Olivia
Nos quedamos mirando durante más de cinco minutos en silencio, observandonos, sonriendonos ante las declaraciones que acabamos de hacernos.
Es genial pero a la vez no, somos hermanastros y quizás no sea buena idea.
—Pero Gael.— Rompo el silencio al fin. —Somos hermanastros, no sería un poco raro, la gente fliparía.—
—Olivia a mí la gente me da igual.— Me dice.Escuchamos un coche y cuando nos asomamos vemos que son mi padre y Rayna y salimos pitando de vuelta al piso para que no nos pillen, mientras bajamos las escaleras a toda prisa le digo a Gael.
—De momento ni una sola palabra del beso.—
—Capichi.— Me contesta.Por fin llegamos a nuestra planta y entramos a casa, cerramos la puerta y nos sentamos en el sofá de un salto, Gael me rodea con el brazo, nos miramos y lo quita al instante, ya que sería un pelín raro, pone la televisión como si nada y tras varios segundos mi padre y su madre entran en casa.
—Eyyy. Que tal.— Digo intentando disimular cosa que se me da fatal. Rayna me mira raro y por un momento pienso que es por mi penosa actuación pero entonces me pregunta.
—¿Que te ha pasado? tienes los ojos
hinchados.—《Mierda.》 Pienso para mis adentros, con lo del beso y bajar las escaleras a lo Flash se me había olvidado que he estado llorando.
—Eeh. Es que hemos visto una peli super triste y he llorado ya sabes.— Miento.
—Ah que bien. ¿Qué peli era?— Mierda. Eso no me lo esperaba.
—Bajo la misma estrella.— Dice Gael salvandonos.Para evitar más preguntas me voy a mi cuarto y me tumbo boca arriba sobre mi cama y comienzo a pensar. Como no pude darme cuenta de lo capullo que era Wyatt, me siento imbécil. Hasta Gael me aviso y yo no le creí.
Mi móvil comienza a sonar, lo miro, es Leyda haciendome una videollamada lo que me viene genial ahora mismo para contarselo todo. Cojo la llamada y tras saludarla comienzo a explicarselo todo, desde lo capullo que ha sido Wyatt, hasta lo de mi beso con Gael.
—Y bueno. Eso es todo.— Finalizo la historia.
—Que fuerte. Menudo gilipollas. Pero... QUE FUERTE LO DE GAEL TÍAAAA.— Me dice.
—Shhhh calla. No grites tanto.— Le digo y nos reímos.El resto de la videollamada hablamos de lo de Gael y ella me dice que lo ve completamente normal ya que no hay genes compartidos de por medio y cree que mi padre estaría de acuerdo, al fin y al cabo es mi vida y mi felicidad. Luego Leyda me explica lo cansado que está siendo todo lo del divorcio, al principio no sabía con quién quedarse pero ahora tiene claro que quiere quedarse con su madre ya que tienen un vínculo más especial y a su padre le irá a ver un día o dos a la semana.
Me coloco los auriculares, pongo mi playlist en aleatorio, me guardo el móvil en el bolsillo trasero de mis pantalones y comienzo a bailar al ritmo de Shake it off de Taylor Swift mientras recojo la habitación, despejo el escritorio, lo limpio, vuelvo a colocar las cosas en su sitio, hago la cama, guardo la ropa limpia en el armario y solo hago una pausa para comer, cuando acabo, antes de que pueda mirar la hora, alguien abre la puerta, por un momento temo que pueda ser Wyatt, mi padre y Rayna aún no saben que hemos roto así que si el tarado ese les dijese que quiere verme seguramente le dejarían entrar. Gael entra en la habitación y me alivia que sea él, cierra la puerta tras él y con rapidez llega hasta mí, me rodea la cintura con los brazos y yo reposo mis manos en sus hombros, sin quitarme los auriculares, mientras suena de fondo Someone to you de Banners, Gael me besa. Es perfecto.
Hago que el beso sea más intenso, le rodeo la nuca con mis brazos y él intensifica el beso, a la vez que me agarra más fuerte de la cintura, siento fuegos artificiales al besarle, sienta genial, presiono más fuerte mis labios contra los suyos.
Nos separamos y paro la música.
—¿Y tu madre y mi padre?— Le pregunto.
—Se han ido. Me han dicho que se iban a dormir a casa de aquellos amigos que mi madre conoció en navidad. Tenemos la casa para nosotros solos y mañana también, hasta la noche no
volveran.—Vuelve a besarme y tras unos minutos lo paro.
—Espera entonces. ¿Somos novios? Ni si quiera me lo has pedido.— Le digo. Se ríe.
Da unos pasos hacia atrás, hinca una rodilla y me dice:
—Olivia. ¿Querrias ser mi novia? ¿Me harías el chico más feliz?— Me dice.
Me río, le rodeo el cuello con mis brazos.
—Eres tonto.—
Me coge de las piernas, en brazos y yo me acomodo a su cuerpo.
—¿Entonces eso es un sí?— Me pregunta.
—Es un sí.— Le digo sonríendo.Nos seguimos besando mientras él me lleva hasta el salón, me deja caer con suavidad en el sofá sin parar de besarme, pero tras unos minutos paramos.
—¿Quieres ver una peli? Esta vez de verdad.— Me dice.
—Me parece buen plan.— Le digo.Sienta tan bien poder estar así, aunque, cuando Rayna y mi padre vuelvan no podremos hacerlo, al menos aun, no estoy segura todavía de como se lo tomarían, ha pasado todo tan rápido que ni yo lo he procesado aún.
—De momento mantengamoslo en secreto ¿vale?— Le digo.
—Ya sabes que a mí me da igual pero si es lo que tu quieres por supuesto que no hace falta que se lo digamos a nadie todavía.— Me dice. Es tan tierno y tan comprensivo.
—Bueno. Leyda ya lo sabe.— Le digo.
—Vaya. No nos ha durado ni un minuto el secreto.— Se ríe y yo me uno a él.Tardamos casi veinte minutos en escoger una peli pero finalmente ponemos Dirty dancing, al principio Gael se negaba a verla pero he acabado convenciendole. Reposo mi cabeza en su hombro mientras el me rodea con el brazo, estamos acurrucados en el sofá viendo la peli. Es tan, tan bonito que ni me lo creo. Le miro y sonrío, él me devuelve la sonrisa.
Cuando acaba la peli ya son las once.
—Que. A que te ha gustado— Le digo.
—No está mal.— Confiesa.
—Pues claro que no. Es una peli preciosa.—Le digo.Está de espaldas a mí fregando los platos, me acerco a él y le abrazo por la espalda.
—Me encanta esto.— Le digo.
Acaba y se da la vuelta para mirarme.
—Y a mí.— Me dice y seguidamente me acaricia las mejillas con las manos mojadas de agua helada.
—Quita estás frío.— Le digo.Se separa de mí y va caminando hasta su cuarto.
—Ah bueno si no quieres que te toque entonces vale.— Me dice y puedo ver la sonrisa juguetona que se le dibuja en la cara.
—Ah bueno vale te iba a decir de dormir juntos pero si no quieres pues nada.— Contraataco. Me doy la vuelta y comienzo a caminar hacia mi cuarto.
—No no no. Era broma.— Me dice cogiendome en brazos por la espalda, sonrío ante mi victoria.Me lleva hasta su cama y me tira con suavidad en ella, se pone encima mía y comenzamos a besarnos apasionadamente.
Tras besarnos durante un rato le aparto de encima y voy al baño a lavarme la cara y los dientes, él me sigue y se apoya en el marco de la puerta.
—Estás guapisíma.— Me dice y me sonrojo.
Cuando acabo voy a mi habitación a cambiarme de pijama porque soy tan torpe que me he manchado de pasta de dientes y no se ni como, peeo cuando abro el cajón veo que no tengo pijamas, pero mejor porque así puedo pedirle algo prestado a Gael.
—¿Tienes una camiseta ancha o algo? Es que no tengo pijamas el único que tenía está en la lavadora.— Me sonríe ante la idea de verme con una de sus camisetas.
—Claro, ahora vengo.—Se va y vuelve unos minutos después con una camiseta negra en la que pone "Los angeles", me la pongo y me queda perfecta, ancha es como un vestido, miro a Gael que me mira de arriba abajo sonríendo.
—¿Puedo dormir contigo esta noche?— Le pregunto sabiendo la respuesta.
Pone los ojos en blanco sonríendo y me dice.
—Pues claro.—
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P.D. Para siempre
RomantizmOlivia es una chica normal de 16 años que empieza a cursar el bachillerato con su mejor amiga Leyda. El primer día conoce a Wyatt, un chico del que se enamorará y con él, también todo lo que eso conlleva, problemas en la relación y muchas mentiras...