LINDO BICOLOR (24)

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Había pasado una semana estresante y muy ocupada para Izuku, quien tuvo que invertir sus momentos libres en estudiar, así fuera en la tarde o noche para poder obtener una buena calificación en los exámenes de fin de año.

Por eso al estar al fin libre de todo estrés escolar, lo primero que hizo al llegar a su casa fue aventar su mochila al sofá y dejarse caer a un lado de este.

Pero todo pensamiento de como se iba a organizar en las vacaciones que tenía se esfumó cuando vio entrar a su amiga con expresión afligida mientras azotaba la puerta con fuerza.

No dijo nada solo se levantó del sofa y abrazo a Ochako, quien no dudo en soltar el llanto de una manera silenciosa sobre su hombro.

Él acarició sus cabellos castaños con dulzura mientras dejaba que su amiga se desahogara cuánto quisiera.

No supo cuando tiempo estuvo así pero tampoco le importo, hasta que Ochako dejo de abrazarlo. Los ojos hinchados y nariz mocosa dijeron todo, era un horrible dolor y solo había una persona capaz de lograr tal acto tan atroz.

- Después de que entregué mi último examen fui a recoger unos papeles que me pidió el maestro de Física, quise ahorrarme la vuelta y cruce por la cancha de fútbol y - Ochako no sabía cómo continuar con eso al recordar lo que hace poco vio. Sentía como un nudo se formaba en su garganta haciéndole imposible seguir, pero también sabía que debía desahogarse - unas escobas cayeron y creí que algún alumno o maestro tuvo un accidente pero lo que ví fue a Momo cogiendo con Iida -.

Izuku abrió grande sus ojos verdes al escuchar eso y más al ver cómo su amiga se rompía en llanto una vez más y todo por esa mujer.

-¡Porque lo hizo, joder! - el grito que soltó Ochako hizo que Izuku la soltara solo para ver cómo su amiga empezó a aventar las almohadas que adornaban el sofá al suelo con rabia y fuerza. -¡Porque! -.

- Quizás por miedo - aunque Izuku dijo eso de manera suave, Ochako logro oírlo - es que solo piensalo Ocha, Iida llegó a la escuela a hacer su pasantía de maestro y al saber eso Momo no dudo en seducirlo de nuevo solo para asegurarse que tú no regresaras con él -. Cuando Ochako escucho todo eso no pudo evitar poner una expresión confundida.

- Pero que estupidez, yo jamás regresaría con ese imbécil -. Expresó muy decidida mientras se limpiaba las lágrimas y nariz.

- Bueno eso solo tú lo sabes pero dudo que Momo lo sepa y al entrar en pánico y pensar que si lo harías, no dudó en meterse con él. Además ambos sabemos que ella es muy astuta y si hizo eso en la escuela, a futuro lo ocupara a su favor para chantajear a Iida para que así este haga lo que ella quiere si o si -.

Ok ahora sí habían encajado las piezas muy bien, y si Izuku tenía razón de una u otra forma Momo se encargó de evitar una reconciliación entre ella y el imbécil de Iida.

- Que te parece si en vez de andar llorando por esos dos imbéciles, mejor nos preparamos para ir de reventón -. Solo eso basto para que Ochako asintiera feliz mientras corría a su cuarto.

- Está noche toca coger hasta perder la conciencia -. Izuku se rió al ver que rápido le pasó el efecto a su amiga, era mejor así que verla sufrir por personas que no valían la pena.

Además él también debía arreglarse y probar suerte esa noche, aunque no podía evitar sentir un poco de ansiedad.
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Unos pasos dentro de ese antro y ya tenían a varios chicos alrededor, y no era para menos cuando a su lado estaba su guapa y bien dotada amiga.

Aunque él no se quedaba atrás, porque lo que no tenía de tetas (al ser chico) gozaba de una buena retaguardia.

- Vamos a buscar una mesa y pedimos algo para beber - la sugerencia de su amiga solo lo hizo asentir con la cabeza ya que por la música a todo volumen no sabía si sería escuchado.

Por eso se dejó guiar por la castaña hasta una mesa que les sugirió un mesero. Uno muy guapo que no dejaba de verle las piernas a su amiga y está no dudaba en coquetearle. Se rió al ver que rápido paso su amiga de la depresión a seductora.

- ¡Vamos Zuchan ya no tenemos exámenes, así que a gozar! - al escuchar eso solo sonrió y más al ver que rápido fue el mesero por sus tragos. Al parecer el joven quería ver a su amiga más borracha y fácil de manejar. - Por cierto se me estaba olvidando - de su escote saco una pastilla que Izuku conocía muy bien - vamos a entonarnos -. Izuku vio como Ochako se trago esa pastilla con licor para luego pararse y empezar a bailar sensualmente a su lado.

Él solo agarro la pastilla y la observó, sabía que era y para que servía pero la verdad tenía un poco de miedo está vez.

- Se que tienes miedo porque ese rubio precoz fue tu primer hombre pero si no le das vuelta a la página eh intentas olvidarlo te quedarás estancado y perderás increíbles experiencias. Date la oportunidad de experimentar, pero siempre y cuando con responsabilidad y cuidado -. Las palabras de Ochako hicieron que Izuku entendiera todo.

Y era verdad, si no le daba la oportunidad a alguien más y probar otras cosas nunca podría saber que le gusta y que no en la intimidad.

- Por ejemplo mira a tu izquierda - ahora entendía porque su amiga le dijo eso al ver a un muy atractivo bicolor sentado a unas mesas de dónde estaba él, quien no dejaba de verlo.

Sintió como su corazón empezó a bombardear más rápido y sus manos empezaron a sudar. Quizás esa noche él al fin podría sentir que era tener un buen polvo.
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MI JODIDO COMPROMISODonde viven las historias. Descúbrelo ahora