—Deberíamos seguir —Anne hizo una pausa entre los besos y acarició la nuca de Gilbert como quien no quiere la cosa—. Podría aparecer alguien y no creo que esta sea la forma de curar la intoxicación.
Gilbert negó acercándose de nuevo a los labios de su "enemiga" y dejó un beso corto antes de volver a su lugar y lanzar un suspiro de cansancio.
—Me gusta esto de "estar muy metidos en la poción" —sonrió él, apoyándose sobre uno de sus brazos y mirando a Anne mientras hacía las comillas con su mano libre.
—A mí también —ella imitó su acto y acarició uno de sus rulos, que por la falta de un corte ya caía vagamente sobre su rostro— No le has hablado de esto a Moody, ¿verdad?
Gilbert negó, pero sonrió de costado—. Hablamos de Moody, él lo sabe todo sin que se lo digamos —Anne asintió mordiéndose el labio y volvió a sus cosas.
—Sobre el libro...
—Y aquí vamos otra vez... Sadie no lo tiene. Y me alegra porque si no debería de hacer todo lo que ella me pidiera —Anne se volteó al pelinegro con el ceño fruncido y este le sonrió inocentemente, dándose cuenta de que no conocía al fondo la historia. O bueno, lo había olvidado. Y Gilbert, como "el señor buenas decisiones" que era, se encargaría de recordarselo—. Tal vez y solo tal vez le dije que haría todo lo que ella quisiera a cambio de que me diera el libro... pero míralo así, ¡No lo tiene!
Anne rodó los ojos. No sabía cuál parte le molestaba más, si en la que Gilbert le prometía a Sadie ser como su esclavo o que ella no tenía el libro.
—Siempre vendiéndote por beneficios, Blythe —hizo una mueca al recordar la discusión en la que se había molestado por ver aquel beso en la mejilla.
Anne se levantó de su lugar y miró su celular: debía irse pronto. Y Gilbert lo notó, pero no quería perder ese momento juntos.
—¿Te molesta que me acerque a Sadie? —caminó peligrosamente hacia ella, con una sonrisa pícara en su rostro y una voz seductora. La abrazó por atrás, acercándose a su oído para susurrarle— Vamos, Shirley, ¿estás celosa?
La piel de la pelirroja se erizó ante el tono grave de su voz. Sintió su cuerpo temblar por aquel simple acto. ¿Qué clase de poder tenía Gilbert sobre ella?
—Para nada —musitó ella, era lo único que podía decir mientras sentía el tacto de los labios de Gilbert en su cuello.
Lo sintió reírse sobre su piel, pero antes de que ella pudiera hacer algo más, la volteó y pegó sus labios, acorralándola contra su cuerpo y la mesa de trabajo.
El sonido peculiar de un celular los separó de un salto.
Era Moody.
—Mierda —se lamentó él, despegando solo un poco los labios y tratando de controlarse ante la burla de Anne, quién tomó su celular y denegó la llamada.
—Si es urgente volverá a llamar.
—¿No que estabas apurada? —él rio, corriendo aquel cabello de fuego detrás de los hombros de Anne y volviendo a besar, esta vez su cuello, al ver que comenzaba a molestarse.
Por suerte Moody no volvió a molestar durante un buen rato. Eso hasta que el encuentro de la noche significó el comienzo de algo mucho más grande.
—Tienes los labios hinchados desde hace tiempo —mencionó el castaño y jugó con sus cejas—. ¿Qué estuviste haciendo, picarón?
—Besaba a tu madre —Gilbert rodó los ojos y siguió caminando.
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AMORTENTIA; Shirbert [✓]
Fanfiction𝑨𝑴𝑶𝑹𝑻𝑬𝑵𝑻𝑰𝑨: Al nacer, cada niño del mundo es designado con tres aromas que lo caracterizan. Al crecer -y mediante una poción considerablemente poderosa-, otra persona puede sentir tres aromas que representan a su alma gemela. Encontrarse...