Capítulo 12

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Ya solo queda esta noche y mañana conoceré al fin a mi hermanastro, me he relajado bastante des de las semanas anteriores a esta, el último día de instituto yo, Leyda, Jannette y Wyatt decidimos no ir al instituto y quedamos para pasar el día juntos, comimos juntos en una pizzería, Wyatt tuvo que irse, porque tenía cosas que hacer con su madre, Leyda, Jannette y yo seguimos el resto del día yendo a la playa a pasar la tarde, allí duramos tan solo una hora ya que hacia un frío increíble y acabamos el día durmiendo en mi casa.

Son la una y no puedo dormir pensando en el día que me espera mañana, así que empiezo a planearlo aunque luego probablemente no lo cumpla, por la mañana, como siempre desayunaré, luego recogeré mi habitación antes de comer me vestiré, me pondré un vestido negro precioso con brillantitos, ya que la madre de Wyatt me ha invitado a cenar a su casa, también me dijo que trajese a mi padre y a Rayna para conocerlos, y a mi hermanastro, aunque lo vi un poco repentino, mi padre me dijo que aceptase, al fin y al cabo es mi novio y querían conocerlo aunque tan solo llevamos tres meses, aunque mejor, así no estaré sola si mi hermanastro resulta ser un capullo, luego me maquillaré un poco y me rizaré el pelo, a la hora de la comida llegará mi hermanastro y finalmente le conoceré.

Después de un rato mirando el móvil y soñando despierta consigo dormirme.

El despertador de mi móvil me saca de un sueño rarísimo que estaba teniendo, en el sueño Rayna me presentaba a mi hermanastro que estaba de espaldas y cuando se daba la vuelta resultaba ser Leonardo Dicaprio, yo abría unos ojos como platos sorprendida claramente, comiamos y después me ponía a hablar con él sobre sus películas hasta que la alarma me ha despertado.

Me quedo ojeando un rato el móvil y después me levanto al fin, me siento en la cama, meto los pies en mis zapatillas rosas de un animal que desconozco y me hago un moño, salgo al salón donde está Rayna desayunando.

—¿Y mi padre?— Le pregunto aun medio dormida mientras ella le da un mordisco a su tostada de mermelada, que tiene muy buena pinta.
—Ha desayunado y ha ido a buscar a Gael al aeropuerto.— Me informa, enarco las cejas a la vez que miro mi reloj. Son las once y media claro que le ha ido a buscar, pensaba que serian las nueve o las diez.
—Tu desayuno tiene una pintaza. Te voy a copiar.— Le digo a Rayna y nos reímos al instante.
—Adelante. Te he dejado zumo de naranja pensé que querrías.— Me informa Rayna.

La verdad es que si, me apetece un zumo de naranja. Me acerco a la encimera, cojo la tostadora y meto dos rodajas de pan de molde, mientras espero a que se hagan me hecho el zumo de naranja que ha sobrado en un vaso, se me cae la baba solo de ver el desayuno que me estoy haciendo, llevo el vaso a la mesa, saco la mermelada de la nevera y justo a tiempo saltan las tostadas de la tostadora, dandome un susto como siempre, las saco y unto la mermelada en las tostadas, limpio la encimera de migas y me llevo las tostadas a la mesa. Le doy el primer mordisco a la tostada y doy un sorbo al zumo de naranja, me relamo.

—Diooos. Está riquisimo Rayna.— Le digo refiriendome al zumo.
—Bueno solo es zumo.— Se ríe.
—Si pero está riquísimo y no tiene pulpa. Menos mal porque la odio.— Le cuento poniendo cara de asco cuando menciono la pulpa del zumo.
—En eso eres como yo. Yo también la odio.— Se ríe ligeramente.

Rayna acaba de desayunar y desaparece en la que ahora también es su habitación para prepararse, me quedo mirando la televisión, pongo un canal donde están dando "The full house", me encanta está serie, mola que pongan reposiciones de series antiguas.

Le doy los últimos mordiscos a mi tostada y recogo el vaso llevandolo al fregadero y limpiando la mesa de pequeños rastros de migas que he dejado en cada mordisco. Mi padre y Gael aún no han llegado, cuando me he levantado hacia poco que se había ido asique supongo que estarán de camino. Decido comenzar cuanto antes a vestirme porque no quiero que la primera impresión de mi hermanastro al verme sea en pijama y con un moño.

Voy a mi habitación, cojo el vestido de negro de lentejuelas del armario, me pongo unas medias negras preciosas y el vestido encima, que con suerte es de manga larga, voy al baño, enchufo el rizador de pelo y mientras espero a que se caliente cojo el cepillo de dientes, le pongo un poco de pasta y empiezo a lavarme los dientes, al acabar me lavo la cara, después empiezo a maquillarme aunque no demasiado, me pongo una base ni muy clara ni muy oscura, de un tono medio, seguidamente me aplico una sombra de ojos negra que brilla, después me hago una raya negra en cada hojo, me aplico la máscara de pestañas y por último me pongo un labial rojo mate. Me deshago el moño, con el rizador ya caliente comienzo a pasarlo por mi pelo de mechón en mechón, recojo todo del baño y cuando vuelvo a mi cuarto y acabo de ponerme los zapatos suena la puerta de la entrada. Los nervios me invaden el cuerpo entero, empiezo a sudar un poco a causa de los nervios cuando des de el principio del pasillo escucho gritar a mi padre.

—¡Oliviaaa, veeen ya hemos llegado!—

Me relajo un poco, plancho el vestido con mis manos y salgo cerrando la puerta de mi habitación tras de mí.

Cuando salgo al salón me encuentro con Rayna mi padre y Gael de pie. Es alto moreno, con el pelo un poco largo y liso, de un color negro precioso, unos ojos verde oscuro preciosos y unos labios rosados y carnosos. Lleva puesta una camisa blanca y encima un jersey negro precioso, unos pitillo negros y unas deportivas blancas. 《Joder. Mi hermanastro es super guapo por no decir que está buenísimo.》 Me golpeo mentalmente ante lo que acabo de pensar.

—Entonces. Tu eres Olivia.— Me dice Gael.
—Sí. La misma.— Le digo con una sonrisa tímida.

P.D. Para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora