar al rubio, encontrando primero un pantalón, sabiendo que este era de su amante.
Siguió buscando hasta que encontró su pequeño short cerca de la esquina de la cama. Busco en la bolsa de este su teléfono, aliviado de ver que apenas eran las 6 am en la pantalla y que aún contaba con la mitad de pila.
Encendió la linterna para poder buscar más rápido su ropa, intentando no alumbrar al rubio y que este despertara. Empezando a cambiarse con prisa al temer que se le hiciera tarde.
Una ves listo, sacó un billete y lo puso en la cabecera de la cama, justamente debajo del celular del rubio.
Un suave gracias que le dijo al rubio y salió de la habitación de manera silenciosa, cerrando la puerta con cuidado de no hacer ruido.
Sorprendido de ver a varias personas salir de los demás privados, unos solos al igual que él y otros acompañados de su pareja.
Se tranquilizó al saber que no era el único por el antro y a tal hora.
--Ahora sólo falta saber donde andas -- susurro al empezar a marcar el número de su amiga. Sin dejar de caminar por el antro.
Hasta que se detuvo al escuchar aquella melodía, la que el conocía muy bien. Camino hasta donde creía escucharla más fuerte.
Sorprendiendose de ver a su amiga castaña desnuda y a Momo de igual manera también, abrazando a un pelirrojo. Quien estaba igual que ellas.
--¿Zuchan? -- Fue lo primero que pronunció Ochako media despierta por el insistente sonido de su teléfono al ver a su amigo pecoso parado frente a ella.
-- Es hora de irnos -- aviso al empezar a recoger la ropa de su amiga, para que está se empezará a vestir.
--¿Qué pasa Ocha? -- quien despertó por el ruido y movimiento del sofá fue Momo.
--Debemos irnos -- fue lo único que dijo al pararse y terminar de ponerse su top blanco.
Momo no dudo en colocarse su vestido entallado y agarrarse el cabello en su típica cola de caballo.
--¿Acaso se piensan ir sin despedirse? -- pregunto un tanto ofendido Kirishima al sentir como sus dos amantes de turno se alejaban de él.
--Claro que no bebé -- respondió Ochako al acercarse y darle un suave beso en los labios -- este es mi número, y ya sabes, cuando quieras podemos repetirlo -- susurro de manera sensual sobre aquellos labios pintados de rojo.
--Perfecto -- fue lo único que dijo kirishima al sujetar aquella tarjeta.
--Y está es la mía -- Momo no dudo en entregar su número. Sacándole al dientes afilados una gran sonrisa de satisfacción.
Y sin perder más tiempo, los tres se fueron de aquel antro. Dejando a Kirishima un tanto divertido por lo que veía.
--Al parecer al pecoso también le dieron una buena atendida -- susurro al ver como Izuku cogeaba un poco al caminar.
Quien si se dio cuenta de la manera de caminar de Izuku, fue Ochako. Pero no dijo nada para ver hasta donde aguantaba su amigo ex virgen el dolor de culo.
Izuku por su parte al entrar al auto de su amiga castaña y sentarse, se tuvo que aguantar una queja de dolor para no ser tema de burla de sus amigas.
La única que estaba un tanto fuera de lo que pasaba, era Momo. Quien al parecer tenía otras cosas en mente que saber que Izuku había perdido la virginidad la noche anterior con quien sabe quien.
--¿Que vas a hacer hoy Ochako? -- la pregunta que hizo Momo, dejo a la castaña un tanto confundida al igual de Izuku.
--¿Por? -- fue la simple respuesta de Ochako, sin dejar de ver al frente porque estaba conduciendo.
--Tengo pases para ir al cine, se estrena al fin la película de sirenas asesinas que querías ver -- aviso muy emocionada, recordando lo que tubo que pagar para poder tener aquellos boletos.
--Lo siento, mejor invita a alguien más. Porque Izuku y yo después de la Uni nos vamos a trabajar -- soltó sin un ápice de remordimiento por rechazar la invitación de la azabache. Dando por sentado que Izuku tampoco podría y que lo sacará de sus planes.
--Ooh -- fue lo último que se escuchó en el auto. Dejando así un silencio un tanto incómodo hasta llegar al departamento donde vivían Izuku y Ochako.
Los tres entraron al lugar y un rico calor hogareño los recibió.
--Voy a hacer café, ¿quieren algo? -- ofreció Izuku al ir a la pequeña cocina que tenían en el departamento. Obteniendo un no por parte de las mujeres.
Momo pidió el baño y al tener acceso a este, no dudo en ir a darse una ducha para quitar todo rastro de olor a sexo, alcohol, y cigarro.
Ochako al ver su sillón predilecto, no dudo en acostarse y descansar de la ronda de sexo rudo que tubo con Kirishima.
--Ten --. Hasta que Izuku llegó hasta donde estaba y le dio una taza de café bien cargado.
--Que rico -- susurro al sentarse y agarrar la taza de café recién echo -- no sabes cuanto te adoro -- dijo al recargar su cabeza en el hombro del pecoso y empezar a beber del líquido caliente.
Izuku no dijo nada, sólo se quedó sentado en el sillón con su amiga recargado de él. Mientras ambos bebían su café cargado.
--Gracias Ochako --.
La voz de la azabache hizo que Izuku y la castaña vieran a Momo bajar de las escaleras con una blusa blanca y abotonada hasta arriba, con un listón negro perfectamente bien echo y un chaleco del mismo color del listón, haciendo juego una falda negra tableada que llegaba dos centímetros arriba de las rodillas de Momo.
Mostrando así a una joven con dinero, recatada, educada y sobre todo inocente. Algo muy lejos cuando en verdad era una chupa polla de primera que amaba montar tríos y orgias acompañadas de éxtasis y mucho licor.
-- Seguro ya vienen por ti --. Ni bien terminó de hablar Ochako, cuando el timbre de su casa sonó.
--Me divertí mucho, nos vemos Ochako, adiós Izuku -- se despidió de ambos y salió de aquel departamento. Viendo que la esperaba una limusina negra.
Dejando a la castaña y al pecoso en su ambiente normal. Ambos tomando su café de manera normal como si ver entrar con ellos a una joven que gustaba del sexo y las drogas, no fuera la misma que salió con su uniforme de escuela rica y con pinta de pudorosa que se sonrojaba al escuchar la palabra sexo.
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Aquí otro cap.Si te gustó, regalame un voto o un mensaje.
Gracias por llegar hasta aquí.
Nos vemos luego
Adiós.

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MI JODIDO COMPROMISO
RandomLa amabilidad se paga de muchas maneras, unas de manera buena y otras no tantas, al menos eso lo sabe Masaru Bakugou, quien por confiar en sus empleados de hace muchos años, estos le pagaron de una manera horrible. Le robaron una gran cantidad de di...