26

902 137 419
                                    

Gilbert tenía ciertas dudas luego de lo que había visto. ¿Qué se suponía que era ese frasco? ¿Cuál era su contenido? Trató de averiguarlo al encontrarse a Finn dormido, pero fue en vano. Y cuando estuvo fuera de la habitación parecía haberse llevado consifo el frasco.

—¿Crees que sean drogas? —susurró Moody. Estaban sentados en la cafetería junto a Winifred hasta que llegaran los demás.

—Tal vez, ¿qué más si no? —la rubia jugó con sus uñas sobre la mesa, pese a que estaban realmente cortas, y miró hacia un punto fijo tratando de buscar respuestas.

—Quizás es veneno y planea envenenarnos a todos —propuso Gilbert, aunque era a forma de chiste, pero ni bien escuchó aquello Winifred se enderezó.

—Yo no lo descartaría —opinó haciendo una mueca. Se levantó con rapidez, mirando a la entrada y provocando que Gilbert se volteara tras la curiosidad.

Ahí venía Anne, junto al resto de las chicas que para Gilbert eran insignificantes. Llevaba ropa informal, la cara sin ningún detalle encima (como de costumbre) y el cabello atado en un moño poco cuidado. ¿Cómo hacía para verse bien de cualquier forma?

Sus miradas se chocaron y ella le guiñó un ojo a modo de saludo, consiguiendo una sonrisa de costado como respuesta.

—Esaaaa, McQueen —se burló Moody, utilizando la mesa de tambor y causando una pequeña risita por parte de Anne, que pasó demasiado cerca de su mesa y acarició el hombro de Gilbert en el camino, causándole un rejunte de emociones.

¿A qué jugaba?

Susana Oria
Sal en unos minutos y espérame en el pasillo que lleva a la cancha de deportes

Te extraño

Una sonrisa se posó en los labios de Gilbert al leer eso y se impacientó en buscar el momento perfecto para librarse de Moody.

Sus ansias eran aun mayores al llegar al lugar pactado, mientras esperaba que Anne apareciera.

—¿Así que me extrañabas? —alzó una ceja y miró con diversión a la chica que poco a poco se acercaba con las mejillas del mismo color que su cabello.

No dijo nada. En cambio, lo tomó por la camisa a cuadros que llevaba sobre una camiseta común y lo acercó a sus labios, causando una pequeña sonrisa de él al caer en la cuenta.

Cuando lo notó, su espalda ya estaba pegada contra la pared y el cuerpo de Anne le evitaba el escape. Pero Gilbert no pareció quejarse, en cambio, la apretó todavía más contra su cuerpo. Besarla se sentía realmente bien y el hecho de sentir sus dedos enredarse entre sus rizos solo mejoraba el momento.

—¡Estoy muy extasiada! —exclamó Anne al separar sus labios, causando una mueca de tristeza por parte de Gilbert. Llevaba una sonrisa de oreja a oreja y parecía querer dar pequeños saltitos de no ser porque él todavía la sujetaba de la cintura.

—Comienzo a tomarle aprecio a la Anne extasiada —comentó pasando un mechón de cabello por detrás de su oreja, el cual se había desprendido con el paso del tiempo.

Ella bajó la mirada para no mostrar lo roja que se había puesto, pero él llegó a notarlo antes de acercar su rostro para besar su cuello mientras movía delicadamente las manos de arriba abajo por su cintura.

—M-me em... —suspiró ante aquel toque y se abrazó al cuerpo de Gilbert por los hombros— emocio-nada. Digo, digo, emociona.

—¿Mmhm? —lanzó para que siguiera, tan cerca de su cuello que la piel de Anne se erizó.

—Por... esto... me refiero a la uni-universidad —se alejó a duras penas cuando los labios de Gilbert subían a su oreja, tomando de toda su fuerza de voluntad para volver en sí—. Y por la fiesta.

AMORTENTIA; Shirbert [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora