La música era suave así como la luz de las lámparas que adornaban el lugar, una botella de vino tirada en la alfombra y dos copas en la mesita de la sala, además de ropa regada por doquier.
Era una buena escena en aquel departamento, donde Katsuki sentado en el sillón más grande del lugar estaba más que complacido ante la felación que le brindaba su nueva secretaria.
Quien lamía aquel pene con gula mientras estaba sobre sus rodillas mostrando su basta experiencia, soltando pequeños gemidos ante lo increíble que era estar así con su sexy jefe.
Bakugou al no ser alguien de mucha paciencia, sujeto los cabellos azules de su empleada y empujó con fuerza la cabeza de esta para que abarcará mayor profundidad su pene en aquella boca.
Acción que hizo que a los segundos unas arcadas se escucharan por parte de Nejire, quien no se espero tal cosa. Pero que aún asi se obligo a seguir mamando aquel miembro para que el rubio se corriera y poder ella ver el rostro de placer de su jefe.
Y vaya que se iba a cumplir pronto, pero lo que no sabía es que Katsuki no planeaba correrse en su boca. Ya que la jalo de los cabellos para separarla de su pene, ganándose una mirada confundida por parte de la secretaria. Quien creyó que hizo algo mal para ser separada de la nada de su chupadera.
- Túmbate, quiero cogerte ya - ordenó sin dudar mientras buscaba en la bolsa de su pantalón, aquel que descansaba en el respaldo del sillón, un condón.
Pero al no encontrarlo, chasqueo la lengua, y más al ver cómo Nejire estaba tumbada en el sillón con las piernas abiertas y los pechos bien duros por la excitación que está sentía.
- Que pasa bebé, vamos hazlo ya - suplico al desear sentir ya el éxtasis de tener tal monumento de hombre entre sus piernas.
Pero Bakugou intentaba recordar si tenía condones en el auto. Su dilema fue captado por la peliazul, quien apretó fuerte sus senos y con su pierna frotaba el pene aún erecto del rubio.
- Estoy controlada, así que no hay problema. Puedes meterlo ya - suplico al sentir como su sangre hervía por algo de placer.
- Jamás eh tenido sexo sin condón - objeto al agarrar su cartera y abrirla, para luego sonreír al ver que había un paquetito dorado en el interior.
Nejire sonrió al ver cómo aquel condon era abierto, para luego ser colocado en el aún duro pene de Katsuki.
Estaba a punto de que aquella sala se llenará de gemidos y olor al mejor sexo que quizás haya pasado ahí.
Pero la notificación de un mensaje, detuvo a Katsuki de meter su pene en aquella vagina ya un poco mojada por los juegos previos que hicieron.
-No contestes - suplico la secretaria al ver las intenciones de su jefe en detenerse. Quien la miro con una ceja alzada antes de ver quién era.
Si hubiera sido cualquier persona oh empleado, le hubiera echo caso a la mujer y seguir con su placentero sexo.
Pero la pantalla al decir Pelos de mierda, hizo que se incorporara de nuevo y sujetara su teléfono para ver que había un mensaje y foto adjunto.
Ya que su amigo jamás le mandaba mensajes o lo llamaba a tales horas de la noche si no era por algo de suma importancia. Y al tener una crisis en la empresa, no podía darse el lujo de ignorar a su amigo si es por algo que este se enteró oh hizo.
Se espero de todo, hasta la venta del departamento de Kirishima, así como el del auto. Incluso un enbargo a la empresa. Pero jamás aquello.
Sus ojos no podían despegarse de la imagen que había llegado. Incluso aún cuando Kiri estaba en medio de dos monumentos a la sensualidad. Ni mucho menos por la castaña que tenía un nada existente traje de vaquita.
No, solo veía a un pecoso con traje de conejito y la tira de condones que tenía en una de sus piernas, algo que demostraba que la noche sería solo alcohol y sexo sin frenesí para él.
Crujió los dientes con tanta fuerza que asustó a Nejire. Quien al ver la expresión de su jefe y como el pene de este se bajó, hizo que se preocupará.
-¿To-Todo bien? - pregunto asustada, pero al ver que Katsuki se levantó del sillón y camino con su pantalón en la mano, supo que no. Por eso prefirió no pedir una explicación.
-¡Maldito pelos de mierda, responde! -grito al tener el teléfono en la oreja, mientras intentaba colocarse el pantalón antes de llegar al elevador del edificio.
"Mira lo que me voy a comer" ¡Ha! como si fuera a permitirlo, él tenía un asunto pendiente con ese pecoso, así que literalmente estaba ya prohibido para su estúpido amigo el hacerlo.
-¡Ni se te ocurra tirartelo pelos de mierda, ese Deku es mío! - grito nada más al ver que la llamada había sido aceptada. -¡Y más te vale que cuando llegue, nadie lo haya tocado! -. Y sin esperar respuesta, colgó para correr al estacionamiento cuando las puertas del elevador se abrieron y manejar rumbo al puto antro de mierda que su amigo le hizo el favor de mandar la dirección y saber dónde era.
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MI JODIDO COMPROMISO
RandomLa amabilidad se paga de muchas maneras, unas de manera buena y otras no tantas, al menos eso lo sabe Masaru Bakugou, quien por confiar en sus empleados de hace muchos años, estos le pagaron de una manera horrible. Le robaron una gran cantidad de di...