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El primer tren en llegar fue el de los alumnos provenientes de Charlottetown, pero Avonlea y Carmody no se quedaban atrás.

Rodwest era un instituto bastante amplio. Tenía tres pisos, diversas salas recreativas, un gran comedor y una numerosa cantidad de habitaciones para los internos en otros edificios.

Cuando Gilbert bajó del autobus que lo dejaba en la entrada del Instituto, la vio. La chica del largo cabello de fuego descendía de un transporte similar al suyo. Y, lamentablemente para él, se veía condenadamente bien.

Otro año juntos.

—Pero miren lo que trajo el campo —Gilbert se vio obligado a dar la vuelta para encontrarse con aquella atractiva y encantadora muchacha rubia, por la que medio instituto daría lo imposible para llamar "novia". Pero ese logro solo era de nuestro pelinegro protagonista—. Gilbert Blythe ha vuelto.

Winifred lanzó una embelesante sonrisa capaz de derretir a cualquiera.

El chico le copió el acto a su exnovia-mejor amiga y correspondió al abrazo que le ofrecía. La había extrañado, hacía tiempo que no la veía puesto que ella vivía en Toronto y él en Charlottetown.

—¿Preparado para conocer a tu alma gemela? —le preguntó luego Winnie, sonriéndole con diversión. La burla de la chica se percibía hasta China.

Por suerte, y debido a que son amigos, esas bromas eran aceptados y toleradas. Algunos no creían en su relación, incluso pensaban que todavía no se superaban, más aún ahora que Winifred no había revelado los aromas de su alma gemela (los cuales sintió un año atrás)

En el fondo muchos creían que Gilbert y Winifred estaban destinados, pensaban que hacían LA PAREJA. Se veían bastante bien juntos.

Repito, Gilbert Blythe está casado con la aventura.

¿O no?

El chico solo le dedicó una mueca de gran asco y desagrado a su exnovia. No, no estaba listo para "conocer" a su alma gemela y nunca lo iba a estar.

De hecho, daba lo que fuera por no tener una compañera de vida (o compañero, quien sabe)

—De verdad que no te entiendo, Blythe —la rubia se paró en seco cuando caminaban juntos por el sendero de entrada al instituto, abrazados como era costumbre en su amistad—. Eso de la aventura y el conocer nuevas tierras, podrías hacerlo al lado de un acompañante. Seguro tu alma gemela tendrá las mismas ideas.

Ciertamente, Winnie a veces podía tener la sabiduría que a Gilbert le faltaba. Se complementaban muy bien.

—Yo conozco de alguien con quien compartes gustos —habló Moody, que les venía pisando los talones a los otros dos y parecía una tercera rueda. Muchas veces trastabilló y en varias oportunidades casi cayó, pero seguía vivo—. La única pelirroja de nuestro grupo —el chico le guiñó el ojo al pelinegro de una manera muy poco sutil y bastante graciosa, pero solo hizo negar a Gilbert. No, ni en un millón de años.

••••

Anne lo vio con la mayor discreción posible y la repugnancia hacia su persona inundó cada diminuto espacio de su delgada figura.

Gilbert Blythe, el perfecto Gilbert Blythe. Ahí tirándose a Winifred Rose, que extraño de él. Pensó Anne.

—¿No te han enseñado de discreción? —Jane sacó a Anne de sus pensamientos y la empujó para que caminara hacia dentro, obligándola a desviar la vista del muchacho. Pero por su ubicación podía oír bastante bien lo que los otros amigos decían.

"Yo conozco de alguien con quien compartes gustos" el estómago de Anne se revolvió por una razón que no supo explicar "La única pelirroja de nuestro grupo" mierda.

AMORTENTIA; Shirbert [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora