AMORTENTIA; Shirbert [✓]

9

Durante la semana ambos chicos comenzaron su investigación. Pero no llegaron a nada.

Anne y Diana se "perdonaron". En realidad, al día siguiente volvieron a estar como uña y mugre. Así de fácil eran sus reconciliaciones.

Con Finn... bueno, él se "mudó" a la habitación de los chicos y Gilbert no paró de fulminarlo con la mirada.

En cuanto a él y Anne, hicieron como si nada con su beso. Aquel momento quedaría en el olvido para ambos.

O por lo menos eso creían...

Seguían siendo buenos amigos, pero el pelinegro todavía no aprobaba la investigación de la pelirroja, siempre que podía la desconcentraba.

Y Gilbert... él tenía el apoyo de Sadie. Lo que a Anne le molestaba exponencialmente.

Si, le molestaba verlos juntos tanto tiempo. Y a Winifred también.

Cada tarde después de clases Anne iba a la biblioteca y Gilbert a la sala de informática en busca de información. A este último lo ayudaba Sadie, mientras que Anne prefería ir por su cuenta.

El problema era que así no llegaban a ningún lado. Más cuando pronto tocaría el día de oler la poción.

Evidentemente no tendrían un cura próxima.

—¿Nada? —Winifred se apoyó en sus manos y miró a Anne, que soltaba su lápiz con molestia.

—Nada de nada —respondió con frustración, tapándose la cara para gritar en sus adentros— ¿Cómo puede ser tan complicado? Es decir, ¡es una maldita poción!

—Por eso mismo, Anne, es un poción. ¿Esperabas que un libro te lo dijera todo? —Winnie rió con incredulidad y lanzó un suspiro mientras se refregaba los ojos, había estado toda la tarde con Anne en la biblioteca.

Ahora eran amigas. Winifred shippeaba Shirbert y Sadie le traía mala espina.

—Sé que me pedirás que me rinda, adelante, dilo. Ya todo el mundo ha tirado abajo mis esperanzas.

La rubia negó con una sonrisa de satisfacción y apoyó una mano en el hombro de la pelirroja.

—Te apoyo, Anne, porque sé que al fin y al cabo terminarás con Gilbert —le guiñó un ojo con diversión, provocando la incrementación en la frustración de la pelirroja— ¡Anne, es más que obvio! ¡Se gustan! ¡Se aman! ¡Se encantan! Oh, por favor, puedes no darte cuenta de que Josie sigue en el clóset, pero a esto no puedes negarlo.

Anne no supo qué decir. Además de que ya había agotado las excusa que usar para cuando mencionaran su relación con Gilbert, ahora además tenía a su ex hablándole de él.

Y en la sala de informática el pelinegro estaba casi igual.

Tenía a Sadie pegada a su lado, mirando como él cambiaba de ventana en la computadora mientras leía el libro que se había llevado de la biblioteca. Pero es que ahí no había nada.

Corrección, ahí solo no había nada.

—Esto es muy aburrido —se quejó la chica al cambiar a la pagina 36–. Todas son metáforas eran extrañas y complicadas. "La resolución de lo cierto, tan adversa ante el criterio del vago ojo humano. Como el Yin y el Yang. Una pequeña verdad en una gran oscuridad. Una inmensa realidad envolviendo lo irreal. Nudos que exprimen el cerebro y nublan la razón. Aquí la respuesta es el mar en la cúspide de la llanura sobre el desierto"

Sí, estoy jodido, pensó Gilbert.

—Releeme la sinopsis —le pidió el chico con total concentración en la letra "A" del teclado.