La noche había llegado y Bakugou no terminaba de revisar y firmar papeles que por el momento eran importantes para el avance de la empresa.
Se masajeo un poco el cuello al sentir dolor y tensión en la zona. Sin dejar de leer lo que tenía en sus manos.
Hasta que la puerta de su oficina se abrió y entró Kirishima. Quien sin esperar un pase o algo similar, se sentó en el único sillón que estaba en el lugar, para luego ver a su amigo.
--Oye bro, ¿no crees que es hora de ir a descansar? Ya no hay empleados en la empresa -- aviso al ver que Katsuki al fin lo miró, pero este tenía una mirada de enfado --¿Pasó algo? --.
El rubio soltó un gran suspiro, dejo los papeles que tenía en la mano y se recargo por completo de su silla, cerrando los ojos en el proceso.
--Hoy me llegó una notificación de un banco, ¿sabías que mi papá hipoteco la casa para evitar perder está empresa? --. La noticia dejo a Kirishima con los ojos bien abiertos.
-- No puede ser. ¿Y que vamos a hacer? -- se incluyó en la pregunta, sabiendo que si su amigo le pedía ayuda él no dudaría en darsela.
--Vendere mi carro y mi departamento para poder pagar el interés y pedir un poco más de tiempo para poder liquidar el prestamo y evitar perder la casa --.
--Yo te ayudó, vendere el carro, mi depa y la moto para ayudarte --. Ofreció de corazón.
--¡No! -- Bakugou no dudo en negar dicha ayuda -- ¡ni se te ocurra hacer una mierda como esa, estúpido! -- lo regaño sin dudar -- Se cuanto te costó conseguir todo eso y no por la culpa de mi familia lo perderás --.
--Vamos Katsuki, yo te considero mi hermano. En las buenas y en las malas --. Le dijo con una gran sonrisa, logrando que Bakugou vacilara un poco -- además, tu me ayudaste cuando entre en depresión cuando Mina me dejó, incluso cuando intente suicidarme, tu estuviste ahí para salvarme, sino hubiera sido por ti, yo no estaría aquí. Así que por lo menos déjame devolverte el favor --. Suplico aún con esa sonrisa dulce que sólo le mostraba a sus seres queridos.
Katsuki suaviso sus facciones al recordar los meses de terapia en los que estuvo Kirishima cuando este fue dejado por su novia. Y los constantes chequeos de que siguiera con vida, después del intento de suicidio de este.
--Sabes que lo hice porque me preocupabas, cara de tonto -- se burló desviando un poco la mirada.
--Entonces déjame estar contigo en las malas --. Esas palabras lograron que Katsuki sonriera un poco.
--Te prometo que cuando todo se solucione, recuperare tus cosas --.
-- Eso lo se bro, lo se --.
Después de esas últimas palabras, ambos ojirubi se quedaron en un silencio cómodo.
--¡joder! Es mejor que mañana termine esto, me duele el culo de estar tanto sentado -- se quejó Katsuki para luego pararse y agarrar su sacó y salir de ahí siendo seguido por su amigo pelirrojo.
--¿No quieres ir a un antro? Yo invito --. Katsuki alzó su ceja al ver a Kirishima, quien sonreía traviesamente.
--Paso, hoy sólo quiero darme una ducha de agua caliente y dormir --.
-- Bueno, como quieras, nos vemos mañana -- se despidió el pelirrojo al llegar ambos al estacionamiento y cada quien irse a su propio auto, bueno, en lo que lo tenían.
Katsuki con un ademán de mano se despidió, para ponerse en marcha rumbo a su hogar.
Mientras su mente se llenaba de todos los problemas que tenía encima. Para poder conservar el hogar de sus padres, tendria que vender sus pertenencias y algunas de Kirishima para ganar algo de tiempo en lo que se casaba y pagaban la deuda.
Aunque una forma de pagar toda la hipoteca de su hogar, era sacando capital de la empresa donde estaba. Lo malo es que esa empresa a duras penas y se mantenía a flote. Si sacaba dinero, lo mas seguro es que caerían en quiebra, cuando era la única que les daba para los gastos personales tanto a su familia, amigos y empleados.
Sacudió la cabeza con fuerza al ver que se estaba poniendo negativo. Lo único que importaba es que había una forma de solucionar todo eso, y se llamaba matrimonio.
Al ver que llegó a su casa, soltó un gran suspiro pesado eh intento no verse preocupado por la situación económica que cada día estaba peor.
Bajo del auto y le puso alarma, camino directo a la entrada de la mansión, sorprendiendose que todo estaba oscuro. Abrió con sus llaves y sin dudar busco el interruptor, creyendo que sus padres salieron o algo así por eso la oscuridad.
Pero al no haber luz aún cuando apretó el botón, se sorprendió un poco mas. Entro intentando ver por donde iba, hasta que llego a la cocina y vio varias velas por el lugar.
Se quedó un poco confundido al no entender que había pasado. Hasta que escuchó pasos bajando las escaleras. Al girar la cabeza, vio a su papá quien venía con una vela en la mano.
Fue en ese momento que Bakugou recordó que justamente ese día por la mañana debía pagar los recibos de luz y gas. Y al no hacerlo, le cortaron el servicio.
--Mierda -- no pudo suprimir esa palabra al ver que metida de pata hizo.
--Tranquilo mocoso, no tener luz por hoy, no significa que vamos a morir -- en cualquier otro momento, Mitsuki no hubiera dudado en echarle tierra a su hijo por idiota al no recordar algo tan simple. Pero tanto ella como su esposo, sabían los problemas que cargaba Katsuki en sus hombros.
--Ademas hoy cené a la luz de las velas con tu mamá, por una parte fue romántico -- Masaru intento suavizar el ambiente al decir eso, siendo apoyado por su esposa.
--Mañana veré eso, sólo me voy a bañar y dormir -- aviso Katsuki al despedirse con un simple adiós de sus papás eh ir a su habitación.
Masaru se quedó parado bajo el marco de la cocina, mientras su esposa caminaba en busca de un vaso de agua.
"Rayos" fue el pensamiento de ambos al recordar aquel detalle.
--¡Mierda, el agua está fría! --. Grito Katsuki al abrir la regadera y ver que agua caliente ya no había, y que por mala suerte se tenía que bañar asi. Bueno, era eso o quedarse sucio eh ir a trabajar lleno de sudor al otro día a la empresa.
En definitiva, prefería enfermarse.
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Aquí está otro capGracias por seguir leyendo.
Bueno, pues espero les siga gustando este fic.
Adiós!
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MI JODIDO COMPROMISO
De TodoLa amabilidad se paga de muchas maneras, unas de manera buena y otras no tantas, al menos eso lo sabe Masaru Bakugou, quien por confiar en sus empleados de hace muchos años, estos le pagaron de una manera horrible. Le robaron una gran cantidad de di...