Capítulo 1

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"El Regreso"

El reino tenía que olvidar sus actos, cegar lo que una vez ahuyento a la gente y no ser visto como el villano de la historia. Con ayuda de otros prisioneros logró borrar las memorias de los reyes y aprovecharse de su autoridad para sus planes.

Aunque, gracias a una llamada de auxilio, Rapunzel regresó para evitar la catástrofe de su hogar, pero se lleva la sorpresa al ver a Varian unido a viejos enemigos. Bien conocemos a la princesa, la palabra rendirse no está en su vocabulario, esto conduce a las verdaderas intenciones de Varian, aun había luz que parpadeara en él, tenía miedo.

Incluso iba a sacrificarse por sus errores una vez que los saporianos lo traicionan. Él sólo quería que su padre estuviera orgulloso y terminó arriesgando la vida de las personas que amaba. Con los saporianos encarcelados y Corona fuera de peligro gracias a la inteligencia del alquimista y la astucia de la princesa, era hora de cumplir una vieja promesa. 

[...]

Varian la buscaba con la vista pero no hallaba alguna señal de ella. Las casas destrozadas por las rocas, árboles secos y las cosechas casi vacias le daba la impresión de que se había ido lejos. Ingresaron a la casa, varios planos adornaban las paredes, herramientas y frascos regados en el piso...

—Cuando haya empezado el hechizo, no podré detenerme, y podría dañarte a ti y a tu padre.— habló Rapunzel con una cubeta de agua en manos —. Así que confío en que me sacarás de él cuando tu padre esté libre.

—Confía en mí— dijo Varian, lleno de esperanza.

Entonces Rapunzel comenzó a cantar, su aspecto radiante se convertía en oscuridad, mas parecía funcionar...

—Fuerzas del mal,

les suplicaré,

puerto terrenal,

libérame

El canto hizo despertar a una chica.

—¡Papá!— gritó el alquimista entusiasmado, el ámbar se derretía pero la princesa proseguía, por lo que el chico aventó el agua, fue inútil —¡Despierta, Rapunzel! Liberate de él. Tú no te diste por vencida, tampoco lo haré yo.

Y la princesa regresó a la normalidad. como agradecimiento recibió un abrazo. El muchacho corrió hacia su padre, feliz de verlo vivo, lo abrazó fuertemente y se percató que la nota desaparecía.

—Papá, la nota— suspiró —. Dime qué decía, necesito saber.

—Solo decía que estoy orgulloso de ti, Varian— admitió Quirin pasando su mano sobre la mejilla de su hijo —. Siempre lo estuve.

—Te amo, papá— retornaron su abrazo.

Minutos después la princesa se retiró, momento justo en que una chica entraba al vestíbulo.

—¿Va-Varian?— Quirin y el mencionado voltearon a donde provenía la voz.

Ahí estaba ella, más delgada por la falta de comida, ojeras que demostraban noches de trabajo duro, rasguños y quemaduras en los brazos y la ropa desgastada.

Padre e hijo estaban atónitos, ella jamás se fue, aunque la sorpresa fue más grande para el menor. Corrió a ella, por fin podría abrazarla sin que unas barras estorbaran; se hundió en su cuello y en cuestión de segundos resbalaron las lágrimas.

—¡Oh (T/N)!— chilló —¡Creí que nunca te volvería a ver! Creí que... Creí que te había perdido para siempre.

(T/N) tardó en reaccionar ¿de verdad era él? ¿Quirin libre? ¿se trataba de un sueño? Poco a poco envolvía sus brazos a la espalda del alquimista y comprobar que era la realidad, sí, era un sueño hecho realidad.

—¡Oh Varian!— (T/N) rompió el llanto —¡Te extrañe demasiado! ¡Al fin todo ha vuelto a la normalidad!

Quirin se acercó a ellos y se unió al abrazo, esa calidez de una familia unida era tan embriagante:

—¡Señor Quirin!— gritó emocionada — ¡Está a salvo!

Tanta fue la emoción que (T/N) cayó en un desmayo, Varian la sostuvo en sus brazos, soltó un grito al verla así, Quirin inmediatamente la cargó y la llevó a la habitación de su hijo para recostarla en la cama; sin embargo todo estaba invadido de papeles, máquinas y aparatos pequeños. Varian se dio cuenta de lo que sucedía.

—Iré por un médico a Co...— dijo Quirin que fue detenido por su hijo.

—Papá, (T/N) trató de liberarte todo este tiempo, está agotada— suspiró mientras colocaba una silla a lado —. No te preocupes, cuidaré de ella, me aseguraré que vuelva a estar en completa salud.

—Está bien, Varian, iré por comida para cuando despierte— sonrió por su comportamiento, realmente estaba orgulloso de él. Salió de la habitación.

Ahora tenía que esperar a que despertara, tenía mucho que contar y agradecer, quería de nuevo ese roce en sus labios para demostrarle su amor. Tomó la mano de la inventora y la colocó en su mejilla, extrañaba ese dulce tacto en su piel.

—En serio te extrañe demasiado (T/N)— besó su mano y entonces ella soltó un ronquido —Jaja parece que no soy el único que ronca... ¿Lo recuerdas?

Sonrió, no perdió su luz.

Cuando Las Luces Se Apaguen (Varian x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora