La profesora Ramírez está explicándonos cosas de lengua, la verdad es que no estoy atendiendo mucho, aunque se que debería, pero es que el tema de mi hermanastro me tiene desquiciada, no debería preocuparme tanto pero lo hago, porque quiero que salga bien, porque si sale mal y es un vapuleo voy a tener que soportarle todos los días, porque se van a venir a vivir con nosotros y encima seguro que mi padre le instalara en la habitación al lado de la mía ya que es la única libre.
Intento dejar de pensar en eso ya que aun faltan dos semanas para que eso suceda, sin darme cuenta empiezo a imaginarme con un precioso vestido corto negro el día de año nuevo, des de el año pasado me voy a celebrarlo por ahi con Leyda, antes del año pasado siempre íbamos todos los primos a casa de mis abuelos porque en la familia de mi padre son muchos hermanos, me lo paso genial con mis primos, pero cuando llegan las once me voy con Leyda por ahí, este año seguramente también vengan Jannette y Wyatt. Me imagino con el vestido, en la discoteca bailando con Wyatt, pegados, entonces el tiempo empieza a pasar y todo el mundo en la discoteca se pone a gritar <3, 2, 1,!>, en ese momento Wyatt y yo nos felicitamos el año y acto seguido nuestros labios se pegan, con suerte la madre de Wyatt no estará en casa y me ire con él, en su casa seguiremos con la fiesta de los besos y él, suavemente bajará sus manos hasta mis muslos y me levantará el vestido lentamente, me lo sacará, yo hare lo mismo con su ropa y acabaremos en la cama, haciéndolo.
—Ey. ¿En que piensas?— Wyatt me saca de mi sueño despierta sonriéndome y cogiéndome de la mano.
—No quieras saberlo.— Le contesto con una sonrisa pícara, agachando la cabeza ruborizada.
—Que pasa ¿estabas pensando en mi? — Me pregunta el con una sonrisa pícara también.
—Puede.— En ese momento suena el timbre salvándome de tener que contestar a su pregunta.Recojo mis cosas metiendo el libro, la libreta, el estuche y la agenda en la mochila, me la coloco de un hombro ya que el trayecto hasta la siguiente clase es corto, me acerco a la mesa de Leyda y ponemos rumbo a la siguiente clase.
—¿Y que le vas a decir si te vuelve a preguntar?— Me pregunta Leyda después de que yo le haya explicado lo que acaba de suceder en clase.
—Pues no se pero cualquier cosa antes que la verdad. Aunque puede que hasta le guste que piense de él de esa forma.— Nos reímos. —No se pero e momento no estoy preparada para hacerlo, esta bien pensar en ello y en como seria pero... no para hacerlo en la vida real.— Le explico a Leyda.
—Si te entiendo, me pasa igual con Jannette.— Me dice.Me alivia no ser la única a la que le pasa, a veces me he sentido rara, muchas chicas a las que conozco ya lo ha hecho y no se yo no lo veo como la gran cosa, no creo que haya que hacerlo ya de ya, cada uno se toma su tiempo, hay gente que hasta la edad adulta no lo han hecho, gracias a eso no me siento el bicho raro.
El resto del día transcurre como otro cualquiera, a la horadel patio, Wyatt y yo nos separamos un poco de Jannette y Leyda y él vuelve preguntarme sobre lo que estaba pensando en clase, pero entonces yo evito la pregunta lanzándome a sus brazos, el sorprendido me abraza y yo le beso, agarrándole de la nuca, el beso se intensifica y presiono mis dedos mas fuerte contra su nuca, al igual que él me agarra mas fuerte de la cintura.
—Bueno bueno. Creo que ya está bien por hoy tortolitos.— Nos dice Leyda con las manos en los bolsillos de su chaqueta riéndose, Jannette se une a ella, entrelazando su brazo con el de Leyda.
Me separo de Wyatt pero el sigue rodeándome con uno de los brazos la cintura, y yo guardo mis manos en los bolsillos de mi chaqueta. L@s cuatro caminamos hacia la entrada del instituto porque se acerca la hora de entrar a la siguiente clase, Wyatt me abraza contra él y me da un beso en la frente.
Al salir del instituto Leyda me informa que se va a ir a casa de Jannette, aprovechando el momento Wyatt me dice que él me acompañará a casa. Salimos del instituto cogidos de la mano, durante el camino Wyatt me dice.
—Venga Olivia. Dímelo, enserio ni te voy a juzgar ni a reírme ni nada si es eso lo que te preocupa.— Me dice Wyatt sabiendo exactamente que eso es lo que me preocupa.
—A ver. Es una tontería.— Le digo intentando evitar el tema.
—Pues entonces dímelo.— Me presiona Wyatt delicado.
—Bueno vale. A ver, estaba pensando en la noche de fin de año, yo con un precioso vestido, tu vestido super guapo también. Y entonces sin querer me he imaginado como seria si lo hiciésemos. Ya está.— Le suelto por fin.Wyatt para, se queda mirándome un rato, sonriéndome cuando me dice.
—Ya está. ¿Y te preocupaba decirme eso? Oivia, no pasa nada yo a veces también lo he pensado.— Me mira y se ríe rodeándome con el brazo.
Suspiro aliviada y dejo caer mi cabeza sobre su hombro, entonces él me rodea con el otro brazo y nos fundimos en un cálido abrazo, reconfortante.
Cuando llego a casa encuentro a Rayna preparando la mesa y a mi padre sirviendo los platos para comer.
—Hola. Ya estoy en casa.— Les informo mientras cammino hacia mi habitación para dejar la mochila y el abrigo.
Voy al baño, me lavo las manos, me las seco y seguidamente voy al salón.
—Ñam. Que buena pinta papá.— Le digo mirando el pescado con patatas al horno que ha hecho. Mi padre me sonríe ha modo de respuesta, cojo mi plato y me siento a la mesa.
—Veras Olivia, Gael te encantará es un amor de niño.— Me dice Rayna durante la comida.
—¿Gael?— Le pregunto confusa.
—Mi hijo.— Me responde Rayna sonriente.
—Aaaah. Genial. Seguro que es igual de encantador que tú.— Le digo educadamente a Rayna.
—Bueno tanto como yo no se.— Se ríe. —Pero es un gran chico.— Me informa, lo cual me tranquiliza aunque viniendo de su madre no se si creérmelo del todo, es decir, una madre es una madre y nunca dirá nada malo de un hijo o hija, al menos en público.Al acabar de comer paso el resto de la tarde haciendo mis deberes, cuando los acabo hablo un rato con Wyatt hasta la hora de cenar, después de cenar y lavarme la cara y los dientes me voy a dormir.
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P.D. Para siempre
RomansaOlivia es una chica normal de 16 años que empieza a cursar el bachillerato con su mejor amiga Leyda. El primer día conoce a Wyatt, un chico del que se enamorará y con él, también todo lo que eso conlleva, problemas en la relación y muchas mentiras...