Unir los cabos es escuchar historias

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El libro que Wei WuXian comenzó a escribir sobre el cultivo demoníaco en YunMeng continúa recogiendo páginas mientras se encuentra en el Descanso de las Nubes, impulsado en demasía por la fascinante experiencia de su primera noche con su esposo. Parece que las cosas más simples lo agotan y descontrolan sus meridianos, pero Wen Qing encontró que podía ser rebatido de alguna manera por la energía de Lan Zhan, aunque el sexo con penetración está prohibido hasta nueva orden ―tampoco es que Wei WuXian hubiese sabido que era eso hasta que Nie-FuRen se lo explicó―, pero han explorado otros caminos y prácticado mucha meditación conjunta.

Ahora conoce a Lan Zhan de una forma más íntima, siguiendo el rastro de su energía por todos los lugares en su cuerpo que la energía resentida ha logrado malograr. Liberarse del Sello del Tigre Estigio, como había terminado llamando a su creación, también ayudó. Salva decir que Lan QiRen le dio una larga reprimenda tanto por la creación del amuleto, como por estar expuesto a él por tanto tiempo sin contar a los demás sobre su estado. Lan XiChen, a quien Jiang Cheng contó su media verdad, y Lan Zhan fueron lo suficientemente astutos para darle a entender que todo esto lo había hecho por la secta YunMeng Jiang.

―No puedo negar esa buena intención ―aseguró el anciano en ese momento, prometiendo que guardaría el Sello en un lugar apropiado, así como encargaría a un buen estudiante reunir información de su biblioteca sobre males relacionados que pudiera ser útil.

Además de eso, la vida ha sido buena. Mantiene una correspondencia amena con Jiang YanLi, que comienza los preparativos de su propia boda con emoción. La ha aconsejado en la lejanía, llenándose de nostalgia por todas esas palabras que hablan del hogar que queda tan lejos, pero al que anhela sin reparos; un mes es muy poco tiempo, aún no se atreve a sugerir a ningún Lan que quiere hacer un viaje. Con su shixiong, las cosas se mantienen en un ambiente tenso, pero confortable, lo más cercano a volver a su más temprana adolescencia, con el deber en las manos de Jiang Cheng.

Lo extraña. Ha descubierto que un hermano es una figura difícil de reemplazar, sobre todo al observar las interacciones casi inexistentes de HuanGuang-Jun y ZeWu-Jun más de cerca, no puede decir que no se quieran, es cierto que se preocupan el uno por el otro, pero siguen a rajatabla las tradiciones de poder y jerarquía. Su esposo jamás contrariaría, tomaría del pelo o hablaría un tono por arriba de Lan XiChen, lo que da poco espacio para que el propio Wei WuXian quiera estrechar su relación con él, tampoco sabe exactamente que decirle: "Lamento que mi boda echara por tierra tu relación con mi hermano".

A pesar de ello, se le ha incluído muy bien en la dinámica de la secta. No es tan aburrido como siempre pensó, más bien ha descubierto que el aburrimiento es casi un pecado aquí y siempre debe estar ocupado, atendiendo a los intereses comunes o al aprendizaje; su único escape es el campo en los límites de la montaña, donde la pareja de conejos que regaló a Lan Zhan en algún momento se ha convertido en una feliz familia. Hay diez conejitos, algunos recién nacidos y otros ya ancianos; han ido a comprar algunas hembras y machos jóvenes a los poblados cercanos para que no se reproduzcan entre ellos ―Wei Ying puede entender a estos nuevo integrantes que miran por primera vez el prado, la libertad, y temen de lo que les pueda suceder―; pronto aprenderán, igual que él, que aquí arriba, es difícil que alguien les haga daño de verdad.

El terror está afuera, en la gente que le orilló a este matrimonio, feliz pero incierto. Su cuerpo se encuentra estable, más no es seguro que permanezca de esta manera a largo plazo, no sin una solución más definitiva, puesto que la corrupción acumulada se quedará allí. Así como las atrocidades que puedan llegar desde otros lugares, como el momento de la semana anterior donde Lan Zhan llegó llorando a casa, hecho añicos, para luego insinuar que debería practicar música de otra manera. No supo muy bien cómo actuar entonces, aunque sospecha que en algo tiene que ver la partida de Lan QiRen en su búsqueda tanto de nuevos discípulos como de extender ofertas de paz entre las sectas.

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