Los Chismes Están Prohibidos En El Descanso De Las Nubes

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Después de retirarse a la carpa de ZeWu-Jun, Jiang Cheng pensó que conseguiría la noche de sueño más tranquila en mucho tiempo. Desde que Wei Wuxian volviera, sus días pasaban entre las batallas, la búsqueda de nuevos reclutas para la secta Yunmeng Jiang y el pelearse con su Da shixiong por las cosas que no lograba dejar en claro con los demás cultivadores, sobre todo aquellos de la secta Lan que cuestionaban sus métodos.

Ahora, podría discutir las posiciones de mañana con el otro líder de secta, dormir lo suficiente y levantarse muy temprano para azotar como debía a sus nuevos reclutas para los entrenamientos de la mañana.

Y ocurre de esta manera. En su mayoría, ZeWu-Jun es una persona organizada, tan meticuloso como él en las gestiones internas de sus escuadrones. No es un comandante de temperamento agresivo, pero lo compensa con su natural predisposición a la diplomacia. La discusión se alarga un poco, sobre todo en lo que concierne al envío de tropas al frente, su número y el número de pequeños grupos de guerrillas que se acercaría a la Ciudad Sin Noche para analizar los alcances de una irrupción coordinada. Es arriesgado, pero no pueden seguir desgastando una guerra abierta cuando los números les juegan en contra, sobre todo cuando ellos llevan la bandera de avance siendo las sectas más pequeñas entre las Cinco Grandes.

—No se preocupe, Líder de secta Jiang, tengo a alguien enviando información desde dentro. Podremos tener estímaciones precisas.

—¿No sabía que los Lan también hacen uso de espías? —el líder de la secta Lan tiene el deber de sonrojarse un poco, como un niño pillado robando dulces.

—No puede considerarse un espía si está allí bajo amenaza y se trata de un amigo —hay algo de pena en su mirada al confesarle esto, parecida a la que sentía él en el momento de buscar a Wei Ying por todos lados sin tener certeza de su vida.

Continúan trabajando, hasta destinar un grupo de cinco hombres (tres Lan y dos Jiang) para enviar a esta tarea. No se dejarán registros oficiales más allá de la orden de recolectar información, de forma vaga. Todos sus informes de alguna manera son conocidos en LanLing, es mejor no dejar expuestas cosas tan específicas.

Para cuando ha pasado una hora por encima del horario Lan, decide que es momento de dejarlo de lado y permitir a su compañero continuar practicando sus reglas.

—¿De verdad no es necesario nada más? —hay angustia por una tarea inconclusa en la mirada del Líder de la secta Lan—. Si le soy sincero, desde que inició la guerra he dormido poco dentro del horario de mi secta; si hay algo importante no es bueno retrazarlo.

—No es nada de eso. Hasta que los puestos de avanzada de la secta Nie no nos entreguen información o nuevas tácticas, lo único que podemos hacer es defender nuestra posición.

Puede entenderlo, hay una creciente tensión al rededor de lo que debe considerarse el próximo paso. Están un tanto estancados debido a que no han hecho aclaración abierta de lo que sucede con Wei WuXian, solo lleva un mes de vuelta y lo únicos que saben acerca de su cultivo son los Jiang y los Lan, así como los soldados que le han visto en acción y en poco tiempo estarán llevando información incluso al bando Wen.

Todo es cuestión de tiempo.

Se organizan para dormir en silencio. El catre dispuesto para Jiang Cheng tiene la distinguida disciplina de Lan WangJi: todo ordenado y sólo lo indispensable. Suspira ante la idea de volver sobre sus pasos y golpear a Wei WuXian hasta que se comporte.

—No se preocupe, mañana arreglaremos todo lo que haga falta —aunque esta oscuro, adivina perfectamente la figura del Líder se secta Lan del otro lado, está recostado mirándole (hay un breve destello en su mente por lo saber si sus ojos claros podrían verse incandescentes ante una luz directa)—. Estoy seguro que WangJi y el Maestro Wei han superado sus diferencias y recordaron que son amigos.

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