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(En la imagen multimedia la camiseta que Moody le regaló a Gilbert en el capítulo  anterior, cortesía de Cordelia próximamente disponible en envíos a toda Latinoamérica)

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—Abrirás ese regalo y le iras a agradecer con un largo beso —Moody arrastraba a Gilbert por los pasillos de la escuela y mientras tanto le indicaba cada detalle de lo que planeaba para él.

—No puedo besarla si ella tiene a...

El castaño paró en seco, tomó a su primo de los hombros y lo miró de una manera fulminante.

—Escúchame, pedazo de imbécil, Anne y Finn no tienen nada. ¿Crees que no pregunté al respecto? No son pareja ni nada por el estilo, y por lo que Diana me ha dicho, el regalo te ayudará. Vamos, ¿dónde lo tienes?

Gilbert estaba atónito. ¿Anne y Finn no eran nada? ¿Había borrado el mensaje al san pepe grillo? Sí ¿Era un estúpido? También.

—¡Gilbert, por amor al creador de las papas, no seas tan lento! —Moody se cansó, tomó la mochila del pelinegro y la abrió, encontrando entre sus cosas el obsequio. Luego agarró al chico de la muñeca y lo arrastró a un salón vacío— ¿Lo abres tú o lo abro yo?

El pelinegro amagó con tomar el paquete, pero el castaño no confió en él y rasgó el papel en su lugar.

Una carcajada salió de la boca de Gilbert: Le habían obsequiado una especie de libro con la tapa de Austin el backyardigan.

—¿Una agenda? Guau, qué original —ironizó Moody, nunca entendería las preferencias de su primo.

Gilbert rodó los ojos y comenzó a ojear la agenda con una pequeña sonrisa aun escondida mientras recordaba las palabras de Winnie.

Tenía algo extraño, no se parecía a las que él solía usar: había páginas que estaban divididas en dos partes y una sección que traía márgenes de color diferente.

Al principio se encontraba una especie de leyenda

"Las mentes organizadas a veces necesitan dónde explayar sus conocimientos. Siempre he visto las agendas como tesoros, cajas fuertes en las cuales confías tu sabiduría"

Gilbert recordaba haber oído eso en alguna ocasión. Su mente le decía que una dulce voz lo había mencionado, pero no recordaba dónde ni cuando.

Lo entendió luego, viendo que debajo del párrafo había un par de iniciales "A.S"

—Poético —mencionó Moody, y Gilbert solo pudo pensar en el hecho de que él siempre había opinado lo mismo.

A veces le decían que esas ideas eran patéticas: ¿Las agendas te gustan? ¿Qué clases de preferencias extrañas son esas? Pues él las amaba desde pequeño, en ellas plasmaba sus sueños, ambiciones, deseos e investigaciones.

Y Anne hacía lo mismo.

Al fin, luego de catorce capítulos, un pre-capítulo y una sinopsis, Gilbert tomó la primera decisión cuerda en esta historia.

Salió del salón corriendo, chocándose con algunas personas y resvalándose entre los pasillos. En su mente se decía "Corre, wey, corre. Corre antes de que Finn vuelva a ganarte. Pero recuerda que Anne no es un trofeo, sería un honor para ti tener su atención"

Pasó hasta el edificio de los chicos y subió directo a su habitación. Al entrar se encontró al pelinegro sobre su cama, mirando a su celular (solo le dedicó una cara de disgusto y siguió fijo en la pantalla)

AMORTENTIA; Shirbert [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora