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Pasaron días desde el mensaje que Gilbert le dejó a Anne.

No hubo respuesta por parte de Anne y eso desilusionó a Gilbert. Tal vez lo hizo debido a que no quería hablar con él, quizás porque tenía algo con Finn, o simplemente no había visto el chat (bueno, eso sí lo hizo). El resto Gilbert no lo sabía.

—Sigues siendo un imbécil —le dijo Moody un día antes del regreso de Anne. Estaban en la cafetería y el castaño había hecho que Sadie los dejara solos otra vez. El resto de los chicos no quiso bajar de la habitación mientras ella estuviera presente, habían visto varios actos de su parte que no les agradaba.

Por ejemplo, cuando ella estaba con el pelinegro saludaba a sus amigos. Y cuando Gilbert no se encontraba presente, hacía como si no existieran. Hubo muchas veces en las que se les acercaban a la pareja, ella ponía cara de asco y hacía muecas a lo que opinaban. Una vez incluso llegó a lanzar un comentario despectivo sobre Cole y su sexualidad.

Y en esa ocasión Gilbert la frenó. Solo en esa ocasión.

—No sé de qué hablas —como de costumbre en el último tiempo, Gilbert miró su celular mientras oía hablar a su primo/mejor amigo. Y otra vez no vio respuesta de Anne.

Su pulgar comenzaba a degastarse de tantas veces que lo ponía sobre el detector de huellas que tenía su celular, todo solo para ver el chat con Anne.

—De Sadie, idiota. No me cae bien, tenlo por seguro, pero no creo que se merezca que la ilusiones, aunque sea una nenita egocéntrica, doble cara, con necesidad de llamar la atención, tenga aires de superioridad y de diva, e incluso sea un poco o muy estúpida y mala persona. Además...

—Ya entendí, Moody —lo cortó con molestia. Pero ni siquiera fue por Sadie, sino por el hecho de que Anne seguía sin contestar.

—Bueno, entonces dile la verdad. Tú y yo sabemos que ese día de la poción no sentiste los aromas que dijiste luego. Además, después de tu cumpleaños volverás a olerla y lo confirmarás.

—¿Qué sentido hay si Anne no tiene alma gemela? —Gilbert jugó con sus dedos y dijo aquello con cierta tristeza, sin notar lo que acababa de confesarle a Moody.

El baile de Bash se representó de inmediato en la mente del castaño.

—¡Lo dijiste! ¡Lo dijiste! ¡Oh sí! ¡Oh sí! ¡Oh sí! —el castaño se paró y comenzó a cantar mientras aplaudía y hacía un baile extraño. O estaba meneando o bailaba la macarena, ni él lo sabía. Pero así se ganó la mirada de todos los presentes.

—¡Ya ven aquí! —se exaltó el pelinegro, tomándolo del brazo y haciéndolo volver a su lugar— ¿Puedes callarte?

—Admitiste que te gusta Anne —susurró Moody golpeando levemente la mesa varias veces, aunque quería gritarlo—. Aguarda un momento.

Entonces el castaño sacó su celular y comenzó a escribir algo. Momentos después a Gilbert le llegó una notificación.

Amamos A Los Guandis

Moody
GIKBERT ACEPTO QUEMLE GUATA ANEE

Cole
La tuya por las dudas, Moody

VAMOOO GILBERT AL FIN, igual ya sabíamos. Eres muy obvio

Charlie
Se festeja en el obelisco?

Moody
SANTA CACHUCHA SÍ A TODO KQNEJWNDWK

Jerry
PAREN TODO

ANNE VOLVERÁ MAÑANA, DIANA ME LO CONFIRMÓ. GILBERT, ES TU MOMENTO DE ENAMORARLAAAAAA

Chupenme el pingo saben?

AMORTENTIA; Shirbert [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora